Adios Familia #ConcursoMejorFanfic

"7 años"

Desde el nacimiento de los mellizos ya habían pasado 7 largos años, luego de que Lucy diera a luz, empezó su entrenamiento, tenía un mejor manejo de su magia, podía usar urano metoria hasta 2 veces el mismo día, podía invocar hasta 3 espíritus estelares sin tener problemas de cansancio, habia aprendido a combatir cuerpo a cuerpo, y era bastante rápida en sus movimientos, igualaba a Jet en rapidez hasta se podría decir que pudiera superarlo, podría mantener una pelea con Sting por un buen tiempo, había crecido bastante como maga, hasta participó en los GJM bajo el seudónimo de Nashi, fue exactamente hace 5 años, y en su última batalla, que se enfrentó nada menos que a Erza, casi invoca a Loke, titanía le había dado una batalla muy fuerte, a pesar de haber aprendido magia de cuerpo estelar, no lo podía controlar bien, no llegaba al nivel de Jellal pero servía para dar una batalla modesta, tuvo que perder para evitar problemas, lastimosamente ya había sacado la llave y se supo que era una maga estelar, después de ese dia tuvo que decirle a Gray y Levy que se dejarán de ver era peligroso y ellos lo entendieron muy bien, no podían ponerla en riesgo.

Habían pasado muchas cosas en estos siete años, Rogue se casó con Minerva y tuvieron un hijo al cual llamaron Hak y una hija dos años después llamada Ursula, pero lo más duro que habían atravesado fue hace 1 año.. la muerte de Yukino causó una gran depresión en ellos, más en Sting y Lucy, pero sobretodo en Sting, Yukino murió apenas dio a luz a su hija...que había sacado sus hermosos ojos... apesar de que Sting sabía que eso pasaría, y le dijo que el era feliz sólo con ella a su lado, Yukino negó todo lo que este le dijera, ella quería tener una hija y conocerla, no le importaba las consecuencia, en su entierro se podía ver cómo un rubio no quería aceptarlo, lloraba descontroladamente, su amigo Rogue tuvo que ir a levantarlo, Lucy estaba cargando a la hija de Yukino a la cual llamaron igual que su madre, con sus dos hijos al costado que miraban con tristeza la tumba de Yukino, le habían agarrado cariño era como su tia, y les dolía, Lucy derramaba lágrimas, la persona que se encontraba muerta era la persona que le dio la mano y no la dejó sola, sabía que no podia hacer nada para salvarla, pero cada día la impotencia la mataba....

- Minerva!! ¿qué haces aquí sola? ¿y Rogue?- pregunto Lucy con una bebé de un año en brazos, sentándose en la silla frente a Minerva.

- Acaba de llevar a Hak al baño ahora vuelve.

- Hum..Yukino! ¿!Quieres jugar con Ursula?- la niña le sonrió, y la bajo de sus brazos a una alfombra donde se encontraba Ursula.

- Lucy... él aún no quiere ver a Yukino..- dijo Minerva agachando la mirada, luego del entierro de Yukino, Sting no quizó ver a su hija se encerró en su oficina, quien entraba sólo era para dejarle botellas de whisky que el mandaba a pedir, después de 5 meses empezó a salir un poco, pero sólo para atender asuntos del gremio o dar comunicados, o ir a una que otra reunión de los maestros del gremio, más de uno había entrado a hablar con él acerca de su hija, y él nunca respondía, lo único que decía era " no me interesa esa niña", quien se hizo cargo de la niña automáticamente fue Lucy, decía que asi como Sting y Yukino la ayudaron, ella haría lo mismo, sabía que Sting estaba muy confundido, pero que algún día iría preguntando por su hija y ella lo atendería con mucho gusto, era un gran amigo y debía apoyarlo.

- No Minerva... aún no, pero se que algún dia lo hará, los niños le han agarrado cariño y dicen que la protegerán así como su tia Yukino lo hacía con ellos, que será su hermanita menor a la que nadie debe tocar ni lastimar - decía Lucy recordando las palabritas de sus hijos, la querían mucho.

- suspirando- ojalá que ese día no sea muy lejano, en cualquier momento Yukino comenzará a preguntar por su papá y tú no sabrás que responderle- Minerva la miraba a los ojos mientras jugaba con una taza en sus manos.

- Lose... creo que.. hablaré con él hoy otra vez..en la noche.

Ellas no sabían que un niño pelirrosa las había escuchado...quería mucho a Sting, era como su padre, ya que no tenía uno...sólo sabía que era una persona mala, porque cuando le preguntó a su mamá, ella quizo llorar pero intentó disimularlo, aún si el había olido algo salado.. eran las lágrimas de su mamá, luego de ese día no volvió a preguntarle y le dijo lo mismo a Layla. El puede quererlo mucho, pero no permitiría que la personita que era como su hermanita menor creciera sin un padre, a su temprana edad apesar de ser muy inmaduro, cuando la situación requería podía ser muy serio, ahora mismo iría a hablar con ese idiota.

- Ne Leo...¿a donde vas?- le preguntó su hermana.

- Ahora vuelvo Layla voy a ver a Sting- dijo Leo con una sonrisa igual a la de Natsu.

Y se fue rápidamente sin escuchar la respuesta de su hermanita, estaba subiendo por las escaleras y abrió su oficina.

- Hola Sting! - dijo el pelirrosa.

- Leo ..que sorpresa que te trae por aqui rosita.

- No me llames así! Bueno en fin vine para decirte algo..

- Claro dime - Sting había cambiado su actitud con la mayoría pero con los niños seguía igual o finjia quien sabe.

- Es sobre..Yukino- dijo susurrando muy bajito su nombre pero Sting logró escucharlo y fruncio su ceño..eso no lo detendría y diría todo lo que tenía que decirle y frunció su ceño retándolo con la mirada, Sting se sorprendió por un momento... ese niño era idéntico a Natsu..su mirada.. pero se reincorporó. - Escucha.. sólo te diré esto...no me parece justo que ella también tenga que crecer sin un padre... Layla y yo conocemos ese sentimiento..y no queremos que ella pase por lo mismo..es más ella..nisiquiera tiene una madre...- Leo no pudo evitar que una lágrima corra por su mejilla, dicho esto se fue dejando pensativo al Eucliffe.

- Yukino...amor perdoname..pero todavía no puedo mirarla... - Sting empezó a llorar como cada vez que alguien entraba y le hablaba de su hija, él sabía que estaba mal, pero si él mismo estaba asustado, no sabía que hacer... no se sentía preparado para mirarla..no sabía cómo reaccionaria, y si quisiera matarla...no se lo perdonaría luego... él no debía mirarla.

Y así se la pasó toda la mañana y tarde mientras revisaba documentos.

Horas antes cuando el pequeño Leo salió de la oficina, se había encontrado con su mamá en un pasillo, esta lo miró y automáticamente limpio esa lágrima, antes de que su madre preguntará algo se fue corriendo.

- Hijo...