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Cam, no te vayas. Escúchame. Por favor.

»Es lo menos que puedo darte.

»Cameron...

»Está bien, está bien.

»Yo... lo conocí cuando apenas tenía diecisiete. En ese entonces trabajaba como recepcionista en un hotel, aunque no era del todo legal. Yo era demasiado joven. Pero al verme, el gerente simplemente dijo que había nacido para el trabajo. Y me gustaba. Solo tenía que sonreírles a todos, y hacerles creer que eran los mejores del mundo.

»Con él... fue diferente.

»Él hacía sentir la mejor del mundo. Incluso estando viviendo de la manera en que solía hacerlo. Aunque para ese entonces, ya había conseguido la renta de un departamento medianamente decente.

»La primera vez que nos vimos, el estaba de turista con sus hermanas. Venía de Tailandia. Se pasaba horas sentado en recepción, y solía preguntarme constantemente si quería salir a tomar algo con el.

»Siempre lo rechazaba.

»Pero era muy persistente. Cuando quería algo, siempre lo conseguía. 

»Al final le dije que si. Salimos, nos divertimos, y yo creí que se acabaría ahí. Me equivoqué.

»Pasaba casi a diario, me llevaba flores, chocolate, o alguna otra cosa de marcas desconocidas que traía de sus viajes sinfín. 

»Yo era la envidia de todas ahí. Un hombre así de guapo, ¿qué haría con una pobre chica como yo? Me avergonzaba. Detestaba ser el centro de atención.

»Después, comenzamos a acercarnos más, y más. Era mi mayor confidente. Me gustaba estar con el, y finalmente, termine contándole todo sobre mi.

»Pasaron un par de años... y me casé con el.

»Nos mudamos. Era asquerosamente rico, y le encantaba recordármelo, así que dejé mi trabajo. Me sentía feliz. Lo amaba. El me amaba.

»Hasta que una noche, me golpeó.

»Estaba borracho. Y uno de sus amigos le dijo que sospechaba que yo lo estaba engañando. Me golpeó porque herí su orgullo al creer que prefería a otro sobre el.

»Yo solo podía ver a mi padre, golpeando a madre hasta casi matarla.

»No hice preguntas. Me fui esa misma noche. Solo tomé su dinero, y huí.

»Me buscó. Por todo el país.

»Yo ya no estaba ahí.

»Fue cuando reclame la herencia de mis abuelos, y construí este lugar en su honor. Ellos me salvaron, aún sin estar aquí.

»Comencé a viajar por el mundo, y después... te conocí a ti.

»La primera noche en que nos vimos, no creí que volvería a verte. Fue por pura casualidad. Yo... ni siquiera estaba realmente pensando en nada. Acababa de recibir una llamada.

»Me dijeron que mi padre había muerto. Y necesitaba regresar a Inglaterra.«

The unexpected disaster of Athenea Lander (TaSH #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora