New Woman (JENLISA)

Capítulo XXVI

Pov Jennie

—Nayeon, ¿querida, podrías pasarme los archivos de los últimos seis meses? Gracias —dije a través del intercomunicador.

A los pocos minutos ya los tenía en mi escritorio, revisando cada uno, tomando mi tiempo para analizarlos y detallarlos.

Llevaba casi cuatro horas y media leyendo sin descanso, todo estaba bajo control. Acomodé todo para llamar a Paula cuando  escucho voces.

—No puede pasar sin anunciarse.

Esa era la voz de Nayeon. Alcé la mirada hacia la puerta viendo como esta se abría de golpe, entrando Irene tras ella.

—Dra. traté de impedirlo, discúlpeme —dijo un tanto apenada.

—No te preocupes. Por favor, llévate los documentos, y si alguien pregunta diles que estoy ocupada Puedes retirarte.

Ya estando a solas vi como Irene tomaba un porta retratos donde salíamos Lili y yo besándonos.

—¡Awww! Es tan tierno.

—¿A que se debe tu honorable visita y sin anunciarte? —dije con ironía, arrebatándole la foto.

—Relájate, Jennie, solo quería darte la bienvenida y ver con mis propios ojos si de verdad estás completamente limpia —dijo con una risa socarrona sacando de su chaqueta una bolsita que contenía cocaína—. No te importa que preparé unas lineas, ¿verdad? Bien, como te decía, quiero comprobar qué tan rehabilitada estás, ¿sabes? Cuando entras en esto es imposible salir, y sé que tienes ganas de consumir porque esto es una adicción irreversible —dijo aspirando varias lineas.

Me tensé, hacía meses que había dejado las drogas, hacía meses que sufría cuando la abstinencia me atacaba fuerte, hacía meses que decidí vivir una vida nueva y recordé las palabras de Lisa.

"En algún momento tendrás que enfrentarte de nuevo a los demonios que por durante muchos años habían hecho de tu vida un infierno, cuando eso pase recuerda lo que has tenido que luchar por vencerlo, recuerda que lo hiciste por ti".

Eso me dió la fortaleza suficiente porque por fin ese día había llegado, allí estaba la prueba más difícil frente a mis narices, negándome por completo a tomar las líneas que me ofrecía mi ex novia, quedé atónita, jamás pensé que ella también consumiera.

Se acercó a mi tomándome por ambos lados del rostro, besándome de una forma brusca.  Abrí los ojos como platos viendo como devoraba mi boca, pero no correspondí el beso.

La tomé por los hombros alejándola de mí de una forma sutil, y retrocedí varios pasos hacía atrás limpiándome la boca con el dorso de la mano.

— ¿Qué? ¿No te gustó? Sé que esto te gustará —dijo desabotonando su camisa, dejando ver su brasier rosado con encajes.

Me levanté yendo hacia la puerta.

—¡Por favor, vete! Esta no es la forma de entrar a mi oficina.

—La estamos pasando muy bien —dijo acercándose a mí.

—¡VETE DE AQUÍ! LARGOOO. NOO QUIERO VOLVER A VERTE ¡FUEEEERAAA! —dije alterada, señalando la puerta para que se retirara.

—Te vas a arrepentir por rechazarme, lo vas a lamentar y te juro que llorarás lágrimas de sangre, Kim, porque siempre voy a ser la mujer que tú amas, y lo sabes.

—Me tiene sin cuidado tus amenazas, no sé por quién me tomas si creíste que volvería a caer, estás muy equivocada. Para que de una vez te enteres: YA NO TE AMO, entiéndelo —dije para levantarme y abrirle la puerta.