Un profesor muy especial

Capítulo 42: el comienzo del fin.

Narra Ian:

Negarlo... negarlo era la mejor solución en la que podía pensar para evitar responderle a Caroline.

—¿De qué hablas? No tengo idea de que es lo que tramas

—¿Me lo seguirás negando cariño?— me dijo poniendo una mano en mi pecho

Realmente no sabía que decir, no sabía qué era lo que exactamente ella sabía, me quede callado y ella continuo hablando.

—Sabía que entre ustedes había algo, pero dime, ¿si sabes que no está permitido lo que haces? ¿Sabes que sus padres te pueden demandar?

—¿Cómo lo sabes?— negarlo ya no iba a servir

—Eso no importa, fue más de lógica, cualquiera que los vea juntos lo sabría, no deberían de ser tan obvios si esto es tan peligroso.

—Ok dime, ¿qué quieres? ¿Qué buscas con esto?

Caroline se rió y después contesto:

—Primero quiero que trabajes conmigo, ya te lo había dicho, fuera de esto mira que es una gran oportunidad y en segundo...

Se acercó a mí buscando besarme, me tocó mi pecho por debajo de la camisa

—Solo quédate conmigo por esta noche pásala bien un rato y ya después podrás olvidarte de mí yo no diré nada y tú no dirás nada... solo esta noche...

—Sí, bueno estás loca yo no traicionare a Nicole porque la amo y yo contigo no tengo nada que hacer.

Ella no dijo nada, se acercó a mí y comenzó a besar mi cuello, yo rápidamente me quite de ahí, no sabía que hacer ella me estaba volviendo loco, sabía como provocarme y mi carne era débil.

Narra Nicole:

Por la tarde recibí un mensaje de Ian:
"Nick, ven a mi departamento te tengo una sorpresa..."

Me pareció raro recibir su mensaje pues él y yo habíamos quedado que hoy no nos veríamos, pero por otro lado tenía ganas de verlo y de ver que es lo que tenía para mí, entonces me puse en camino a su casa. Papá me presto su auto, le dije que iría a cenar con Christian y Camila. Era una noche de nieve, las carreteras estaban repletas de nieve por lo que mi papá me pidió que fuera con cuidado.

Me demoré un poco en llegar al departamento de Ian, pero cuando lo hice me pareció raro que la puerta de su departamento estuviera entreabierta. Pensé en tocar pero ¡por favor! era el departamento de mi novio en el que había estado millones de veces, me sentí con la confianza de entrar pero segundos después de haber entrado, desee con toda mi vida nunca haberlo hecho.
Sentía que entraba en shock: Ian estaba en el sillón besándose con Caroline, ambos con escasa ropa y yo ahí parada, sin hacer nada hasta que logre decir algo:

—¿Para esto querías que viniera? Déjame decirte que encontrar a dos imbéciles aquí sí que es una sorpresa.

Ian se levantó rápidamente, lo mismo hizo Caroline.

—Nicole.. yo.. tu... que...— empezó a tartamudear sin llegar a ningún lado

—Cállate ¿quieres? Por mí no se preocupen. Caroline, cariño continua lo que estabas haciendo, al parecer las personas como tu tienen experiencia en eso, no te preocupes entiendo tu necesidad.

—Por favor escúchame— dijo Ian

—¿escucharte?, o me espero a escuchar los gemidos de ella

Ian intento tomarme del brazo
—Déjame, no me toques... no te atrevas a buscarme ni mucho menos seguirme, si lo haces yo misma revelare nuestras relación y créeme que puedo usarla en tu contra... así que déjame en paz.

Con la mayor dignidad posible abandone su departamento, baje casi corriendo las escaleras y cuando por fin llegue a mi auto me solté a llorar, lloraba tan fuerte que quizás se oía hasta el departamento, las imágenes aparecían en mi mente una y otra vez y me torturaban, yo había confiado en Ian y el solo mintió y mintió y mintió.
No sabía qué hacer, ir a mi casa no era una opción no quería que vieran el estado en el que estaba, así que intentaba calmarme mientras seguía conduciendo, no sabía a donde iba pero de pronto ya me encontraba en la autopista.

Narra Ian

Al ver que Nicole nos había encontrado, mi vida empezó a desmoronarse.

—Lárgate de aquí ahora— le grite a Caroline

—Pero Ian...

—Si aún tienes dignidad vete ahora.

Ella tomo sus cosas y se fue, necesitaba hablar con Nicole, probablemente ya la había perdido pero la necesitaba.

Tome mi celular y note un mensaje que al parecer yo había enviado, era pidiéndole a Nicole que viniera a verme y entonces todo quedo muy claro: Caroline lo había planeado todo y ahora la odiaba, ¡la odiaba! Pero de ella me encargaría después... lo que necesitaba en ese momento era escuchar a Nicole, marque a su celular, a la primera no contesto era obvio, pero no me rendí y a la segunda vez ella contesto.

—Oh Dios mio Nicole, debes de escucharme...

—¿escucharte?  No crees que ya me lastimaste demasiado

—Lo sé pero es que en serio  tu eres mi vida, quiero que me perdones, haré todo por no perderte.

Ella se escuchaba llorando aun

—Ya es demasiado tarde Ian... yo te amaba...

—por qué hablas en pasado, yo te amo a ti...

Y entonces algo se escuchó, un golpe demasiado ruidoso, ella grito y después se escuchó interferencia.

—¡¡¡Nicole, Nicole!!! Contéstame ¿qué paso? ¿Me escuchas? Mierda, ¡dime algo! — le gritaba al teléfono

Estaba demasiado preocupado, la línea se había cortado, ese impacto y los gritos de Nicole que había escuchado, ¿Dónde estaba ella? Necesitaba encontrarla.
Tome un abrigo y fui a su casa, era arriesgado, pero estaba preocupado.

Llegue a su casa y su hermano pequeño Kevin fue el que me abrió.

—Hola... ¿esta Nicole aquí?

—¿Quién es usted?— preguntó— ella no esta ¡no hay nadie!

—¿Qué? ¿Tus padres? ¿Qué paso con Nicole?

—Los llamaron... ella tuvo un accidente... no sé dónde están ahora...