99

50 13 6
                                    

Los años pasaron.

Al fin me creció la barba.

Pelirroja y algo curiosa, pero lo hizo.

Conseguí otro trabajo.

Y no, no era un traficante de drogas.

Una universidad me ofreció un puesto.

Me compré una bicicleta.

Y comencé a llamar a mi madre cada cierto tiempo.

Incluso cuando solo me preguntaba si ya me había casado.

Era curioso.

Ya que nunca había pensado en eso.

Y no voy a mentirles,

era jodidamente infeliz.

Vivía dentro de una incansable rutina.

Y a pesar de llevar la buena vida,

estaba ansioso por escapar.

The unexpected disaster of Athenea Lander (TaSH #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora