25 (EDITADO)

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¿Esto es un sueño?

Su cuerpo es encontraba completamente entumecido ya adolorido debido a los constantes golpes que aquella mujer le daba.

Aquella mujer, era nada más y nada menos que su madre. Así es, aquella mujer que le hacía llamar "madre" la había secuestrado y maltratado cual bicho. Y eso le dolía hasta en lo más profundo de su corazón.

Lenay solo estaba deseando que sea solo una pesadilla y que todo volviera a ser como antes.

Ya había pasado dos semanas en ese infierno de lugar. Su cuerpo, con hematomas, cortes y rasguños, lo adornaban.

Sus ojos rojos de tanto llorar sin parar todas las noches, y esas ojeras debajo de sus ojos. Su cabello estaba revuelto y sucio, sus muñecas estaban cubiertas por sangre debido a que las cadenas se aferraban a ella en un intento inútil de forsajeo al intentar escapar.

Tenía hambre, sed y mucho frío. Sentía que se desvanecía poco a poco. Pero aún no quería morir. Quería volver a los brazos de su amado y sentirse protegía en ellos. Quería volver a escuchar las palabras de amor de el, y sus caricias que la calmaban. Extrañaba sus besos y acurrucarse junto a él. Quería que todo volviera a ser como antes, volver a ocupar sus lindo onesies de gatitos y chupetes que la calmaban.

Sus orejitas estaba planas y su linda colita entre sus piernas. Quería volver a casa.

El golpe de la puerta abriéndose bruscamente la hizo saltar y encogerse en su lugar. Empezó a llorar.

- Al fin despiertas, cariño.- dijo la mujer acercándose a ella..- Nos has metido en problemas, querida. Aunque lleves aquí un tiempo no lograrás escapar. ¿No te he dicho dónde estamos? ¿No? Estamos en Italia, así que puedes gritar y patalear todo lo que quieras pero nadie te va a escuchar.- ríe amargamente la mujer

- Pudrete...- escupió Lenay mientras lloraba.

- No me hagas reír cariño, aquí la única que está pudriéndose eres tú..- sonrío y se acercó a un más a Lenay, esta se encogió y empezó a llorar.- Eres tan hermosa. ¿Que se sentiría follarte? Oh, de tan solo pensarlo me excita. Tal vez...- pensó aquella mujer por un momento.- ... solo un rato, para saciarme. Créeme que no desaprovecharé esto.

Oh no, lo que le faltaba a Lenay; ser brutalmente violada por una mujer realmente enferma. No,no, no, no.

¿Ella de verdad hará eso? ¿De verdad, de verdad lo hará? ¿Así nada más?

Chilló y dejó escapar un sollozo cuando la mujer empezó a besar su cuello. Pero Lenay no podía hacer nada, estaba atada. Más que rogar y rezar esperando a que todo esto acabe.

- no... por favor... déjame.- rogó Lenay

- ¡Grita! Eso solo lo empeora más... - subió sus besos hasta la oreja de Lenay y empezó a dejar besos allí.

La mujer desató por primera vez a Lenay, y esta cayó al suelo e inmediatamente se escondió en una esquina , escondiendo su rostros entre sus rodillas. Y empezó a llorar más fuerte.

Ésta mujer está realmente muy enferma. Mal de la cabeza y con serios problemas mentales.

Pataleo y grito cuando unos brazos la tomaron bruscamente, sintió el frío de un desgastado colchón y sintió un peso en suma suyo.

¿Donde estás Germán...?

My little girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora