No eres tú

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NARRA BONNIE:

Rosa me miraba con lástima, me quedé unos segundos pensando pero me di cuenta de que había estado mucho rato allí, miré la hora. Las ocho y cuarto. Me levanté de golpe.

-Me tengo que ir, el concierto es en cuarenta y cinco minutos. ¿Estarás allí no? -su sonrisa volvió instantaneamente.

-Claro, en primera fila como siempre, no me lo perdería por nada.

-Pues allí te veo. Hasta luego.

Salí de la casa y fui al estudio de grabación de nuevo. Allí todos estaban de los nervios por el concierto, fui a vestuario y a peluquería. Bonbon y Chica estaban histéricas tanbién así que me tocó soportarlas. Rubén, Sia y yo subimos a la limusina y fuimos hasta el centro donde se encontraba el escenario que habían instalado para el concierto. Había tenido suerte de que ese concierto fuera allí ya que otras veces había que estar varias horas en el vehículo. Subimos por la parte de atrás y nos quedamos en el enorme espacio que había tras el telón donde todos revisaban los últimos detalles para que todo saliera perfecto. Fuimos por ahí para que ningún fan nos viera, había muchos hombres vigilando que nadie se colase sin entrada y que nadie pasara a la parte de atrás donde estaba la estrella.

Por un momento me pareció ver algo raro... algo fuera de lugar y el corazón se me aceleró de repente pero no le di importancia, era lo normal ¿no? La adrenalina de salir delante de tantísimas personas... intentaba con todas mis fuerzas pensar eso y esperaba no haberme vuelto un paranoico buscando gente con la que soñaba y que era imposible que existiera.

Guitarra, micrófono con auricular y... listo. Salí. Todo el mundo se puso a gritar y a aplaudirme coreando mi nombre. No hace falta decir que acabé agotado con ese concierto, canté, baile, grité... e hice todas las repeticiones que me pidieron. No me gustaba dejar a los fans descontentos. Me tomé un descanso de cinco minutos antes de volver al escenario. Bebí agua e hice ejercicios vocales para no levantarme afónico al día siguiente.

Mientras bebía, encontré lo que estaba fuera de lugar. Un chico de ojos verdes con un gorro gris se acercó.

-E-eh... hola... -Esa voz... no. Tonterías.

-Hola, ¿cómo has conseguido colarte? No trabajas aquí, nunca te había visto.

-Uno de los vigilantes se ha dormido. -titubeó el chico.

-Jajaja. Sin duda tienes agallas. Y dime, ¿qué quieres de este humilde cantante famoso?

-Yo...

-Bueno, -le interrumpí- lo siento mucho pero tendrás que esperar. Debo terminar el concierto.

Sin decir nada más me levanté y le dejé con la palabra en la boca salí de nuevo y retomé el concierto. Terminé rápido, estaba muy cansado. Volví al espacio tras el telón y volví a ver a aquel chico del gorro.
Se acercó a mí tras terminar. Estaba cansado tras la actuación así que me quité la camiseta y cogí una toalla y una botella.

-¿Y qué quieres ahora? Eres insistente... -le dije cansado.

-Yo quería... -tenía las mejillas rojas.

-Un autógrafo, obviamente ¿no? Estoy acostumbrado a firmar autógrafos todo el día, chico. Jajaja.

Le quité la libreta que traía consigo y con el bolígrafo escribí:

"Para el fan tímido.
Suerte, azulito.
Firmado: Bonnie."

Y se la devolví. Él la miró y negó con la cabeza.

-Yo venía para otra cosa, pero ya no hace falta, ya veo que no eres tú a quien yo buscaba.

Se giró e iba a irse pero le sujeté el brazo. Él me miró molesto.

-Eh, eh, eh... esas no son formas. Creo que no nos hemos presentado y encima hemos empezado con mal pie. Soy Bonnie. -Le tendí la mano. Él dudó un poco pero al final la aceptó.

-Soy Bon.

Me mareé. Y mi corazón se aceleró de nuevo, hasta parecía que se me iba a salir del pecho ¿otra vez aquellos estúpidos falsos recuerdos me estaban jugando una mala pasada? Disimulé y sonreí.

-Encantado, Bon. Oye, ¿qué te parece si nos vamos a tomar algo y me cuentas el por qué de ese comportamiento? Iba a ir con unos amigos pero se han rajado al último momento. -mentira piadosa, mentira piadosa.Mientras hablaba me puse otra camiseta.

-Lo siento, no salgo con desconocidos y no bebo. -mal empezamos...

-Vale entonces nos olvidamos de eso ¿qué te parece si vamos a comer pizza?

-Queda lo del desconocido.

¿Desde cuando yo rogaba a niñatos para que fueramos amigos? Ah, sí. Desde que me había vuelto paranoico con mis sueños locos.

-No somos desconocidos.

-¿No lo somos? -me miró confundido.

-Claro que no. Me llamo Bonnie, tengo el pelo morado, los ojos rojos, toco la guitarra eléctrica, me gustan las gominolas de mora, mi cumpleaños es el 17 de febrero, soy acuario, mido 1,70 y peso 57 kilos. ¿Ves? Nos conocemos perfectamente. -Bon rió tras mi ocurrencia.- Bueno, entonces ¿qué? ¿Hay pizza?

-No se... sí te acabo de conocer... no soy de por aquí y no se si eres de fiar.

-¡¡¡Chica!!! -grité y la rubia me miró- ¿A que sí soy de fiar?

-Para nada. -dijo para luego irse. Bon reía a carcajadas.

-No la hagas caso. Es pura envidia.

-Ya... creo que declinaré tu oferta. Además tampoco tenía tanta hambre. -al terminar la frase le rugió la tripa y esta vez era yo quién me reía.- Vale... pero solo un rato. Luego me iré y ya está ¿vale?

-Tus deseos son órdenes para mí. -me incliné un poco haciéndole sonrojar.- Vamos antes de que venga mi representante o nos matará y nos dejará en una cuneta, a ti por colarte y a mí por hablarte.

Salimos de nuevo por atrás y pedí un taxi. No iba a ir en la limusina, odiaba ese transporte además seguramente Rubén seguiría por allí. Le di la dirección al taxista y él nos llevó. Me reconoció y no me quiso cobrar pero aun así yo pagué. No me gustaba aprovecharme de la gente, solo aparentarlo. Bajamos del taxi y nos quedamos en frente del local.

-¿Pizza inferno? Nombre ingenioso... -observó Bon. Yo sonreí, debía ser la única persona que se fijaba en esos detalles. Al menos, la única persona que conocía.

-Supongo que sí es ingenioso. ¿Entramos?

-Sí.

Recordémonos (BonxBonnie) #FNAFHS Secuela de Mi Ángel #PremiosFNAFHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora