Deimos y Wendy se encontraban en una habitación a oscuras, sentados frente a frente. Ninguno hablaba; Deimos chupaba gustoso una paleta de colores, con la mirada fija en su videojuego portátil y Wendy lo veía a él. Cualquiera que viera esto, diría que es una imagen bastante extraña.
— ¡Mueran, escorias! ¡Desde el inicio estaba claro quién es el mejor! — exclamó emocionado al haber ganado. Seguido de eso, dirigió su mirada hacia Wendy, con una sonrisa indescifrable en él —. Nunca imaginé que nos volveríamos a encontrar así, o mejor dicho — estiró sus brazos desperezándose —, ni siquiera pensé que volvería a ver tu cabeza de apio — dijo aun manteniendo su sonrisa. Entonces, al bajar la mirada más, la detuvo justo en los pechos aún inmaduros de Wendy e involuntariamente una risa de entre decepción y burla se le escapó —. Que melones — murmuró sarcástico, jugando con la paleta frente a sus labios y la peliverde sólo hizo más fieros sus ojos—. Oh, vamos, ¿aún sigues enojada por el pasado? No te preocupes, ya no soy aquél niño inmaduro de antes —mencionó con seriedad al ver como Wendy aún mantenía las distancias y no le había hablado desde que ella se enteró quien era. Mordió el dulce, divertido y lanzó el palillo por los aires—. ¿Qué? ¿Podría ser que tú... —se incorporó y se acercó al rostro de la chica para ver sus expresiones mejor — aún me tienes miedo? —y entonces la sonrisa sádica que le sale tan natural a Deimos apareció. Wendy no suele molestarse con nada, todo le da igual, pero Deimos ya es otro asunto.
De pronto, el suelo comenzó a romperse bajo los pies de Wendy y su mirada se había vuelto sombría.
« ¿"Miedo"? » pensó la de los ojos amarillos.
— Deja de mentir con que no eres el mismo de antes —habló por fin—. Tú eres la basura más grande; basura que no puede ser reciclada siquiera —Deimos borró su sonrisa—. Así que deja de decir que has cambiado, porque ni aunque pasen mil vidas te lo creeré —el peliaqua retrocedió, sin expresión en su rostro.
Largos minutos de silencio pasaron. Deimos había vuelto a jugar su videojuego y Wendy tenía la mirada perdida en la nada.
— Maldición, perdí —gruñó el chico—. Ah, esto no va a funcionar —expuso, llamando la atención de Wendy—. Vete tú —demandó.
— Ya estaba pensando hacerlo desde un inicio, basura, así que no me des órdenes.
— ¡Entonces bien! Así evito las molestias de tener que deshacerme de ti —ríe como un maniático, o bueno, como Deimos, que es casi lo mismo. Wendy lo mira fríamente; su mentalidad de hace unos segundos, con esa acción, había tomado otro curso y la historia que estaba predestinada, estaba por cambiar.
— Chicos —entró un sujeto de pronto, sobresaltando un poco a ambos—, el tiempo acabó, ¿ya han tomado sus decisiones?
Los dos asintieron y entonces salieron de la habitación.
— Ahora que todos han decidido si se quedarán para las pruebas —aumentó el volumen de su voz—, quiero que pasen al frente, se presenten a sí mismos y entonces nos digan lo que eligieron. ¡¿Desean ser héroes sí o no?!
El hombre de las vestimentas negras había preguntado por segunda vez, después de aclararles que en realidad, el "Abyss" era una manera para encontrar personas que estén capacitadas para ser héroes y todos los que quedaron en primer y segundo lugar, acababan aquí. Les dijo que ellos podían tomar la decisión de simplemente retirarse.
Antes Deimos casi destruía el lugar entero por haber sido engañado, él quería su premio, pero entonces, el hombre de negro le susurró: "¿No puede la persona a la que estás buscando ser una razón para que te vuelvas un héroe? ", y el de los ojos de granada ya había sido persuadido.
