Recordémonos (BonxBonnie) #FNAFHS Secuela de Mi Ángel #PremiosFNAFHS

¿Fin?

¡¿¡¿A QUE NO SABEIS QUE DÍA ES HOY?!?! ¿Quién lo sabe? :D

A quién quiero engañar, nadie lo sabe :(

Final de temporada en 3... 2... 1... ¡¡¡dentro texto!!!
____________________________________

NARRA BONNIE

Hacía apenas dos meses que habíamos derrotado a Don Toño y a Rubén. Ellos seguían en prisión así que el consejo estaba formado por Eddo y Rosa. Todo cambió mucho en muy poco tiempo, cambió para mejor, por supuesto. Ellas devolvieron la memoria a todo el mundo, todos los que tenían una idea equivocada de los del mundo contrario, se retractaron. Rosa y Eddo rompieron la barrera que separaba ambos mundos y desde entonces todos vivíamos en unidad. Ya no había reglas que impidieran la amistad entre ángeles y demonios y por supuesto también se habían abolido las reglas en contra de los híbridos. Había muchos más de los que pensábamos, se escondían de la Guardia viviendo como bandidos y algunos ni siquiera habían conocido todavía a su alma gemela. Nuestros amigos no eran una excepción. Fred y Freddy se habían ido a vivir juntos. Hacía unos pocos días nos habían invitado a su casa. Tenía una sala entera que usaban como biblioteca y ya casi no había espacio para tantos libros. Mai y Puppet no viven juntas pero sí muy cerca una de la otra puesto que viven en pisos uno justo en frente del otro más o menos a... no sé, ¿diez metros quizás?

Nosotros no somos una excepción a la felicidad popular. Bon despertó a los tres días de haber recibido el disparo de Rubén y mientras tanto yo le estuve cuidando en mi casa. Me explicó que Don Toño jamás le dijo que tenía intención de matarnos y que le había encomendado el deber de encontrarme mucho antes de recuperar sus recuerdos. Si le había seguido el juego a Don Toño había sido solo para poder rescatarnos después. También me confesó que le había partido el corazón verme tan destrozado y casi se puso a llorar en frente de mí.

Obviamente seguíamos siendo novios. No había nada que perdonar puesto que él no había tenido la culpa de nada. En ese momento me encontraba buscándolo entre la gente. Rosa había organizado una fiesta en la plaza de los ángeles. Para que todo el mundo se reuniera allí, para los que todavía no habían entablado amistad entre mundos. Esquivaba a ángeles y demonios mirando hacia todos lados y buscando la cabellera turquesa de mi novio cuando noté que alguien tiraba de mí bruscamente hacia un callejón dejándome acorralado en la pared. Abrí los ojos que había cerrado por el susto y vi unos preciosos ojos verdes mirándome fijamente.

-Hola... -dijo con la voz grave y una sonrisa pícara en la cara.

-Hola Bon. Bonitas alas... ¿por qué negras ahora?

-Hay un don que quiero enseñarte... -susurró cerca de mis labios.

Tenía sus manos en mi cintura y yo mis antebrazos apoyados en sus hombros entrelazando mis manos tras su cuello. Me encantaba cuando ponía esa voz tan grave y sonreí acercándome más a sus labios.

-¿Ah sí?

Me besó dulcemente apretando mi cintura con sus manos. El beso fue ganando intensidad conforme se alargaba hasta convertirse en uno más salvaje casi comiéndonos la boca el uno al otro. Bon se separó de mí un instante, lo suficiente como para ver cómo sus ojos brillaban con cierta lujuria en ellos. Se acercó a mi cuello y empezó a besarlo. Lo estaba disfrutando hasta que ambos escuchamos un carraspeo a nuestra derecha y nos separamos ipso facto.

-Ejem, ejem... Siento interrumpir pero necesitamos que vengais a un lugar donde no nos escuchen... ahora...

Eddo y Rosa nos miraban ojipláticas y Rosa sangraba un poco por la nariz. Eddo sonrió nerviosa y por alguna razón Rosa se puso a llorar.

-¿Y a ti qué te pasa ahora?

-Buaaaa he interrumpido un momento yaoi, ¡¡¡¡no me lo perdonaré en la vida!!!!

La miramos como quien mira a un extraterrestre y Eddo la tendió un pañuelo con el que se limpió las lágrimas.

-Hala, hala, ya pasó. -la calmó Eddo.

Tras esa extraña situación y habernos desanimado en silencio por la interrupción de nuestras amigas los cuatro volamos hacia la Sede del Consejo. Por el camino ambos nos mirábamos como disculpándonos por lo de antes aunque no había sido culpa nuestra.

Llegamos en seguida. Había mucha gente volando ese día pero por suerte éramos rápidos, muchísimo. Nos cruzábamos con mucha gente. Todos sonreían y me sentía feliz de haber contribuido a ello.

Saltaremos la narración hasta estar en la Sala del Consejo. Rosa había decorado un poco la habitación y tan solo con unas plantitas y unos posters (y una tele también) había quedado mucho más bonita.

-Me gusta el aloe vera, ¿es nuevo?

-En realidad no, -contestó- es de mi madre y se estaba haciendo tan grande que ocupaba toda la mesita del balcón así que me le ha regalado y se ha quedado con uno más pequeño.

-Rosa... no les hemos traido para hablar de tu cactus raro.

-No es un... -Rosa suspiró.- Esta bien, está bien... bueno, como ya sabéis, con la marcha de Rubén y Don Toño del consejo han quedado dos vacantes y creemos que vosotros seríais perfectos para ese puesto.

-¿N-Nosotros?

-Sí, seréis del consejo, tomareis decisiones que harán felices a todo el mundo. Si queréis, claro.

Bon y yo nos miramos como preguntándonos si asumiriamos esa responsabilidad. Sonreí y él sonrió conmigo. Nos volvimos hacia las chicas y al unísono contestamos.

-Queremos.

Después de unas cuantas felicitaciones por parte de nuestras amigas, volvimos a disfrutar de la fiesta. Fred se había subido al escenario con Freddy y le estaba dedicando una canción cumbiera. Jamás lo hubiese pensado de él pero... las cosas cambian, supongo. Mientras él cantaba y bailaba con Freddy los de abajo del escenario también bailábamos en parejitas.

-Quiero decirte al oído tantas cosas preciosas que estoy sintiendo por ti. Que te quiero que te adoro que eres el hombre que he soñado que me haces muy feliz. Que si no estás me falta el aire, que eres la razón de mi existir. Amor por favor nunca me faltes que tú eres solo para mí.

-No sabía que bailabas cumbia, Bon. -le comenté mientras bailábamos.

-Recuerda que yo no soy el del acento español, amor.

-Cierto... oye, Bon...

-¿Sí?

-Te amo... -Bon pareció algo sorprendido por esa declaración tan de repente pero con las mejillas sonrojadas me contestó para luego besarme de nuevo.

-Yo también te amo...