Ep. 8 "Volvamos a encontrarnos en la otra vida"

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"Las estrellas revelan a aquella persona que ya no tenemos físicamente con nosotros. Hasta el día en que muera admiraré la estrella más bonita en el firmamento, para no olvidar su rostro y poder reconocernos en nuestra siguiente vida" 


○Narra SooHee○

Las palabras de So Hyuk resonaban en mi cabeza, ¿Qué era lo que ocurría con el? .

La luz de la pequeña mesa a un lado de la cama me permitía tener visión de toda la recamara, comencé a mirar hacia mis lados y en un acto de desespero sacudí mi cabello emitiendo una especie de alarido. Me estaba enloqueciendo, eso debía ser; o ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Era una especie de broma? ¿Por qué todo eso sucedía junto? ¡TODO EN UN SOLO DÍA!
Corrí los cabellos de mi cara y un gran suspiro se escapó de mi interior, me levanté de un salto y miré hacia la salida frunciendo mi ceño.


— ¿ESTAS LOCO? ¿ACASO NO ME ODIABAS? ¡¿ ACASO YO ENLOQUESÍ ?! —Grité con todas mis fuerzas sin esperar ser escuchada. Respiré con fuerza una, dos, tres veces cerrando mis puños a los laterales de mi cuerpo erguido. Pero algo hizo cliché en mi cabeza en ese momento de furia total. 


○Flashback○


Lo miré extrañada pero no le pregunté, simplemente permití que su rostro se acercara hasta el mío. 


○Fin del Flashback○

Mis ojos se abrieron de par en par y de momento mientras me encogía literalmente de cuerpo cerré con fuerza nuevamente mis ojos, entonces cuando me volví a erguir..

○Flashback 2○


—¡YEAH! — So Hyuk se encontraba sentado frente a mi


.......

— Tus labios — Formó temerosamente un pico de pato, para luego cubrirse el cuerpo con sus brazos en forma de cruz

.......

— ¿De verdad te gusta el ñoño ese? 



○Fin del Flashback 2○



Un nuevo grito fue golpeando el cielo de sorpresa, esta vez de verdad me iba a volver loca, ese lunático me había visto actuar de esa manera. Mi cuerpo se resignó por lo que tomé con una de mis manos el acolchado de sobre la cama abriendo un espacio, un dí mi rostro in expresivo sobre el colchón y me arrastré como un gusano para quedar bajo el cobertor y poder morir tranquila. Mis pies comenzaron a revolotear haciendo que el cobertor se elevara en más de una ocasión, luego de un rato de descarga compulsiva asomé mi rostro a la superficie mirando hacia el techo.


— ¡ Ahora si creo que puedo morir tranquilamente! 


◘◘◘

○Narrador○


A la mañana siguiente, el despertador sonaba haciendo que el joven de cabello castaño fuera despegando sus ojos y viera a su alrededor intentando encontrar el aparato que no dejaba de escandalizar la silenciosa casa. Al encontrarlo lo cayó y se levantó de su acogedora cama para comenzar a desperezarse y asearse. 

Ya bañado y vestido como era debido se encaminó a la salida sin hacer mucho ruido, sus abuelos aun descansaban y hoy Ji Won iría tarde a clases ya que por recomendación medica no podía asistir a la exposición de campo. Ella era una joven algo delicada de salud y arriesgarse a estar en el campo con la cantidad de enfermedades que podía llegar a agarrar por una simple picadura de mosquito o algo similar era una locura.




Llegó a casa de su respectiva patrona luego de una hora de viaje en transporte colectivo y 15 minutos caminando por el gran patio hasta la casa. Se acercó a la entrada y elevó la protección de la entrada para marcar la contraseña..
«33-30-09» Pronunció mientras la marcaba, el acceso era aprobado, bajó el protector y se adentró a la casa.
Mientras la señora dormía en la segunda planta el chico comenzó a dejar su vieja mochila y saco de tela a un lado y se dirigió a la nevera, sacó algunas verduras y otras cosas y comenzó a preparar un típico desayuno. Lo colocó sobre la mesa en la sala de estar y comenzó a lavar lo que había dejado sucio.
No pasaban veinte minutos que la mujer se encontraba ya vestida perfectamente con una falda tubo de seda negra y una blusa blanca con un moño sobre su cuello hecho de la misma tela, unos tacones negros con suela roja y su cabello perfectamente recogido, y un maquillaje que hacía resaltar su delgado rostro. La línea de sus ojos era gruesa y con terminación fina, perfecta para sus ojos, sus labios eran rojizos por naturaleza por lo que no llevaba más que un brillo que los hacía resaltar. 
Estiró su cuerpo mientras descendía y ahí se encontraba el desayuno servido y el joven que lo había preparado, el cual ahora volteaba sonriente y mostraba sus respetos a la misma sin obtener respuesta del mismo. Sin hacer mucho caso a nada, la joven se dirigió hasta la nevera y tomó una botella de 600ml de agua, como era de costumbre la destapó y bebió de la misma, anterior mente no se hubiese frenado a pensar o a ver siquiera el desayuno que el chico le preparaba, pero hoy era un día especial.
Se paró a un lado de la mesa y tomó una cuchara, sin siquiera sentarse hundió la misma en la sopa que se encontraba ahí y al elevar la cuchara se encontró con esa sonrisa nuevamente.
Sus ojos se abrieron de tal manera que parecía que se saldrían de orbita « ¡DEMONIOS! » se gritó para si misma, de un solo movimiento hizo que la cuchara se golpeara contra el tazón que tenía la sopa. La sonrisa del joven se borró y ahora se encontraba una de preocupación, vio caer la cuchara y luego elevó su vista a la de la mujer sin terminar de entender que sucedía.

Quiéreme solo a MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora