4. "Muere, Señor Bully"

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El bosque lucía muy poco como uno, pues tenía cosas bastante extrañas y algunas incluso inidentificables.

Deimos había estado explorando el sitio por horas, pero no encontraba nada que le divirtiera.

« ¿Qué clase de prueba es esta? », pensaba aburrido e irritado. O bien, estaba irritado por estar aburrido.

— T-taion Kill, no creo que debamos entrar ahí —decía un angustiado chico de gafas, captando la atención de nuestro protagonista.

— Pero es que esta cueva está en tan perfecta condición y su estructura también es la ideal —admiraba embelesado.

— ¡Pero podría ser una trampa! —insistió el castaño.

— ¿Por qué diablos sería una? Deja de ser tan molesto, rarito —contestó con frialdad y regresó la vista a aquella cueva.

— ¡Kurt! —le habló Deimos a lo lejos y el chico, ante eso, le dio la espalda —. ¿No me habrá escuchado? —dijo para sí mismo y decidió acercarse—. ¡Yo! —saludó, ya estando a centímetros de Kurt y el mismo tembló sorprendido.

Mientras tanto, el chico de los Kill seguía admirando aquella cueva.

— Pensé que si lo ignoraba se iría —murmuró Kurt y sin más remedio, se giró para darle la cara a Deimos—. Hola —intentó formar una sonrisa, pero falló. Deimos se soltó a carcajadas al ver su expresión.

— ¿Qué le pasó a tu rostro? ¿Un camión? —comentó entre risas.

— Uhm, ¿qué necesitas? —desvió la mirada al preguntar.

— Sólo vine a saludarte, ya que cuando estabas explicando lo de "El bosque no sé que", no me escuchaste —sonrió—. Así que también quieres ser un héroe, ¿quién lo hubiera imaginado? —cruzó sus brazos sobre su pecho y empezó a analizarlo de arriba a abajo—. Te voy a ser sincero, alguien como tú no podría jamás ser un héroe. Desde aquél entonces no pareces haber cambiado nada en lo absoluto. Sigues siendo débil —agregó con frialdad. Kurt bajó la mirada, para poder responder.

— No fue que no te escuchara, en realidad te ignoré —confesó.

— ¿Eh? —musitó Deimos, confundido.

— También hace momentos, te ignoré, esperando a que te fueras sin más.

— ¿De qué hablas? Pero si antes eramos amigos, siempre me seguías a todas partes —rió Deimos, pensando que sólo era una broma. Más no lo era y él lo entendería pronto.

— ¿Crees que por eso éramos amigos? Te equívocas —negó rotundamente, elevando por fin su mirada, clavándola directamente en sus ojos—. Yo sólo te seguía a todas partes porque tú me lo decías y tenía miedo de contradecirte. Además, ya que eras el más fuerte en ese entonces, creí que estaría a salvo si me quedaba contigo y que a mí no me harías daño. Pero siempre, a la más pequeña queja mía o un mínimo error, me golpeabas a muerte —frunció sus labios—. Y siempre, como hace instantes, me despreciabas, diciéndome lo inútil que era. ¿Sabes cuántos se pusieron tristes cuando te fuiste del país?...

— ¿Por qué me ves así? Antes tu nunca te atrevías a mirarme a los ojos —pronunció desconcertado.

—... ¡Nadie! Todos estábamos felices de que te hayas ido de "Happy Sound", porque eso significaba que nunca mas tendríamos oportunidad de volvernos a topar contigo...

— Detente.

— ...¿Sabías que eras el único al que jamás invitaron a las reuniones de grupo? —continuó hablando—. Todos te encontraban repugnante. Wendy jamás se equivocó al llamarte basura que no puede ser reciclad-...

— Cierra la boca —lo interrumpió el peliaqua, elevándolo desde su cuello.  La mirada de Deimos había perdido su brillo y de su alrededor, un aura negra comenzó a brotar; amenazante, intensa y peligrosa, como su filosa mirada.

Sin previo aviso, una mano se cuela debajo del codo de Deimos y con un único ágil movimiento, hace que suelte al castaño. Ni siquiera comprendió lo que pasó, cuando el ojos de granada fue empujado hasta quedar delante de la cueva de antes.

« Si hubiera sido una persona normal, eso hubiese destrozado la mitad de mi brazo. ¿Me empujó él? Ni siquiera lo sentí tocarme », pensó, buscando al causante con la mirada.

— Que onda —saludó como si nada.

— ¿Eres Taion Kill, cierto? —alargó una sonrisa sádica.

— Ese soy yo, sí —respondió sin expresión y con un solo dedo posicionado en el pecho de Deimos, lo lanzó directamente hacia la cueva tras él.

Lo que antes era una cueva, se transformó en un gigantesco pozo.

— ¿Sabías que "El Bosque de los perdidos" tiene al menos mil portales a otra dimensión? —cuestionó, con el eco ayudando a transmitir su voz al peliaqua—. Por eso, aunque las personas lograsen derrotar a sus peores miedos, se pierden.

— ¡Bastardo! —gruñó en respuesta—. ¡Kurt, si no me sacas de aquí, te mataré cuando salga! —añadió. El mencionado tembló en un primer instante, recordando el infierno que había pasado gracias a él; fue por eso que fue capaz de tomar el control de sí mismo casi de inmediato.

— Muerete, Deimos —contestó con aparente desinterés —. Tal vez te ganaste esto por ser tan débil —agregó por último. La mirada color granada, se estremeció.

— Si te hubieras quedado con tu compañera, tal vez no habrías acabado así. Después de todo, los Mtizry tienen las mejores habilidades en cuanto descifrar información se trata —expuso ahora, Taion—. Bueno, vámonos —le dijo al chico de las gafas y ambos salieron de esa parte del bosque.

— ¿E-eso de empujarlo a la trampa era de verdad necesario? —preguntó, mirando de donde acababan de salir—. Bueno, supongo que sí. Se trataba de Deimos, después de todo. Si no hubieras hecho eso, me habría matado. Gracias —sonrió alegre.

— Está bien —contestó sin más—. Así que si era una trampa, que pena —murmuró.

— ¿Mande? —interrogó pensando que había dicho algo dirigido a él y acercó su cara para oírlo mejor.

— No hablo contigo —respondió con frialdad, alejándole el rostro con una mano.

Heroes aren't always nice Donde viven las historias. Descúbrelo ahora