No hay nada que agradecer a las personas desagradecidas, ni nada que dar a las personas que no saben valorar.
No hay nada que pensar cuando todo está solucionado, ni nada que decir cuando todo está más que hablado.
No hay nada que sentir cuando ya te has tirado y no ha habido nadie abajo para cogerte en brazos.
No hay nada que perder cuando todo está perdido, ni nada que arriesgar por quien no lo ha merecido.
No hay nada que soplar cuando el viento no va a tu favor, ni nada que echar al mar si todo lo que hay está vacío.
No hay nada que creer cuando se ha mentido, ni nada que valorar cuando todo ha sido una farsa.
No hay nada, cuando no hay nadie, y no hay nadie, cuando no ha sido.
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Cartas al amor de mi vida
PoetryA ti, que te escribí antes de saber quién eras. 2015-2016.