5 (EDITADO)

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Germán se levanto muy temprano para ir a trabajar, lo que significaba que regresaría de noche. El crimen llama, como mencioné, el ama su trabajo, pero es cansado y llega a casa solo para dormir y cenar y en la mañana siguiente volver a trabajar.

Lenay se encontraba con Diego en la plaza para comprar algunas cosas. Diego estaba agotado pero Lenay no.

- ¿Nunca te cansas?.- preguntó Diego agitado y sudando ya que estaba haciendo bastante calor.

- Nop.- dijo sonriendo. Ella sentía miradas sobre ella y la ponían incómoda, y Diego noto eso y la abraza.

- olvídalo amigo, ella tiene dueño, ¿sabes quién es? ¿No? Yo... así que vete.- el tipo de ahí se fue y Lenay lo miró con el ceño fruncido.- No me mires así. ¿Sabías que si te llega a pasar algo Germán me mata?.- digo Diego sentándose en una banca.

- ¿Que?.- preguntó extrañada.- ¿Por qué él te mataría? Si él y yo no somos nada...- ¿por qué Germán se preocuparía por Lenay? Tantas preguntas y pocas respuestas.

No iba a negar que ella se esté enamorando poco a poco de él. ¿Como no enamorarse? Es hermoso en todos los sentidos. Tierno, dulce, amable y muy romántico. Aunque a ella le gustaría saber cómo sería Germán en la cama, pero es otro tema a parte.

- ¿Estás ahí Lenay?.- preguntó Diego agitando una mano en la cara de ella para que reaccionara.- ¡LENAY!.- gritó y Lenay saltó y cayó.- Diego salto a carcajadas, pero se detuvo al ver que Lenay estaba llorando. Mierda.- Lo... siento.... la ayuda a levantar y la abraza.- Sé que eres frágil, pero no pensé que tanto.- Lenay seguía llorando.- Oh dios... perdón, ¿si? Sube aquí, vamos a casa.- Diego se levanto y palmeo su regazo para que Lenay subiera, al hacerlo ella seguía llorando.- vamos... ya no llores... perdón...- se acercaron al auto y colocó a Lenay en los asientos de atrás hecha bolita sollozando.

(...)

Diego aparcó el carro en el grage, salió y vio a Lenay en la misma posición llorando aún. A Diego por otro lado le dolía ver a Lenay así, pero solo fue un accidente, jamás pensó que se lo tomaría mal.

Al llegar a la entrada de su casa, se llevó la sorpresa de que Germán estaba ahí junto a Mellisa.

Germán al ver a Lenay en ese estado se alarmó y corrió a ella.

- ¿Q-qué pasó? Por qué está así?.- Diego le entregó a Lenay a Germán y la sentó en su regazo, trato de calmarla pero le era imposible.- Diego...- volteo.- explicación.- Diego se puso nervioso.

- Bueno... nosotros estábamos en la plaza. Lenay se empezaba a incomodar a las miradas que le ponían encima. Así que para alejarlos les dije que tenía dueño, ósea yo. Nos sentamos en una banca, ella estaba pensado en sus cosas y le alce la voz para que me hiciera caso, y cayó al suelo.- suspiro.- Así que yo empecé a reír, y al parecer ella se ofendió y empezó a llorar.- terminó.

Mellisa por otro lado, viendo todo. "Lenay". Todos sus recuerdos llegaron a su mente y se posó en la chica que Germán tenía en sus brazos. Se levanto y corrió a ella para verla mejor. Era ella, rubia, ojos azules.

Le rompió el corazón ver a su amiga en ese estado.
- ¡Lenay!.- la cargo en sus brazos y la abrazo. La habia extrañado bastante. No podía vivir sin ella, y al fin que la tenía enfrente, se sentía más que feliz. Lenay seguía llorando. Mellisa sabía cómo solucionarlo.

- amor...- dijo mirando a Diego

- ¿si?

- Tráeme la maleta de Lenay.- Diego asintió y corrió a la habitación y saco las maletas de
Lenay y volvió a la sala. Mellisa se inclinó y busco, y busco... y... BINGO! Saco en chupete favorito de Lenay y se lo colocó, y con eso Lenay calmo.- ya.... bebé todo está bien, ¿si? No llores... estoy aquí y jamás voy a volver a abandonarte. Lo siento, lo siento mucho. Ahora duerme.- Y como si fuera Harry Potter, Lenay se quedo dormida en sus brazos.

Germán y Diego estaba realmente confundidos. Se miraban con el ceño fruncido y, como son hermanos, se hablaban con sus miradas.

- Mellisa...- Germán captó la atención de ella.- ¿Que está pasando? ¿Como es que la conoces? ¿Por qué la tratas así?.- cuestionó Germán.

- Muy bien, no es momento de que te platique la historia, ¿si? Mejor lleva a Lenay dormir.- Germán asintio varias veces y cargo a Lenay y la llevo a la habitación. La recostó y se quedo mirándola. Le parecía tierno todo eso. Jamás pensó que literalmente ella era una bebe. Y eso le encantaba a Germán.

La ganas le carcomían por dentro. No se resistió y se acercó a ella y le besos sus labios. Al hacerlo sintió más típicas mariposas en el estomago. No quería que fuera el ultimo beso, quería más. Y lo obtendría. Claro que lo hará.

My little girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora