My little girl

23 (EDITADO)

- ¡Lenay! ¡Abre por favor!!.- hablo con un nudo en la garganta, manteniendo las lágrimas. Pero le es inútil. Ha estado más de 5 minutos intentando convencer a Lenay de que le abriese la puerta, pero no escuchaba respuesta.

No le encontró remedio más que tirar la puerta de una patada.

- ¡uno, dos, tres!.- la puerta cayó al piso y algo de polvo se levanto haciendo que tosiera y estornudara. No había nadie. Las ventanas estaban rotas y todo estaba completamente desordenado. Algunos platos, vasos y portarretratos rotos. Se acercó al sillón de ahí cubierto por un poco de polvo. Frunció el ceño al ver una macha roja ahí.

- Que mier...- aquí no había nadie más que Lenay. Eso fue hace dos semanas que no sabía nada de ella, no le contestaba los mensajes y ni las llamadas.

Una lagrima se deslizó por su mejilla cuando vio el anillo de Lenay en el suelo.

Rápido sacó su celular y llamó a Diego. Éste contesto al instante.

- ¿Hola?.- hablo una voz algo ronca y grave.

- ¿Diego?.- hizo puchero y lloro. Era lo único que podía hacer.

- ¿Germán? ¿Hey hermano que pasa?.- preguntó preocupado, ya que era raro que Germán llorar de esa forma.- ¿Por que estas llorando?

- Es Lenay...- susurró.

- ¿Que? ¿Qué pasa con ella?

- Desapareció...- rompió de llanto y apretó el anillo entre sus manos.

- ¿Que? ¿Como que desapareció? ¿¡Alejandro que hiciste!? ¿Sabes lo peligroso que son las calles ahora? Cualquier hombre se la pudo haber llevado.... ¡Joder!

- ¡lo siento, lo siento!.- sollozo.- Pe-peleamos.... peleamos h-ace unas semanas... y... y... ¡¡SE FUE!!.- volvió a llorar.

Se escucho un suspiro al otro lado de la línea y Diego hablo nuevamente.- ¿Dónde estás?.- preguntó una vez que Diego se paró de la cama, se vistió, tomo todo lo necesario y llamó alguno de sus compañeros para empezar la búsqueda del paradero de Lenay.

- En su antigua casa, te mandare la dirección por mensaje.- Diego susurro un "de acuerdo".- Por favor.... ven rápido.

Colgó y se quedó en el suelo en posición fetal poniendo sus piernas en su pecho mientras volvía a llorar. Como fue tan idiota al dejar a ir a Lenay tan rápido. Pero es que en ese momento su cerebro se bloqueo y cuando quizo hablar Lenay ya se había ido.

Solo quería a su hermosa bebé y darle todo lo que la merece. Mimarla y si es posible compraría toda una tienda de dulces, ropa para ella. Todo para su bebé.

No sabe en qué momento pasó pero este yacía dormido profundamente en el suelo con el anillo en su mano.

Deseó que todo esto fuera solo un sueño del cual ya quería despertar.

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Italia; 25/03/2011; 04:00 .a.m.

Lenay fue abriendo poco a poco sus ojos, se removió y siento algo duro en su espalda y algo sosteniendo sus muñecas al igual que sus pies.

Se siento débil, se siente tonta, anonada y drogada. Posó su vista en la habitación donde estaba. Era una habitación pequeña con una puerta de metal en frente. En su pared izquierda habla una variedad de cuchillos y armas, el piso estaba sucio al igual que las paredes. La ropa que traía estaba rasgada y sucia

No había ventanas, todo estaba obscuro. Le falta algo más. Entonces, todos sus recuerdos vinieron a su mente:

La pelea con Germán

Huyó de su hogar

Una mujer conocida

Sin evitarlo empezó a llorar. Jamás debía de haber dejado a Germán así, le tendría que haber dado una oportunidad. Debió dejarle que le explicara, pero simplemente no podía escuchar en ese momento. En su mente podía ver y escuchar a Germán llorar rogarle por una oportunidad. Pero lo único que pudo recordar, fue que había salido de aquella mansión, camino sin rumbo por la calles vacías y frías de la cuidad. Hasta que se había topado en su antigua casa, recordó quedarse allí llorando y maldiciendo.

Hasta que todo se había vuelto obscuro.

Fijo su vista en su mano y vio que no traía su anillo. Volvió a sollozar de nuevo. Solo quería a Germán.

Aquella puerta de metal se abrió dejándose ver una silueta un tanto conocida para los ojos de la rubia.

- Hasta que despiertas... cariño.- esa voz...- ¿Quieres jugar a algo?.- aquella persona se fue acercando a Lenay y creyó morirse ahí mismo. Tenía miedo y mucho pánico, quería salir corriendo pero no podía.

Esta jodida...