Hace un año, exactamente, comencé a escribir esta historia.
Surgió de la nada.
Fue, en realidad, porque vi un dibujo de unos zapatos rojos sobre un charco.
Y mi primer pensamiento fue "que inesperado desastre".
¿Esperaban algo más profundo? Pues no. Eso fue lo que sucedió.
No tengo palabras. De verdad que no. Nunca creí poder estar aquí de nuevo, despidiéndome.
Nunca me había llevado tanto tiempo en escribir una historia. ¡Y eso que en menos de una semana escribí los últimos treinta capítulos!
Voy a serles honesta, no creí ser capaz de terminarla. Sabía cómo. Sabía lo que tenía que hacer. Y simplemente no podía.
Fue una increíble experiencia poder escribir esta historia tan cortita, ya que gracias a ella fui capaz de conocer a tantas personas maravillosas de las que no se imagina (ustedes saben quienes son, repórtense (͡° ͜ʖ ͡°))
Así que no, no tengo palabras más significativas que: gracias.
Infinitas, eternas, y con toda el azúcar del mundo, gracias.
Son lo mejor que me pudo pasar en la vida, a todos y cada uno de los que llegaron a este punto, son mi motivo para sonreír día con día.
Los amo.
Y me retiro, porque si sigo con esto, terminaré contándoles toda mi vida, y llorando.
Nunca dejen de buscar a su inesperado desastre.
Cuando llegue,
lo sabrán.
Danya Izazaga.
Pd. Antes de que me lo pregunten, y me asesinen o algo así por ese final abierto, sí. En lo que resta de la semana subiré algunos extras y responderé a todas las incógnitas que dejé a propósito, jeje.
D out.
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The unexpected disaster of Athenea Lander (TaSH #2)
Short StoryAthenea Lander tiene tres cosas: Mala suerte. Cabello color azabache. Y muchas preguntas. Pero, ya sabes lo que dicen. «La gente torpe también necesita amor.» Segunda parte de la colección "There's a story here."