La mente de Jane Brown

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Habían pasado horas y no conseguía que esa conversación con Jane saliera de mi cabeza. Su voz, su manera de mirarme... 

Estábamos todos en nuestra celda, en teoría teníamos que estar teniendo recreo pero uno de los chicos había robado dinero de uno de los encargados del centro y, como no había salido el culpable, todos fuimos castigados sin salir.

-Esta mañana he estado hablando con tu novia, nos ha tocado limpiar juntos la cafetería.

-Sí, lo se. ¿Y que tal?- De verdad parecía que le interesaba.

-Bien, creo que es buena chica. Tus amigos son un poco exagerados.- Su expresión facial no pareció darme la razón.

Claro que no pensaba eso. Sí, tal vez había algo en ella que me atraía, pero no pensaba que lo que decían los demás fuera exagerado, la veía capaz de hacer todo lo que decían, pero no le iba a decir algo así sobre su novia a un criminal, por mucho que él también lo pensara.

Brenda, la celadora de la que Cameron estaba enamorado, apareció y abrió la puerta de mi celda.

-¿Scott Harrison?- Dijo al abrir la puerta (Esta vez con llave, no como cuando se abrían todas, que se abrían automáticamente cuando apretaban un botón)

-Soy yo- Respondí

-Tienes que venir conmigo- Sujetó la puerta y cuando salí la cerró de nuevo.

La seguí por los pasillos del centro. Por algunas ventanas se podía ver el recreo, donde estaban las chicas, ya que ellas no habían sido castigadas. Pude ver a Jane, sentada en un banco, ella hablaba gesticulando mucho y un gran grupo de adolescentes la escuchaba con atención, me pregunté que estaría contando.

Llegamos a una sala con una puerta de metal, donde se encontraba una mujer rubia con una bata blanca.

-Aquí te lo dejo- Le dijo Brenda a la otra mujer, y se despidió con una sonrisa educada.

- Hola Scott- La mujer parecía agradable- Soy Amanda. Verás, como eres nuevo aquí tengo que hacerte unas simples pruebas para saber que te encuentras en perfecto estado mental. ¿Te parece bien?

-Claro- Respondí. ¿Que se esperaba? ¿Que le dijera que no para que unos guardias me apalizaran por desobediente?

La mujer se sentó detrás de una mesa y yo al otro lado, de espaldas a la puerta.

Lo único que preguntó fueron tonterías, y yo le contestaba lo que ella quería oír. Por ejemplo: ¿Ella me preguntaba que había pasado para que yo estuviera allí? Pues yo le respondía  que intenté asesinar a un compañero de clase. Si le decía la verdad a lo mejor acababa como jane cuando entró, aislado y tratado como un loco.

De repente Brenda volvió a entrar en la sala, pidiendo por favor a la doctora que saliera a hablar un momento, que era importante. Me quedé solo. Eché un vistazo a la sala en la que me encontraba. Intenté no hacer ningún ruido para escuchar lo que estaban diciendo al otro lado de la puerta, pero no escuché nada. Encima de otra pequeña mesa, que se encontraba en un rincón de la habitación, vi que había un par de carpetas de un amarillo oscuro. Como persona curiosa que soy no pude evitar echarles un vistazo. Miré a la cámara que me observaba, la cual utilizaban para grabar las sesiones y protejer a la doctora, y me fijé en que no abarcaba el rincón donde se encontraban las carpetas. Hice como que daba vueltas a la habitación, impaciente, y me acerqué a la mesita. Las leí por encima, eran una especie de notas sobre la mejora de los que estaban aislados (o habían estado aislados). Arthur Miller, Lukas Gomez... y Jane Brown, como no. Obviamente lo abrí.

Habían varias fotocopias, tal vez para repartir entre el personal en alguna ocasión. En ellas se destacaba el perfecto comportamiento de Jane durante las sesiones. Según eso la paciente mantenía conversaciones coherentes, tenía un comportamiento normal, no tenía tendencias suicidas  y era capaz de sentir arrepentimiento por los errores que había cometido en el pasado.

Eso no encajaba con lo que yo había visto en ella.

Escuché como la puerta empezaba a abrirse y rápidamente cogí una de las fotocopias y la guarde dentro del bolsillo del pantalón naranja.

En cuanto volví a mi celda acompañado por la doctora, la cual se despidió educadamente, le planté a Axel la fotocopia a centímetros de su cara.

-Mira esto, son los avances de Jane.- Axel los miró.

-¿Y que pasa?

-Mira lo que dice sobre ella. Axel...¿como puede ser? He hablado poquísimo con Jane y ya me he dado cuenta de que ella no es así, además que se nota a simple vista que no está del todo bien ,y también por lo que dicen tus amigos de ella.

-¡¿Puedes no gritar?!- Axel se enfadó- Ademas, ¿porque coño te importa tanto?

-Tu sabes algo... cuéntamelo, por favor.

Me sentó a su lado en la cama y empezó a susurrar.

-Jane es inteligente,no estará totalmente bien de la cabeza, pero es muy lista.

-Engañó a los médicos, ¿verdad? Fingió que se curaba.

-Exacto. Pero no puede enterarse nadie, ¿de acuerdo? Solo lo sabemos ella y yo, y ahora tú.

-Yo no diré nada, pero ¿no crees que sería mejor para ella si estuviera aún aislada?

-No, eso hace que aún se vuelvan más locos Scott. Como los tratan no hace que mejoren.

Obviamente yo no iba a decir nada, cuando lo descubrí ni siquiera se me ocurrió hacerlo. Yo solo me alegraba por entender por fin un poco de la brillante pero loca mente de Jane Brown.

Mi experiencia con Jane Brown.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora