Capitulo XXI

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Pov Jennie

Tiempo después

—Es increíble que mi chica se haya recibido y con honores y de paso reciba ofertas de otros bufetes, pero ya sabes, buen hijo, siempre regresa a casa  —le dije a Jisoo cuando ambas pasábamos el umbral de mi oficina.

—¡Enhorabuena! Y no solo ella, también su amiga Rosé —atinó con una sonrisa que jamás le había visto a mi amiga.

—Jisoo, no me mientas porque nos conocemos. ¡Estás enamorada de la Señorita Park! —dije soltando una risa.

—Jendukie, no seas entrometida. Vale, para qué mentirte ¡SÍ, ESTOY ENAMORADÍSIMA! Ya está.

—Ooooh, la Dra "Casanova" Jisoo Kim enamorada, vaya no termino de creerlo —dije sentándome en mi silla con las piernas cruzadas, dándole una mirada divertida.

—Eres insoportable, ¡eh! ¿Recuerdas la noche que te llame y de fondo se escuchaba una risa?

Mi cara de divertida se esfumó y casi se me descuadra la mandíbula.

—¡Roseanne! Era la chica que estaba contigo —dije incrédula.

—Qué gran descubrimiento, Sherlock Holmes. Sí, era ella, coincidimos en el night club, le invité a una copa, una cosa llevó a la otra y en fin —dijo encogiéndose de hombros para luego mirar su expediente.

—Por lo visto se siguieron frecuentando hasta el punto que te tenga en el bote, ¿cuál es su secreto? Porque la información debe de costar millones de dólares —atiné.

—Miren, el burro hablando de orejas, a ti te tienen en el bote, ya tienen tiempo juntas y aún no le confiesas sobre tu adicción. En mi caso yo lo hice y desde que conocí a Rosé todo cambió e inclusive fui a un centro de rehabilitación.

Acomodé mis piernas para inclinarme hacia adelante, apoyando mis codos en el escritorio mientras mis manos sostenían mi cara.

—Lo sé, me consta, no ha sido fácil y he intentado decirle, pero me da miedo tirar a la basura un año maravilloso de relación en la cual estoy sumamente feliz. Llegué a un punto en que por poco me da una sobredosis de drogas por consumir marihuana y cocaína. Entiende que tengo mucho miedo que me deje, tengo miedo que me pase lo mismo que pasó con Irene—dije con tanto nerviosismo que pasé mis manos por el cabello y respiré profundo.

—Kim, eres mi amiga, mejor dicho, mi hermana. Sabes que te he apoyado en todo, pero en esto no puedo por la sencilla razón de que Lisa no se lo merece. Tarde o temprano lo sabrá y ¿sabes por qué? Ella no es estúpida, así que yo que tú no me arriesgaría a perderla por una porquería —dijo para así tomar sus expedientes y salir de mi oficina dejándome en la soledad con sus palabras retumbando en mi cabeza.

Yo no era valiente, era una cobarde, yo no era sincera, era una mentirosa.

Me levanté yendo al baño, me sostuve de la pared y rogué porque la depresión se fuera. No sabía qué me estaba ocurriendo, me sentía tan vulnerable y débil, los síntomas de la abstinencia me están tomando por sorpresa, era algo que hacía de manera habitual,  sacando de mi bolsillo el polvillo blanco y aspirándolo me levanté agarrándome fuerte del lavabo, chequeando mi aspecto en el espejo. Mis ojos ya no eran chocolate, mis pupilas se dilataron formándose un hoyo negro porque ese era el color de mi conciencia y de mi alma, me sentí enérgica y estaba dispuesta a contarle todo. Salí de mi oficina directo a casa.

Pov Lisa

—Rosie, ¿qué? Noo… per… Vale, te llamo luego que tengo una llamada entrante, creo que es Jennie —colgué.

—¡Buenas tardes! Señorita Manobal, la estamos llamando de la PFE su solicitud ha sido aceptada.

Silencio.

New Woman (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora