Cartas al amor de mi vida

36. Virginia

El camino más fácil hacia el suicidio, el camino más fácil hacia un abismo al que, sin duda, estoy deseando caer.
De algo hay que morir.
Y cada vez que me pongo a escribir(te), una parte de mi se quiebra.
Que forma más dulce y dolorosa de morir -por ti-.
Besarte es adicción, pura pasión.
No hay nada como tú, mi amor.
Nada como tú.
Y qué fácil, y qué difícil a la vez.
Ojalá te apedillaras olvido, o consuelo.
Qué pena que te claves como lanzas y te Cuezas a fuego lento.
Como las peores torturas, como los peores martirios.
Poquito a poco, que sienta, que duela.
Que se clave, a ser posible, en lo más profundo -del alma-.
Y nunca, nunca digas nunca, porque nunca se olvida.