4 (EDITADO)

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Entraron a la casa aún con Lenay en brazos de Germán. Con cuidado Germán subió a su habitación, la recostó y la arropo. Bajo con cuidado a la sala y se encuentro con Diego con una sonrisa en su rostro recargado en la pared con los brazos cruzados.

- ¿Que?.- pregunté por su acción.

- No nada....- respondió.- Creo que alguien está enamorado.

- ¿q-qué? no.... ¡Por dios Diego! La conozco hace unas horas, no sé nada de ella y ella tampoco. ¿Que te hace pensar eso?.- me dirigí al sillón que se encontraba en el centro de la sala y Diego se sentó junto a mí.- Además... es muy joven, tiene solo 16 y yo 26, eso es ilegal.- dije mirándolo a los ojos.

- bien bien... sabes algo?.- preguntó y Germán negó.- Bueno, sé que estás enamorado. Por qué cuando pronunció su nombre te sale ese brillo en tus ojos. Así como yo miro a Mellisa. Y para el amor no hay edad hermanito. Mira, hace años que no tienes a alguien. La única mujer la que tuviste fue a Allison, terminaste con ella y después no volviste a salir con ninguna mujer. Pero llego Lenay.- los ojos de Germán brillaron, Diego lo noto.- ¿Ves? No puedes negarte. Te conozco Ger.

- Pero...- Diego interrumpió.

- Pero nada. Ve a dormir y seguimos hablando de esto.- se levantó del sillón.- que te parece si mañana vamos los 4 al cine. ¿Si? Tú, yo, Mellisa y Lenay.

- amm... okay... hasta mañana.- Dijo Diego.

- igual tu...

Germán subió a la habitación, visualizo a Lenay que aún seguía dormida. Se acercó a ella y la pudo apreciar. Se fijó que aún tenía el gorro así que se lo quitó suave para que no se desertara. Pero al quitárselo, noto algo raro en ella, algo anormal, pero se veía adorable.

'¿Orejas de gato?' Pensó Germán. No le tomó importancia y se recostó con Lenay a su lado. Y cayó rendido.

(...)

- ¡¡NOOO!!.- Germán se levanto de golpe un poco agitado y sudado.

Escucho la puerta abriste y la luz se prendió.

- ¿¡Germán!?.- su hermano corrió a él y lo abrazo como si no hubiese un mañana.- Está bien... ya.... solo fue una pesadilla... tranquilo....- lo consoló.

- y-o... Lenay.... do-donde es-está...- palmeo a su lado pero esta se encontró vacía. El recordó que la había acostado a lado suyo.

- oh... ella está ahí...- señaló con sus dedos en una esquina del cuarto a una Lenay asustada y con los pelos de punta. Se separó de su hermano y fue lentamente hacia ella. Al estar frente a ella la abrazo, ella se quedó inmóvil al principio pero se relajó y correspondió a su abrazo. Al separarse quedaron peligrosamente cerca, a unos escasos milímetros, sus respiraciones se juntaron.

Un corraspeo los hizo reaccionar.
- Bueno.... hago mal tercio aquí... así que me voy...- Diego al acercase a la puerta.- estas bien Germán?.- asintió y salió de la habitación. Dejando solos a Germán Lenay. Este se levanto y fue a la cama y se sentó.

- ¿Germán...?.- susurro Lenay con un nudo en la garganta.

- Ve a dormir Lenay...- dijo Germán y se acostó pero no durmió. Eso a Lenay le dolió, estaban a punto de besarse. Pero, que ingenua para creer que alguien como Germán se fugaría en alguien como ella.

Se acercó a la puerta con lágrimas en los ojos, le dedico una última mirada a Germán y salió de la habitación.
Germán escucho la puerta cerrarse, ¿que acababa de hacer? Maldecir es lo único que podía. Pero tenía miedo, estaba empezando a sentir algo por Lenay.

- mierda mierda mierda...- dijo para sí mismo. ¿Que le diría a Lenay ahora? Él quería conocerla mejor.

My little girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora