Capitulo XI

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Pov Jennie

De allí fuimos por nuestros vestidos, no tenía muchas ganas de ir a ese tipo de eventos donde se junta gente de clases sociales, preferiría ir a una disco o quedarme en casa disfrutando de una buena lectura, pero no, justamente tenía que estar parada allí frente al espejo terminando de colocarme rímel.

En ese momento suena mi cell. <NÚMERO DESCONOCIDO > Dudé en contestar, pero al final lo hice.

—Aló. ¡Buenas Noches!

Hubo un silencio al otro lado, así que quité el cell de mi oreja y miré la pantalla por unos segundos con cara de confusión. Luego volví a preguntar.

—¿Alguien al otro lado?

En vista de que no contestaban iba a deslizar el botón para colgar cuando escuché:

—Dra. Jennie. ¡Buenas Noches!
Le, le... le habla Li-Lisa Manobal, disculpe la hora. Se preguntará cómo tengo su número, pero espero no le moleste si le digo que lo vi dentro de su saco —dijo para luego hacer silencio.

—Hola, señorita Manobal. Oh, no se preocupe —dije sonriendo—¡Vaya, no me esperaba su llamada! Creo que nos veríamos el próximo lunes, ¿correcto?

—Correcto —concluyó.

—¿Le parece si nos vemos mañana a la hora del almuerzo? —me aventuré a decir y cerré los ojos rogando que dijera que aceptaba mi petición y los abrí de nuevo esperando su respuesta.

—En Holiday's Restaurant —contestó no muy segura, tal vez esperaba que yo eligiera el lugar, quise hacerla sentir cómoda.

—¡Excelente! Allí estaré, que pase buena noche, señorita Manobal —colgué sonriendo a la mujer que vi en el espejo—. ¡Mañana, Jennie, mañana! —dije antes de levantarme tomando mi cartera y mis llaves para salir de mi habitación y bajar las escaleras para llegar a la sala.

—¡Wow, estás radiante JenJen! ¿A quién debo agradecerle que estés de tan buen humor esta noche? —preguntó Jisoo sentada en el sofá con una copa de champagne en mano.

—Di lo que quieras esta noche, soy inmune a tus comentarios sarcásticos. ¡Levanta tu trasero y vámonos a esa fiesta!

Jisoo me miraba sin podérselo creer, sabía que en cualquier momento preguntaría.

Llegamos al salón que quedaba al centro de la ciudad de New York.

—¿Como me veo, Kim? —preguntó.

Recorrí su cuerpo de pies a cabeza, está remotamente hermosa con su cabello en una cola alta y un vestido rojo, que tenía un corte en forma de V que dejaba al descubierto una de sus piernas, y además calzaba tacones altos.

—Vale, estás muy guapa, no dudo que esta noche pesques alguna chica con tus infalibles encantos —comenté haciéndola reír.

—Tampoco te quedas atrás, estás de infarto esta noche con ese vestido negro a juegos con esos tacones, y sin duda alguna como siempre resaltando tus ojos felinos, que dejame decirte que esta noche brillan con intensidad —dijo antes de abrirnos paso hacia las puertas del salón.

Entramos con una sonrisa colgadas en nuestros rostros, dentro del gremio éramos conocidas como el dúo perfecto porque hacíamos un trabajo impecable dentro del marco de la ley.

Saludamos al anfitrión, el Sr Fitcher.

—Están hermosas, qué honor y placer contar con su presencia —saludó dándonos un beso en la mejilla a cada una.

Josh Fitcher era de estatura mediana, tenía el cabello blanco y una tez clara que quedaba bien con sus grandes ojos azules. Esta noche vestía un traje que, por lo que distinguí, era de Óscar de la Renta .Él es uno de los hombres más influyentes de New York, un magnate para los negocios. Este evento era debido a que ha abierto una extensa cadena de restaurantes a nivel nacional, y Kim & Asociados estaría allí para asumir todo lo que tenga que ver en derecho del trabajo y mercantil.

—En especial a ti, grandísima y respetadisima Dra. Kim —añadió sonriendo como un padre orgulloso.

—Josh, por favor, dejemos el protocolo.

Hablábamos en confianza porque nuestra relación laboral es de años, incluso cuando apenas estaba empezando el buffete él fue uno de los que apoyó la iniciativa para abrir el consultorio jurídico.

—El placer es nuestro, con su permiso, me retiro —intervino Jisoo para irse a saludar a otros colegas que estaban en la fiesta.

Al quedarnos solos nos abordaron periodistas con su lluvia de flashes, tomándonos fotos en todos los ángulos. Al terminar, como todo un caballero, me tendió una copa de vino y me invitó a que disfrutara del ambiente para luego retirarse a atender al resto de los invitados.

La verdad es que no tenía ánimos de conversar, si vine a la reunión fue por cumplir compromisos, pero la realidad es que quería estar en casa durmiendo, ya que mañana vería a Lisa.

Sentí unos pequeños toques en mi hombro que me saco de mis pensamientos, y al voltear agrandé mis ojos.

—Irene...

—¿Nos tomamos algo? —preguntó trayendo dos copas de vino en sus manos.

—No, gracias, aquí tengo mi bebida —respondí de forma fría, alzando mi copa para que la viera.

—Jennie, por favor, solo llevemos la fiesta en paz, ¿sí?

—Lo dice la mujer que fue mi novia por cinco años y me engañó con otra estando conmigo —ironicé riendo de manera amarga—. ¿Tienes el descaro de pedirme que llevemos la fiesta en paz? —negué con la cabeza.

Irene es una chica alta, castaña, de ojos rasgados y modelo internacional. Fue mi novia y la quise tanto que aunque ha pasado el tiempo todavía tengo mal sabor de boca por tan horrible experiencia.

New Woman (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora