Vida normal.

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Me encontraba delante de un cristal, al otro lado estaba Jane mirándome. Ella sonreía, como siempre, pero era una sonrisa demasiado forzada. Yo le hablaba, le decía que iba a sacarla, pero ella parecía no escucharme. Se dedicaba a mirar sin parar a los lados, con miedo, esperaba a que llegara algo. Y llegaron, unos agentes que le empezaron a gritar.
-¡Loca! ¡Ya no nos engañas más!- Retumbaba en mis oídos sin pausa.
Ví como empezaban a golpearla, y yo sentía el mismo dolor que ella. Lo único que podía hacer era gritar para que se detuvieran, pero nadie me hacía caso, yo estaba del otro lado y la había dejado sola.
Me desperté llorando como nunca antes, y sudando. Miré a mi alrededor, por un momento me había olvidado de que ya estaba en mi casa, y no en el correccional.
Me lavé la cara, las manos me temblaban. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, mi madre estaba allí haciendo el desayuno.
-Hola cariño- Estaba muy feliz, se le notaba.- ¿Que quieres desayunar? Cocinaré lo que quieras para celebrar que estás otra vez con nosotros.
-No tengo hambre, solo me haré un vaso de leche- Iba hacia la nevera, pero me frenó.
-Yo te lo hago.
Cuando a mi madre se le metía algo en la cabeza, no se podía hacer nada.
Me senté, y esperé a que acabara.
-Hoy va a venir a verte tu hermana-Volvió a hablar ella.
-¿Para que?-Dije yo mirando mi teléfono.
-¿Como que para que? Quiere verte Scott.
Yo me reí, sin mirarla.
-Y durante los meses que he estado ahí no ha querido verme.
-Fue muy duro para ella...
Me levanté de la silla y la miré fijamente.
-¿Tu te estás oiendo? Para ella no fue duro, ella no estuvo ahí dentro. Si no fue a verme fue porque no me quiere, así que no pienso verla.
Me disponía a salir de la sala pero me cogió del brazo y me miró. Sus ojos estaban rojos, iba a llorar en cualquier momento.
-Se que lo has pasado mal, pero ya no tienes que comportarte así. Ha pasado el peligro cariño, puedes volver a ser el Scott de antes.
-El peligro sois vosotros- Dicho esto salí de allí, me fui de la casa, necesitaba tomar el aire.

Caminaba rapido, en mis auriculares sonaba a todo volumen "Crazy" de Gnarls Barkley. No podía parar de pensar en Jane, y esa canción no ayudaba en absoluto. Necesitaba verla, estaba desesperado.
De repente sentí un dolor en la espalda, estaba tirado en el suelo. Me saqué los auriculares de las orejas y vi a una chica que me miraba preocupada, y me pedía disculpas por haberme hecho caer.
-¡Lo siento! Estaba mirando el movil y no te he visto. ¿Te has hecho daño?- Era una chica de pelo rubio y liso, ojos verdes y pestañas larguísimas.
-No, tranquila. Estoy bien.- Me levanté y le sonreí como pude. Ella me miró.
-Te has hecho daño en el brazo... Ven, vamos a mi casa y te curo en un momento.
Y en ese momento pensé: Esa chica me acababa de conocer y me iba a llevar a su casa, y si yo resultaba ser un asesino? o un violador? Si, el correccional me había emparanoiado un poco.
-¿Vives por aquí?- Pregunté yo, nunca la había visto.
-Si, me mude hace unos meses. Venga vamos.
Negué con la cabeza.
-Yo vivo aquí también, así que puedo curarme yo en mi casa, esta aquí al lado.
-Vale pues no vengas- Reía- Pero no iba a secuestrarte.
-Ya lo se, solo quieres ayudarme. Te dejo que me acompañes a mi casa, te vale?
-Bueno, acepto.
Los dos caminamos hasta llegar a mi casa. Estuvimos hablando, le dije mi nombre y ella me contó que se llamaba Anna, y que iba a cumplir 16 años. Se había mudado con su madre a ese barrio, ya que sus padres se acababan de divorciar. Yo le dije que había estado fuera un tiempo, y que por eso no me había visto antes.
-Aquí es. ¿La tuya donde está?
-Justo delante, vas a verme muy a menudo Scott- Me guiñó un ojo y se fue riendo. Me la quedé mirando, era bastante atractiva, pero nada comparada con mi Jane. Vi que mi padre ya estaba en casa, y fui hacia él para exigirle que me llevara al correccional a verla esa misma tarde.

Mi experiencia con Jane Brown.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora