New Woman (JENLISA)

Capitulo XX

Pov Jennie

Cuando desperté todo estaba oscuro y mis piernas estaban acalambradas. Me levanté poco a poco de la cama y fui directamente a la ducha. De pronto siento unas suaves manos tomarme de la cintura, pegando su barbilla en mi hombro, diciéndome cosas lindas al oído. Giré mi cuerpo quedando frente a frente, dándole un beso apasionado.

Tiempo más tarde...

Lisa vestía con unas de mis camisas, se veía tan sexy con el cabello mojado. El ruido de mi estomago hizo que desviara mi atención, miré por la ventana y vi que caía una tormenta.  Pensé en llamar a un delivery, pero luego desistí porque ninguno estaría disponible con este clima. Mis pies parecían tener vida propia cuando me llevaron a mi despacho, recordando que allí estarían las cajas de pizza de la noche anterior. Al abrir las puertas mi cara de confusión sería evidente, pues las cajas no estaban.

—¿Buscabas esto? —preguntó.

Cuando volteé allí estaba apoyada en el marco de la puerta agitando parte de las cajas de pizza.

—Y antes que preguntes: ¿qué ha pasado con las pizzas? Déjame decirte que las he guardado en tu refrigerador, no es que quiera husmear en tu cocina o en tu casa, pero me dio pena dejar las pizzas allí —dijo señalando el escritorio.

No dije nada, sólo sonreí y la guíe hasta la cocina, calenté las pizzas, saqué una botella de vino y fuimos a comer en la sala.

—Está muy buena —decía Lisa con la boca llena, aún no me podía creer que esta era la sexta porción que comía.

De pensar lo que habíamos hecho anoche sacudí el pensamiento mientras le hincaba el diente a mi porción.

—Estoy de acuerdo contigo —finalicé para tomar otra porción pequeña de pizza.

—Es muy tranquilo estar así... —dijo suspirando.

—Tienes 23 años, ¿verdad? —pregunté sosteniéndole la mirada.

—Sí, y tú tienes 27 años —atinó—. La verdad a mí no me importan las diferencias de edades, por lo que me temo que a ti tampoco. Me gustaría retomar el tema de teníamos antes de hmmmm... ya sabes.

No terminó la frase, pero sé a qué se refería, se veía tan tierna con un leve sonrojo en sus mejillas. Terminé de comer para luego hablar.

—Me pediste que fuese tu novia. ¿Quién en su sano juicio lo haría? —pregunté— Quizás se lo has hecho a otras.

—¿Qué? —preguntó intentando no ahogarse con la pizza que comía— Noooo… Jamás hice tal cosa con nadie, ¿vale? Si lo ves de este punto es muy original.

Y era cierto, menuda originalidad, pensé.

—¿Cómo estarías segura de que te respondería de forma afirmativa?

—Simplemente me arriesgué, tenía planeado invitarte a salir, frecuentar contigo y que las cosas se dieran por sí solas, pero como ves nada sale como las esperas.

Sonreí de lado, vaya, esta chica es muy determinada y decidida. Cambié de tema de forma rápida.

—Es muy apresurado, no sabemos mucho una de la otra, me encantaría que supieras todo de de mí —dije mientras jugaba con mis manos, estaba súper nerviosa y ella lo había notado, así que tomé aire para hablar—. Mis padres son unos reconocidos empresarios que tienen una cadena hotelera a nivel mundial. Ellos nunca estaban en casa, estuve rodeada de lujos y estudié en los mejores colegios. Pero mi vida fue una mierda, el amor que ellos me tienen se reflejaba en mesadas cuantiosas, en mi cuenta bancaria, y las pocas veces que los veía les reclamaba porque me importaba ese detalle. Luego me cansé de discutir por no obtener respuesta alguna, así que me había acostumbrado a esa vida. Cuando les dije que me gustaban las chicas ni se inmutaron, solo querían que les entregara excelentes calificaciones. Siempre esperé un abrazo, pero en vez de eso me regalaban autos nuevos  —dije para luego tomar un trago de mi copa de vino—. En la secundaria salí con muchas chicas y en la universidad comencé a ir a fiestas, tomar alcohol y pasarla muy bien. Eso era como mi válvula de escape de lo que era mi realidad, pero nunca estuve sola —dije bajando la mirada a mi copa y luego la subí para mirarla a los ojos—. Jisoo ha estado conmigo en todo, somos hermanas putativas —Ambas reímos por el término—. La conocí en el jardín de infancia y de allí nació nuestra amistad.