Como siempre

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Me despertaron unos gritos, casi cada día había una pelea a esas horas, ya estaba acostumbrado a que ese sonido fuese mi despertador.
Desyunamos, Jane estaba sentada con sus amigas en la otra punta de la cafetería, y no dejaba de mirarme.
-¿ Te está molestando? - Escuché decir a Axel.
-¿Qué? - Le respondí confuso.
-Jane, ¿porque te mira?
-Yo que se... déjala, ya se cansará- Reí.
Salimos al recreo, como siempre después de desayunar. Nos sentamos junto a las chicas en los bancos de siempre (más bien eran como unas gradas). Axel se levantó.
-Chicos, ahora vuelvo- Y fue, como siempre desde hacía una semana, a hablar con Louis. Ese chico, por lo que me habían contado, era más peligroso que todos los que estaban sentados conmigo juntos, y eso era difícil.
-Porque va tanto Axel a hablar con ese tío? -Pregunté yo.
-Dicen que tiene un trato con él o algo así, aprovechando que están juntos en lo de las tareas, pero no nos quiere contar nada.- contestó Lydia - ¿Vosotros sabéis algo chicos?
Ellos negaron con la cabeza.
-No suele contarnos esas cosas.- Dijo Cameron.
Axel volvió, Jane estaba con la cabeza en mi hombro. Mi compañero de celda nos miró, y soltó un bufido.
-Axel... ¿Que estás tramando pillín?-Rió la ex de éste.
-Nada que te importe.- Ni siquiera la miró.
-¿Desde cuando me hablas así?
-Desde que te volviste aún más insoportable de lo que ya eras.
Jane lo miró, rió, y le pegó un pisotón que hizo que el chico se levantara de un salto. Él se fue al sitio de las gradas más alejado de ella.
La miré, y negué con la cabeza, para que supiera que tenia que comportarse, y más delante de los celadores.
Llegó la hora de las tareas.
Lo primero que hizo cuando nos quedamos solos fue besarme, me aparté bastante rápido y empezamos con el trabajo.
-Era tu padre?- Preguntó de repente.
-¿Quién? - Estaba pensando en mis cosas.
-El que estaba ayer contigo en la sala de visitas.
-Sí, era mi padre.
-Iba elegante, llevaba un buen traje -Cómo siempre, se acercó mucho a mi- Debéis tener mucha pasta, no?
-Bueno, no me puedo quejar. Es juez.
-¿Importante?
-Bastante.
Jane no pudo evitar ponerse a reír, se tuvo que agarrar fuerte a la encimera para no caerse al suelo. No se porque su risa me hacía sonreír, y a la vez me daba escalofríos.
-¿Qué te hace tanta gracia? -Yo la miraba. Definitivamente los locos son más felices que los cuerdos.
-Osea... tienes un padre juez, y estás aquí metido? -Seguía riendo- Pues tan importante no debe ser entonces.
-Sí lo es, pero no quiso intervenir en esto.
Jane se puso seria de repente.
-Pues vaya mierda de padre, ¿no decías que eras inocente?
-Y lo soy.
-¿Y no lo sabe? -Se sentó encima de la encimera-
-Sí, ya me ha dicho que va a hacer lo que pueda para sacarme.
-Qué bien - Sonrió, no de manera macabra, sino sincera, pero apagada.
-¿Te pasa algo? -pregunté yo mientras agarraba un plato y volvía al trabajo.
-No, no importa.- Ella también continuó lavando los platos.
No quise insistir, si quisiera me lo contaría, no iba a presionarla.
-Y quien era la que estaba contigo en la sala?- Sentía curiosidad.
-Era una amiga mía de clase antes de... bueno, de esto. Nunca me había venido a visitar, y de repente aparece.
- ¿Y porque?
-La muy zorra se ha quedado embarazada con 17 años- Se puso a reír de nuevo- Y vino para que yo le demostrara que sentía pena por lo que le había pasado. ¿Pero sabes que hice?
-¿Qué hiciste?
-Reírme en su cara, tendrías que haberla visto, aún debe estar llorando- seguía riendo.
No se porque pero me sacó de nuevo una sonrisa, Jane tenía su gracia.
Se creó un silencio, seguíamos lavando los platos, yo la miraba, ella se quedó con la mirada en un punto fijo. Le pasaba muy amenudo, y su cara adaptaba diferentes expresiones, aveces sonreía, otras veces le caía una lágrima. Siempre me preguntaba si estaría viendo o escuchando algo que sólo ella podía percibir.
-Jane - La saqué de su mundo- Tengo que pedirte un favor.
-Lo que sea Scooter.
-No vuelvas a abrazarte a mi ni nada de eso delante de los chicos, y menos delante de Axel Porfavor.
-Tranquilo, si es lo que quieres... todo quedará en esta cocina.
Me besó y le agarré las nalgas, eso me encantaba.
Después de un rato en las celdas, media hora en la que Axel no dijo nada (Solo escribía concentrado algo en un papel ) regresamos al Recreo, era bastante aburrido, todos los días eran iguales: Del recreo a las celdas, de las celdas al recreo... Por suerte Jane Brown estaba allí para hacer los días más entretenidos.
-Mira preciosa, tu sabes la buena pareja que haríamos tu y yo? Dominariamos el mundo- Alfredo intentaba ligar con Gabriela, siempre estaba igual.
Yo estaba sentado al lado de Jane, y axel detrás, entre ella y yo.
-Mira a Alfredo- Me dijo él- A ti te gustaba Lydia no? Aún no has hecho nada. Sigue el ejemplo del mexicano- Reía.
Yo también reí y negué con la cabeza.
A Jane pareció molestarle ese comentario y, como persona loca y impulsiva que era, me besó salvajemente, dejando boquiabiertos a todos los presentes, en especial a su ex.

Mi experiencia con Jane Brown.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora