Capitulo XXII

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Pov Jennie

Conducía lo más rápido que podía a casa, maquinando lo que iba a decirle a Lisa con las palabras de Jisoo retumbando en mi cabeza. Golpeé varias veces el volante sintiendo tanta amargura de mí misma por ser tan idiota y no haberle contado antes. Ha transcurrido un año y mi cobardía me ganaba, gruñí con fuerzas.

Llegué a la cuadra, disminuí la velocidad hasta estacionarme y saqué mis llaves. Abrí el portón de la entrada principal y pasé por mis jardines, pero me detuve ante la puerta, estaba nerviosa y solo quería salir corriendo a mi auto y conducir por toda la ciudad, huir porque es lo mejor que sé hacer. Pero no tenía opción, no había marcha atrás, debía enfrentar la cruda realidad.

Giré el pomo de la puerta y allí estaba parada con un vaso pegado al pecho, me sorprendió verla.  Por lo general, Lisa no tomaba alcohol a menos que fuese una ocasión importante o quizás le apetecía, así que me acerqué para darle un beso que fue bien recibido, pero fue uno ausente.

—¿Pasa algo? —pregunté sorprendida por su actitud.

—Sí, Jennie Kim, ¿me puedes explicar qué hacía esto en tu caja de recuerdos? —dijo sacando de su bolsillo trasero la bolsa transparente.

Mi corazón se detuvo, seguramente mis pupilas se dilataron y mi auto control se había ido a la basura. Mi nerviosismo salió a flote ante su mirada fuerte e inquisitiva.

—Estás más pálida de lo normal, tus manos están temblorosas y tienes pequeñas líneas de sudor en tu frente, una clara evidencia que estás nerviosa. Sin contar que tus pupilas están dilatadas y que has perdido el control de la situación. ¿Por qué Jennie? —preguntó dejando el vaso en la mesa para luego cruzar sus brazos, levantando su ceja izquierda.

—Perdóname —dije cabizbaja, y no por falta de respuesta, sino porque me sentía muerta, pero ella me regalaba vida.

—Me mentiste.  ¿Qué es lo quieres olvidar con la droga? —preguntó dolida— No entiendo por qué te haces daño con algo que puede matarte —dijo sentándose en el sofá—. Lo que estás haciendo está mal. Quieres vivir, ¿no? Cualquier persona en tu lugar lo querría ¿por qué tú no? Eres la mujer más hermosa e inteligente que he conocido en mi vida, por eso quiero saber por qué en esto eres tan idiota —insistió ella. Háblame de Irene.

—Te conté todo —intenté excusarme.

—No te creo —replicó—. Una vez me dijiste que la gente necesita que le mientan, y es eso lo que tú has hecho conmigo, pero ya no lo necesito. Aun sigo sin entender por qué eliges a la muerte.

Bajé la mirada porque Lisa no merecía que le mintiera más.

—Lisa, yo... No valgo la pena.

—¿Qué? ¿Estás escuchando lo que estás diciendo? Oh, espera, esa es una de las reacciones de consumir cocaína, como también la falta de apetito, sueño etc… —dijo haciendo ademanes con la mano.

—No soy buena, nunca lo fui, no sé ni por qué estoy viva.

—No eres más que una drogadicta con tendencias suicidas que en vez de acabar con su vida de una vez sólo te entregas en bandeja de plata de una forma dulce y lenta a la muerte. ¡No entiendo cómo puedes aparentar ser fría cuando estás temblando de miedo! —Respiró con frustración pasando una mano por su cabello— Jennie ¡TE AMO Y QUIERO QUE VIVAS! —dijo gritándome— Veo la muerte en tus ojos y siento que me arrastras contigo, pero al contrario de ti yo sí quiero vivir.

—No quiero que me dejes, Lili —lo dije con la voz rota, que pareció un susurro audible para ella viendo cómo había pasado por un lado de mi costado deteniéndose.

New Woman (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora