Ella es el agua, mientras él es fuego. Ella es la fría noche, mientras él es un cálido día. Ella es analítica como la física, mientras él es tan explosivo como la química. Ella es el viento que todo lo mueve y él la tierra que todo lo siente. Ella es la vida que cuida la vida, él es el destello que al mundo ilumina, ella es la sombra oculta en las orillas, él es la claridad presente en las esquinas. Ella se esconde, él la busca, ella lo pierde y él la encuentra. Ella es astral y relajante como la luna, mientras él posee luz propia y poderosa como el sol. Ellos son la prueba renaciente de una pasión latente que al mundo vibra intensamente, son la mezcla de la inseguridad convertida en fortaleza, son como una guerra que siempre prevalece activa, con la finalidad de jamás herir a alguien. Él la amo como nunca antes había amado, no importaba nada más que ella para él. Era ella la dueña de su reinado. Ella era su luz que le guiaba en el camino, ella era la oportunidad más grande que le había otorgado el destino. Ella lo miraba con tanta ternura. Como si él fuera el único ser humano en la tierra, ella le confiaba hasta sus más profundos secretos, pues él era la clave de todos sus deseos, ella le entregó su vida en cuerpo y alma pues le dio la suya para así entregárselo a su calma. Ella es poesía y él es música, ella le escribe a su musa mientras él le canta al viento. Sus pasiones se unieron para permanecer siempre juntos y sus perdiciones fueron no volverse a ver más nunca. Helena se llamaba ella y Paul se llamaba él y sin darse cuenta ambos seres se entregaron hasta desfallecer.
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Paul y Helena
RomanceEl desastre también se puede enamorar, ya que si el desastre encuentra al orden posiblemente estos mutuamente se podrían llegar a gustar. Helena era el orden disfrazado de desastre, mientras que Paul no era más que un mísero desastre enmascarado en...