Capítulo 6: "Un guía en la ciudad"

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Un amigo es como un guía, el cual se encuentra dispuesto a guiarte por su mente, sus recuerdos, sus miedos, logros y malos momentos. Un amigo es aquel confidente capaz de guiarte hacia cualquier dirección que debamos tomar, es como un aliado incondicional el cual se debe de valorar sin esperar nada a cambio. Un guía se caracteriza por enaltecer las bellezas naturales de su patrimonio nacional, haciendo así un hincapié en lo que más le gustaría que su pupilo, o residente turístico aprecie más en una región determinada, de hecho tiene mucho en común con la amistad, ya que aquellos aliados o compañeros incondicionales que nos ofrece el destino, son capaces de resaltarnos sus grandezas, para recordarlos más adelante. Un guía establece adecuadamente su función cuando le brinda a sus servidores un camino adecuado para alcanzar lo que sea que estos estén buscando, en cuanto a un amigo, estos establecen la suya guiando a sus confidenciales al interior de sí mismo para de esta manera lograr crear un vinculo único que esta cantidad de personas pueda alcanzar a ser. Un amigo sólo te busca en las buenas, pero un real amigo es aquel que te también te busca en las malas con el propósito de guiarte y ubicarte en donde sea que necesites estar.

-Muchísimas gracias señorita Galiante, mañana por la mañana le daremos la información que necesita para tomar la prueba de admisión.- Dijo muy formar el señor Campbell luego de haber recibido a "Mi musa de tres días" Pues fue así, tres días más tarde luego de haber redactado mi creación, por fin me digne a volver a salir a la luz, pero esta vez acompañada por la intriga.

Salí de la institución y no pude notar la ausencia del señor Hamilton, es decir aquel amable hombre ofreció traerme y llevarme a la universidad de Kingston para de esa manera entregar mi carta pero creo que se ha retirado.

-Hm... No queda más que esperar.- Antes de que pudiese tomar asiento, Paul se hizo una aparición en un hermoso auto descapotable en color blanco.

Derrapando y presumiendo su vehículo, se acercó a mí con unos lentes de sol muy atractivos y su brazo derecho sobre la puerta, mientras su otra mano controlaba el volante.

-Cuidado te atropello.- Dijo alardeando.

-Hm... ¿Me podrías explicar de dónde sacaste ese auto...? Es que a caso ahora a delincuente te has metido...-

-Digamos que me lo presto un amigo.- Yo aun de brazos cruzados pero riéndome ante la situación decidí subirme a aquel hermoso auto.

-¿Qué ocurrió con el señor Hamilton?- Pregunté extrañada

-Tuvo que ir con la señora Tiffany de urgencias al ginecólogo, unos dolores que sufrió estando en casa, debido al embarazo.-

-¡Dios Mío!-

-Descuida, dijo que no es grave- Dijo para tranquilizarme. -Ven y acompáñame, desde que llegaste nadie se ha molestado en enseñarte la ciudad.-

Acepté gustosa, quiero decir, era imposible negarme ante una propuesta tan encantadora como esa.

-Bien, serás mi guía y más te vale que no se te escape ni un solo rincón.- Dije con una gran sonrisa bien marcada en mi rostro la cual él respondió con una igual de favorecedora y uno que otro de sus "comentarios" Era un presumido, pero a su vez encantador, como si una persona que jamás soportabas se hubiera acercado hacia ti para cumplirte un favor... Era extraño

-Descuida mi poetiza, te prometo que hasta en los lares en que soy más reconocido, te voy a presentar.-

-Imbécil- Reí.

Hay guías que están sellados con el don del silencio, aquellos que tienen prohibido relatar las historias más perturbadoras de alguno de sus destinos, o los guías que tienen prohibido mencionar alguno de los obstáculos que se presenten en las diferentes trayectorias, sin embargo nuestros guías confidenciales también conocidos como nuestros amigos poseen el don de guardar una gran cantidad de secretos y sentimientos, siempre y cuando estos sean verdaderos y profundos.

Paul y Helena Donde viven las historias. Descúbrelo ahora