Teddy Craft era un estudiante de último curso de la secundaria Rivers. Tenía dieciocho años, cabello revuelto, ojos grises y había sido miembro del equipo de baloncesto. Era apuesto, inteligente y un poco perverso. Contaba con una larga lista de chicas a las que se había tirado, y la mayoría de ellas le odiaba en la actualidad. Eso podría decirle a cualquiera el tipo de chico era Teddy Craft.
Si había una persona en todo el instituto Rivers que supiera realmente quién era ese malévolo adolescente y que pudiera dar fe de su maldad, esa era Giselle Hyde. Ella había padecido en carne propia todo lo que ese adolescente despreciable era capaz de hacer.
Y entonces, meses después de que la tratara como basura, meses después de todo lo que la había hecho padecer. Entonces, después de tanto tiempo temiéndole y odiándole, lo veía de nuevo en las suyas. Ahí estaba el maldito, escondido en la biblioteca, escondido entre las sombras de las estanterías. Pero no estaba solo, ¿y cuando lo estaba? Ahí estaba, con su asquerosa lengua metida en la boca de Michelle Brown.
Giselle sonrió. Que tonta era la Brown. Después de semejante fiesta y hacerse tan popular a su causa, se involucraba con ese mal nacido. Pero las cosas no se iban a quedar así como así. Ahora que lo sabía, que veía lo que sus ojos veían, entonces sí podía hacer que Teddy Craft se arrepintiera de todo lo que le había hecho.
Tres días después. El campus.
Los hermanos Donovan nunca fueron aficionados al deporte, de hecho a nivel de personalidades eran bastante parecidos, no tanto a nivel físico. Joshua era pelinegro como su padre, Michael castaño como su madre, tirando un poco a rubio oscuro. También tenía problemas con su visión, Joshua no que de paso tenía ojos color oliva, como su madre y Michael los tenía café, como su padre. Pero en personalidades eran casi como gemelos. Oían la misma música, veían las mimas películas y series, ambos odiaban el deporte y ambos tenían actitudes para las artes.
Aquel día había un evento deportivo en el instituto. Richard dijo que lo vería porque le había prometido a Cintia acompañarla y Joshua aprovechó la ocasión para decir que por fin Richard se había cansado de Miss puritana e iba a coquetearle a alguien más viva, pero Richard con una mueca de molestia lo negó. Le dijo que se dejara de estupideces y fuera de una vez a declarársele a su Jane, lo que de inmediato lo silencio y provocó una risa en su hermano Mikey, que desde hacía mucho no reía y fue quizás por eso que Joshua no lo retó y por el contrario, le golpeó con cariño tras la cabeza y le dijo que lo acompañara a la cafetería.
Se despidieron de Richard y se alejaron de la algarabía del gimnasio. Los pasillos estaban solitarios, lo que fascinaba a Joshua y no tanto a Michael.
—¿Es idea mía o estás tomando el camino más largo hacia la cafetería? —interrogó Mikey mirando de reojo a su hermano, que a su vez sonrió.
—No es idea tuya, eso hago. Mira esto, James. Aprecia esta calma, esta quietud, me parece extraordinaria.
—A mí me parece aterradora. ¿O ya te olvidaste que mataron a una chica en esta escuela?
—Varias cosas, James. Uno, no digas escuela, como que le quita la clase. Di instituto, me hace sentir más adulto —Mikey revoleó los ojos, mientras Joshua alargó un brazo y rozó la pared derecha—. Dos, por supuesto que no lo he olvidado. De hecho pienso mucho en eso. ¿Cómo fue que pudieron matar a alguien un día de clases? ¿Cómo fue que nadie se dio cuenta, como fue que nadie la escuchó?
—Bueno, fue en el pasillo más solitario.
—Sí, pero era día de clases. Alguien debió ver algo, escuchar algo. —Joshua ladeó la cabeza—. Pero por otro lado, en este instituto tenemos muchos días como este. Ya ves que el alumnado es poco, y desde lo de Camille, se puso más chico, es muy fácil que todo el alumnado se concentré en lugares específicos y lo demás quede solo, lo cual hace fácil que se asesine a alguien y pase desapercibido. Claro, el asesino debe ser alguien o muy fuerte o muy astuto o muy...
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[[PAUSADA]] Ugly [El monstruo del instituto Rivers]
Mystery / ThrillerEl instituto Rivers es un lugar común y corriente hasta que una de sus estudiantes de último año es asesinada. Pero no es sino hasta que aparece una segunda víctima, que el temor empieza a imperar en el alumnado, profesorado y padres de familia. Los...