My little girl

30 (Final) [EDITADO)

- ¡Mami! ¡Mami!.- gritó una pequeña niña de cuatro años rubia de ojos azules brillantes, con pequeñas orejas encima de sus rubios cabellos y una esponjosa cola.

Si. Ella había nacido justo como si madre.
Ella venía corriendo junto a un hombre de cuarenta años sonriendo ampliamente viendo a su hija corriendo de un lado para otro.

- Hola pequeña.- recibió a su hija con los brazos abiertos a la vez que está le enseñaba una hoja con garabatos en ella. Besando sus mejillas haciendo que ella riera y ronroneara.

- Dibujo...- balbuceo la niña sonriendo.

- Es muy lindo amor.- dijo Lenay besando su mejilla y bajando a su hija, riendo cuando salió corriendo hacia su habitación y encerrarse.

Dio un brinco cuando sintió unos fuertes brazos rodear su cintura, pero después sonríe al saber que era su esposo.

No había cambiado absolutamente nada en la pareja, ambos se seguían amando con la misma locura que antes, ambos seguían enamorándose cada día más. Y más con su pequeña hija, Meredith, esa niña era la luz de sus vidas, era un pequeño rayito de sol que con tan solo una pequeña sonrisa podía iluminar millones de habitaciones obscuras. Era una niña astuta, inteligente y divertida. Aunque un poco traviesa. Simplemente única.

Entre la pareja; ciertos días tenían peleas y se gritaban y se decían palabras hirientes que ambos juraron por sus vidas jamás volver a decirse. Jamás llegando a los golpes ni mucho menos. Se peleaban, si. Como cualquier pareja normal, y que ambos arreglaban hablando entre ellos y disculpándose. Eso sin contar cuando follaban como conejos.

Como por ejemplo es este mismo instante; después de cenar y tener una agradable cena familiar y platicar de temas tribales su hija ya se había ido a dormir hace una hora, y la pareja aprovechó de que su hija tenía el sueño pesado. Subieron a su habitación besándose con pasión y lujuria, con las manos de ambos recorriendo sus cuerpos. Ambos desnudos bajo las sábanas, Germán deslizándose dentro y fuera de Lenay encima de ella, acallando los gemidos y jadeos por los besos apasionados que se daban en momentos.

Cuando llegaron al orgasmo, Germán salió de Lenay y se desplomó a lado de ella, suspirando y respirando pesadamente recuperándose del glorioso orgasmo.

Atrajo a su bebé a sus brazos rodeándola por la cintura y sonriendo ampliamente. Acaricia sus por sus orejas y ella ronronea en respuesta.

- Te amo bebé.- hablo Germán mirándola a los ojos besando su pequeña nariz y su frente sacándole varias risitas haciéndolo enamorar una vez más.

- Yo también te amo..- beso sus labios tiernamente.- soy muy afortunada de tenerte a mi lado.- sonrío acariciando el pecho del mayor con la yema de sus dedos.

- Eres lo mejor que me ha pasado sin duda. Tú y Meredith son lo mejor que me ha pasado. No se qué haría sin ustedes.- apretó más fuerte a Lenay atrayéndola más a él. Buscando de sus mimos y caricias.

- Nosotras de amamos a ti.- dijo para después besar sus labios castamente y acurrucarse en su pecho, cerrando sus ojos dispuesta a dormir. Con los fuertes brazos de su esposo rodeándola y protegiéndola.

- No... nos dejes...- susurro adormilada. Unos segundos después Lenay ya se encontraba dormida plácidamente. Con esa sonrisa que jamás se borraría de su rostro mientras que su esposo este ahí con ella. Por qué en todos esos años, se dio cuenta de que Germán lo es todo para ella, y que sin él no sería nadie en la vida. Él es su fuerza y es y será el amor de su vida para siempre.

- Jamás.- afirmó Germán, aunque ella ya no la escuchaba. Se dedicó a mirarla, observar sus facciones relajas, su carita tan angelical. Volvió a enamorarse aún más.

Y simplemente sería un idiota e estupido dejar a su hija y esposa amándolas demasiado.

Lenay lo era todo para él.

¿Qué es de un Germán sin su Lenay, y de una Lenay sin su Germán?

El horror.

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Hey!! HOLA!! ¿Cómo están?

aww ya tan rápido llegamos al final 😢 espero que esta novela le haya sido de su agrado.
Los amo

Pd: mañana subo el epílogo