The unexpected disaster of Athenea Lander (TaSH #2)

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— No sé cómo comenzar a explicar esto. No tiene un inicio concreto. Creo que debería comenzar diciéndote mi nombre. Es Skye. Athenea era el nombre de mi madre.

"Ésta es una historia completamente jodida, y de verdad espero que no me veas como un bicho raro después de saber la verdad.

"Bien, todo comienza con la muerte de mamá. Tuvo un accidente aéreo. Nadie sobrevivió. Y me alegro, en realidad, porque de no haber sido por eso, mi padre había seguido golpeándola hasta matarla él mismo.

"Si, otro dato 'importante': mi papá es un abusador. Comenzó con mi madre, y trató de seguir conmigo.

"Cam, no me mires así. Solo escúchame.

"La primera vez que me puso la mano encima, tenía quince años. Había pasado muy poco tiempo desde que mamá había tenido el accidente, mi padre estaba tan metido dentro de sus botellas de licor, que olvido de mi presencia. Hasta ese día.

"Recuerdo que llovía. Solía pensar que todas las lágrimas que derramaba por mamá, se convertían en lluvia, porque ella las regresaba como recordatorio de que no le gustaba verme triste. Cuando regresé a casa después de haberla visitado, él estaba esperándome. Solo puedo rememorar los insultos y gritos sin sentido que comenzó a soltarme en el momento en que pisé el salón. Me puse colérica, y le dije que no tenía derecho a gritarme.

"Entonces me golpeó. Me dejo aturdida, y con el ojo morado. No podía defenderme, lo sabía. Pensarás que podría haber arrepentimiento en su mirada, ¡pero no había nada! Era rabia. Solo eso.

"Fue cuando me di cuenta que había perdido a mi padre.

"Traté de evitarlo lo más que pude, pero viviendo en la misma casa, algunos días se volvía simplemente imposible. Huía de él como si fuese la peste. Estaba demasiado asustada para decir algo.

"Solo le di la oportunidad de hacerlo cuatro veces. Llegó a desviarme un poco la nariz una vez.

"Entonces escapé.

"Recolecté la mayor cantidad de dinero que pude, y me fui de ese horrible lugar.

"Faltaba muy poco para que la generosa herencia de mis abuelos entrara en mi poder, así que simplemente creí que podría arreglármelas sola.

"¿Me pasas el agua? Gracias.

"Después de eso viví lo peores seis meses de mi vida.

"Huí hasta Francia, donde conseguí trabajos ocasionales y mal pagados. Estuve durmiendo en las calles por un tiempo, pero no me rendí. Día a día tenía que recordarme que esa había sido mi decisión. Y jamás regresaría arrastrándome a la casa de mi padre.

"Luego... lo conocí."