Richard regresaba a su acostumbrado trabajo al lado de Cintia y su jefe Ernie. Antes de abrir la heladería aquella tarde, tuvieron una pequeña reunión los tres. La ausencia de Ernie la pasada semana había sido porque el hombre deseaba mejorar su heladería y al parecer había encontrado el método perfecto. Nuevos sabores de helado, los cuales por cierto incluía una lista no muy agradable a la vista y sobre todo al paladar. Cintia y Richard la hojeaban frunciendo el entrecejo y los labios de puro asco.
—Será un batacazo muchachos, en esta ciudad no se ha visto nada igual.
—No me imagino porque —exclamó Richard en un susurro inaudible.
—¿Perdón? —interrogó Ernie con una sonrisa muy amplia, Cintia observó a Richard y con la mirada le prevenía de cualquier comentario que pudiera herir los sentimientos de Ernie, por lo cual solo se limitó a decir.
—Bueno, eh, quiero decir... ¿Estás seguro de esto Ernie?
—Créeme muchacho, será un éxito. Mañana vendrá una señora especializada en esto, ella nos ayudara, ¿de acuerdo? Ahora a trabajar. —Y con una felicidad visible se alejó hacia la parte trasera de la heladería, a sentarse en su despacho mientras se regocijaba en su nueva y genial idea. Apenas fue evidente su ausencia, Cintia exclamó.
—Si antes vendíamos a lo sumo diez helados en una mañana, ahora no venderemos ni dos. —Richard le echó una última mirada a la estrambótica lista.
—¿Será que ahora si se nos chiflo? Es que, quiero decir, mira esto: helado con sabor a —Richard no alcanzó a decir el sabor. Joshua acaba de llegar y apoyaba los brazos en el mostrador.
—Richard, ¿podemos hablar? Ey, Cintia. —La morena le sonrió mientras se alejaba al otro extremo de la heladería, para limpiar un poco las maquinas. Richard se aproximó al mostrador.
—¿Qué hay, Josh?
—Tú eres mi amigo —dijo Joshua de pronto, como si eso fuera una novedad, Richard lo miró extrañado y con tono de burla dijo.
—¿En serio? No lo había notado. —Joshua revoleó los ojos.
—Solo necesito tu ayuda con algo, Richard. —El joven entornó los ojos.
—Por amor a Dios Joshua no más preguntas sobre Camille —Cintia se encontró mirándolos de reojo, pero luego volvió su vista hacia la máquina que limpiaba de restos de helado de fresa.
—No viene a preguntarte sobre eso, aunque ya que lo mencionas aun no
—¡Joshua!
—Ok, ok. Me abstendré de ese tema, Dios. Qué cosa contigo. En fin —dijo Joshua mientras agitaba su cabeza para apartarse el mechón de cabello negro que le caía en la frente—. Vine por otro cosa, uh, algo así como un consejo. —Richard alzó una ceja.
—¿Consejo?
—Sí. Mira Richard, la cosa es que eres la única persona que me puede dar una opinión objetiva e inteligente sobre este asunto.
—Sin adornos Josh, escúpelo.
—Bien, ahí te va. —Se rascó la frente y apartando la mirada concluyó—. ¿Qué piensas de Jane? —Cintia lanzó otra mirada furtiva y de inmediato regresó a su labor.
—¿Jane? Eh, ¿por qué lo preguntas? —Joshua golpeó la superficie de cerámica del mostrador con su dedo índice.
—Solo contesta lo que te pregunté. —Richard lo miró por un rato, como si lo examinara, luego dijo.
ESTÁS LEYENDO
[[PAUSADA]] Ugly [El monstruo del instituto Rivers]
Mystery / ThrillerEl instituto Rivers es un lugar común y corriente hasta que una de sus estudiantes de último año es asesinada. Pero no es sino hasta que aparece una segunda víctima, que el temor empieza a imperar en el alumnado, profesorado y padres de familia. Los...