Mi experiencia con Jane Brown.

Brenda y sus métodos.

Jane la había cagado pero bien. Cuando Axel se despertó me libré de que me rompiera la cara porque le habían avisado de que si volvía a hacerlo lo pasaría muy mal, si no fuera por eso habría acabado en el hospital... Pero dijo a los guardias que había oído a Jane en la celda, y que era obvio que había sido ella, la morena no lo negó. A ella la castigaron (aunque les fue bastante difícil, Brenda se llevó de recuerdo un mordisco de la chica en el brazo). Cuando le preguntaron a Jane como había entrado en mi celda no dudó ni un segundo en delatar a Gordon, y obviamente fue echado del correccional Sumber.

Debido a esto Jane, obviamente, no salió al recreo, así que volví a quedarme solo. Como no, sus amigas intentaron hacerme compañía, pero yo tenía la sensación de que ella me veía desde algún sitio, y lo último que quería era ponerla celosa.

Vi como Cameron se acercaba y se sentaba a mi lado.

-He oído que tu novia ha mordido a la mía- Dijo con aire cómico.

-No es tu novia Cameron.- Me limité a contestar.

-¿Como estás?- Yo no daba crédito, me lo quedé mirando.

-¿Te han mandado a interrogarme o algo?- Reí molesto.

-No, hemos pensado que tal vez deberías volver con nosotros, nos precipitamos un poco.

Tenía la sensación de que estaba recitando un guión.

-¿Porqué pensais que os necesito?

-¿No crees que pasas mucho tiempo con Jane?

-¿Y tú no crees que deberías meterte en tus asuntos?- La sensación de que me estaba vigilando volvió a hacerse presente.- Por favor, vete.

Cameron miró hacia donde estaban Axel, Alfredo y los demás, se encogió de hombros para que entendieran que no había podido convencerme.

-Ven un rato, para que no estés aquí solo.- Acepté, me levanté y fui con él, solo para ver si así esa sensación desaparecía. En realidad me alegraba un poco de que, a pesar de lo que les había hecho, personas como ellos se preocuparan por mi, aunque se equivocaran.

Me senté en la parte más alejada a Axel, al cual aún se le notaban un poco los restos de rotulador.  Alfredo me dio unos golpecitos en el hombro y me sonrió, no le devolví la sonrisa. En ningún momento se dirigieron particularmente a mí, pero me animaban a participar en su conversación sobre lo mala que era Brenda, cosa que no hice.

Y, otra vez, Jane no apareció por la cafetería, pensé que seguiría castigada así que Harry me convenció para que me sentara con ellos.
-Scott, porque comas lo más rápido posible no vas a ver antes a Jane.- Axel hablo serio,  todos me observaban. No podía evitar sentir que me miraban con lástima. Empecé a comer a un ritmo más normal, para que volvieran a sus respectivas conversaciones.

Por fin llegó la hora de lavar los platos, mi rato del día a solas con Jane. Llegué yo primero,  y me senté a esperar. Se abrió la puerta y aparecieron Brenda, que sonreía de una manera extraña, y Jane, que hacía lo mismo (pero en ella era normal).
Cuando Brenda se giró, la chica le sacó el dedo del medio y, como no, la lengua.
La mujer dejó a Jane y se fue,  me la quedé mirando. La ira me invadió,  quería salir de allí y cargarme a todos los adultos de ese centro.
-¿Qué te han hecho?- Pregunté apretando los puños. Tenía un moratón en la barbilla, y un poco de sangre ya seca en la nariz.
-Nada, a sido una bonita velada junto a Brenda- Sonreía falsamente, empezó a lavar los platos.
-Cómo han podido hacerte eso?! Eres una menor...- Iba a continuar hablando pero Jane me miró seria.
-Scootter, no estás en un hotel, ni en ningún campamento a los que seguro que ibas de pequeño, así que esto es lo que hay. - Su expresión tensa se relajó y siguió con su trabajo, yo hice lo mismo.
Le acaricié la mejilla y miré las heridas
-Tu no mereces estar aquí dentro, no mereces todo esto... Pero te prometo que te voy a sacar, cueste lo que cueste.
Me miró y la besé,  ya echaba de menos sus labios.