Las parejas elegidas fueron pasando una en una; nadie había querido renunciar.
— Ahora, pasen Deimos Zweijer y Wendy Mtizry — les llamó— . ¿Qué han elegido?
— Soy Deimos Zweijer— se adelantó a hablar primero—. Algún día conquistaré el mundo y los haré a todos mis esclavos — dijo con aquella sonrisa llena de sadismo, que sólo él tenía— . Mi respuesta es un sí — y se bajó del escenario con todo el estilo de "chico cool", que solía distinguirlo.
La gente había empezado a susurrarse cosas como: "¿Enserio él quiere ser un héroe", "¿Y no sería mejor que él fuera un villano?", "Ese chico da miedo, aunque está guapo", todos sorprendidos de que alguien como él quisiera tomar dicha responsabilidad tan grande.
— Yo... — empezó a decir Wendy, pero fue interrumpida.
— ¡Ah, olvidé mencionarlo, pero si alguna de sus parejas renuncia, ustedes tampoco podrán participar en las pruebas! — repuso el tipo y la mandíbula de Deimos casi tocaba el suelo—. ¿Quieren que les de más tiempo para charlar? — sonrió burlón.
El peliaqua no perdió el tiempo y rápidamente tiró del brazo de la Mtizry, para así poder hablar con ella antes de que dijese cualquier cosa.
— Oye — refunfuñó— . Quédate — apartó la mirada, indignado por lo que él mismo había dicho— . Verás, sé que no te gustan las cosas molestas y eso es lo único que sé de ti— apretó los dientes, frustrado—, pero también pienso que, como algún maestro dijo, o un escritor, o no sé, una persona importante del pasado —murmuró eso último— . En fin, esa persona posiblemente muy importante dijo: "Aquellos que ignoran el mal, son sus cómplices", ¿no piensas lo mismo, Wendy? — la chica sólo observaba y él, sin saber como descifrar su poker face, decidió usar su último recurso— . Bien, te diré la verdadera razón de porqué quiero ser un héroe. Cuando tenía cinco años, mi hermana menor desapareció y nunca más se volvió a saber de ella , pero a veces la sueño. Sueño que ella me pide ayuda con desesperación y yo... quiero encontrarla. Por eso, no puedo ignorar al mal, porque alguien malo le hizo eso a mi hermana y yo no quiero ser como esa persona — su voz fue áspera — . Ser un héroe da muchos beneficios que podrían facilitar mi búsqueda— terminó de decir. Al poco rato, hubo una reacción mínima de sorpresa en Wendy— . ¡No me mires así, escoria, te mataré! — alargó su sonrisa sádica.
— De todas formas, iba a aceptar —expuso y subió al escenario.
« ¡¿QUÉ?! ¡YO LA MATO! », gritó Deimos en sus adentros, con su orgullo herido.
— Soy Wendy Mtizry, futura heredera del clan alíen Mtizry. Mi sueño es tener una vida tranquila y sin preocupaciones —voltea a ver a Deimos —. "No puedo ignorar al mal, porque alguien malo le hizo eso a mi hermana y yo no quiero ser como esa persona" —repitió las palabras del chico—. Y yo no puedo perdonar a alguien como tú. Me hiciste mucho daño —confesó, aún con su rostro inexpresivo y con su voz firme—. Por eso, pelearé. Seré una heroína y exterminaré a todas las molestias como tú. Esa es mi respuesta—dijo, viéndolo arrogante. Deimos ya había empezado a gruñir.
— ¡Este es el equipo #888! — exclamó alegre el sujeto de negro—. ¡Ahora bien, empecemos!
O tal vez esta historia era la que en verdad estaba predestinada.
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Heroes aren't always nice
PrzygodoweEn el futuro, todo tipo de seres han poblado el mundo y ya no es extraño ver a un humano mitad alíen, mitad demonio. No obstante, este no es el caso de nuestros protagonistas, porque ninguno de ellos es siquiera humano. Deimos y Wendy persiguen obje...