4to. Capitulo. TE OLVIDARÉ
(contado por Hannah )
El camino a casa se me hizo eterno, las lágrimas no dejaban de salir, nunca había llorado tanto. Maldije mil veces por haber ido, por haber permitido que me besaras. Por dejar que me humillaras una vez más. Soy tan estúpida.
A quien quiero engañar, a eso había ido, quería verte de nuevo. Quería besarte, aunque fuera por última vez, aunque fuera doloroso.
Quiero odiarte, quiero que sufras lo que yo estoy sufriendo, pero al mismo tiempo, te amo con tanta fuerza que no quiero que nadie te lastime.
Soy tan estúpida por amarte de la forma en que te amo.
Me pongo a pensar en nuestra relación y no entiendo que hice mal, en que fallé.
Y entonces me di cuenta, yo no fallé, fuiste tú. Fuiste tú quien me falló a mi.
Simplemente, de la noche a la mañana dejaste de amarme y eso no es justo y está mal. Yo te amé, te amo, siempre di todo de mi y tu simplemente me olvidaste.
Entonces ahora seré yo quien te olvide, yo haré lo justo para mi.
Te olvidaré.
Sé que prometí que te olvidaría. Pero no puedo.
Estoy saliendo con alguien, es un chico muy lindo, pero no es tú.
Cada vez que él me besa recuerdo nuestro beso de despedida y no puedo evitar llorar.
Él me ha tenido mucha paciencia aunque aún no le he contado de ti. Y no creo hacerlo nunca.
He cambiado mi número por si llamabas, que tonta, como si siquiera fueras a llamar.
En las noches que no puedo dormir, me pregunto si pensarás en mi, si soñaras conmigo. Yo sí.
Hoy tengo una cena, es a la primera vez que acepto salir desde que terminamos. El chico con el que salgo me invito, es una cena de negocios.
Me he puesto el vestido negro que tanto te gustaba, a pesar de que he adelgazado no me veo tan mal. Me he puesto tacones y me he maquillado, por primera vez en mucho tiempo me siento guapa. Ha llegado Ian por mi, debo decir que es muy guapo pero no tiene tus ojos. No es tú.
Cuando llegamos al restaurante, Ian me presenta a todos los socios de su padre. Y entonces te veo, sentado al final de la mesa con una chica muy guapa. Te ves muy bien, no paras de reír.
Inmediatamente me puse nerviosa. Tendría que haber esperado esto. Eres uno de los mejores abogados de la ciudad y el papá de Ian tiene uno de los mejores Bufete de abogados, tenías que estar aquí.
Ian me mira y se sorprende.
—Estás bien? –me pregunta –estás muy pálida.
Trato de darle una sonrisa decente
–Estoy bien, no te preocupes –me sonríe y me da un beso en la sien.
—Tal vez solo necesites una copa.
Esta vez sonrío con ganas
—Tal vez dos.
Me guiña un ojo y me da una copa de vino, inmediatamente le doy un trago. A pesar de que no me gusta mucho beber, creo que la ocasión lo amerita.
—Ven, tengo que presentarte al nuevo socio de papá. Quiero que se muera de envidia al ver a la novia tan guapa que tengo.
Sonrío y le doy un casto beso en la boca. Le doy un último trago a la copa y tomo aire.
—Vamos.
Rodeamos la mesa y llegamos a donde estas tú. Casi te atragantas con el vino cuando me viste. Traté de no reírme.
Tu mirada va de Ian a mi, varias veces y sonrío ante tu cara de sorpresa.
—Alexander? –dice Ian. Te levantas y la chica lo hace también. Debo admitir que es guapa, alta y rubia, todo lo contrario a mi.
—Te presento a mi novia, Hanna Fitzgerald, Hannah, él es el mejor abogado de la ciudad, Alexander Donovan.
Te miras nervioso y me da un inmenso placer verte así.
