7. "Karma"

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— Esos imbéciles —gruñía cierto chico de cabellos aquas con la mirada sombría, perdido en sus indescifrables pensamientos.

Probablemente se estaba arrepintiendo por todo lo que había hecho.

Probablemente estaba pensando en cambiar y ser alguien mejor.

Probablemente estaba pensando que el karma le había dado lo que se merecía y eso era la soledad y abandono del mundo entero.

O probablemente...

— ¡Esos hijos de wion, juro que los asesinaré cuando salga de aquí!

...no esté pensando en nada de lo anterior.

— Cierra la boca, idiota ruidoso —gruñé un nuevo personaje. Estaba dormido en el oscuro suelo de la dimensión en la que se encontraban ambos. Al poco tiempo, una enorme bala de cañón cae sobre su cabeza. Aunque no le provocó ninguna herida grave, le dolió bastante.

— ¿Quién demonios...? —se detuvo a analizarlo—. Espera, ¿acaso tú eres Karma? —una sonrisa burlona apareció en su rostro.

El chico conocido por el alías de "Karma" De Vil, cuyo verdadero nombre todos desconocen ya que él insiste en que sus padres estaban drogados cuando se lo pusieron, era también el mejor compañero en travesuras de Deimos en la escuela primaria.

— Esos ojos de diablo... ¡Tú debes ser Deimos! —exclamó entusiasmado y de inmediato, ambos chicos hicieron el típico saludo que en ese entonces usaban.

No se consideraban amigos, pero se divertían demasiado al estar juntos debido a sus gustos y personalidades similares.

— Sigues siendo igual de desafortunado, ¿eh, Karma? —se burló el peliaqua.

— Yo no soy desafortunado, hijo de wion —refutó poniéndose a la defensiva. Sin previo aviso, un hacha salió de la nada y ambos chicos estaban seguros de que iba por la cabeza del peliazul. Deimos sin hacer movimientos innecesarios, hizo que el chico lograra esquivarla, aunque al rebotar con una de las paredes de atrás, el reverso del hacha terminó golpeándolo fuertemente en la nuca, casi dejándolo fuera de combate.

— Mejor cierra esa boca por un instante antes de que mueras por tus propias palabras, Karma —reía estruendosamente, llenando el vacío del sitio.

Ahora entienden, ¿no es así? El chico De Vil ganó ese apodo no sólo porque sí. La verdadera razón yace en que cada vez que dice o hace algo que resulta hiriente, ofensivo o malo para alguien más, suceden cosas que siempre terminan dañándolo a él como pago por sus acciones y entre más grande sea el valor de su acción, más fuertes serán las consecuencias.

He aquí al renombrado Karma.

— ¿Cómo llegaste hasta aquí? —preguntó Deimos, observando lo gracioso que el contrario se veía, intentando recuperar el equilibrio.

— Estaba caminando con mi compañero de equipo, pero al poco tiempo me aburrió estar con él y me fui, gritándole que si me seguía, iba a cortarle las dos piernas —hizo una mueca divertida al recordarlo—. Pero entonces...

— Sí, entiendo lo que viene —suspiró, con una sonrisa burlona.

— Es un fastidio —refunfuñó, revolviendo su cabello, frustrado —. ¿Y tú como llegaste aquí?

Fue como si hubiera preguntado algo prohibido. Al momento, el aura asesina de Deimos comenzó a sobresalir de él y su mirada antes risueña, se convirtió en una de odio.

— Debido a un juego de niños. Uno que pienso terminar cuando salga de aquí.

Wion: En este nuevo mundo, el wion es una especie de animal, que ocupa el primer puesto entre los más promiscuos e inútiles del planeta.

Heroes aren't always nice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora