New Woman (JENLISA)

Capítulo IX

Pov Jennie

—Acomodándome en uno de los taburetes.

Jisoo hacía nuestro pedido y conociéndola como la conozco, pediría lo mejor de la casa.

—Pedí un par de sándwiches full equipo, papas fritas y gaseosas. ¿Te parece bien o prefieres pedir algo más? -preguntó señalando con el dedo índice al chico que atendía nuestra orden.

—Noo, así esta bien -dije sin tanta importancia, solo quería comer, moría de hambre.

—Cuéntame, ¿cómo es eso que le das clases a ese par de bellezas? —interrogó dándole una mirada coqueta a la señorita Park y la señorita Manobal que salían del cafetín.

—Me enteré esta mañana cuando me presenté -comenté sin darle muchos detalles, aunque sabía que no se conformaría con eso.

—Venga, que nos conocemos, Jennie. ¿A que me dices que la castaña no te ha parecido linda? No soy ciega sabes, y las pillé mirándose de una manera tonta, así que me atrevo a apostar mis reservas de cocaína -dijo inclinándose hacia adelante y diciendo lo último en voz baja.

—¡Jisoo! -exclamé con tono de advertencia- A veces temo de ti porque me conoces muy bien, y con respecto a tus preguntas -Me detuve pasándome la lengua por mis labios- sí, es muy linda, ¿vale? Pero es mi alumna y sabes que es anti-ético salir con una de ellas.

—¿Y qué? No serías la primera ni la última, además todo sería consensuado, si quieres redacto un contrato de exclusividad.

-Kim, no es gracioso, ¿ok?

En ese momento llegaba un chico al cual no detallé porque estaba a punto sermonear a mi colega. Al retirarse el chico pasé mi mano por mi cabello porque la idea de tener algo con una alumna me parecía aterrador.

-Jen, no lo pienses tanto, o bueno, sí puedes pensarlo porque es una oferta tentadora... Además sería justo para ti que te distraigas y olvides por completo a Irene.

Me tensé al escuchar ese nombre, odiaba la sinceridad de mi amiga porque tocó una fibra sensible de mí.

—¿Por qué tienes que mencionarla? —reproché soltando mi sándwich de mala gana.

—¡Lo siento! No debí hacerlo -dijo tomando mi mano y acariciándola con su dedo pulgar-. Jennie, no me lo tomes a mal, solo quiero que salgas, que te distraigas, seas feliz, y si no es con esa chica, por lo menos habrás pasado un momento agradable.

—¿Qué te hace pensar que ella es la indicada? -pregunté

-Intuición -contestó encogiéndose de hombros.

Asentí, de modo que tomé mi sándwich nuevamente y mientras comía en silencio pensaba en esos ojos avellanas. ¿Qué podría pasar entre nosotras? ¿Le gustaré? Me dio una sensación extraña y seguí perdida en mis pensamientos.