¿No era la forma correcta? ¿Según quién?
¿Cuántas revoluciones no se habrán hecho a lo largo de la historia si las cosas se pudieran haber conseguido haciéndolas "de la forma correcta"? Y aunque hemos progresado como sociedad, aún hay mucho por cambiar. Por eso sólo queda seguir luchando, gritando, alzando nuestras armas al cielo.
Esa noche el perfecto auto de Deimos había sido modificado con la ayuda de uno de esos conocidos que le debían favores al chico. El objetivo era que el vehículo pudiera cambiar su apariencia fácilmente durante las misiones como héroes y así, nadie pudiera descubrirlos.
Habían preparado también un dispositivo muy similar a una tableta, pero de más alta tecnología, que servía para notificarles en cuanto tuvieran que acudir ante un crimen. El conocido de Deimos incluso les propuso hacer publicidad en la televisión de ellos mismos, pero de inmediato rechazaron la propuesta alegando que justamente, la discreción era vital para que ellos pudieran mantener sus identidades a salvo y el plan en marcha. Sin embargo, con los trajes y máscaras que Wendy se encargó de conseguir en su clan, nadie los reconocería.
— ¿Qué hacemos, cabeza de apio? —susurró Deimos a la chica, alejándose un poco del sujeto que les hizo la sugerencia—. Si no reconocen nuestras verdaderas identidades, creo que estaría bien para empezar a hacer crecer el negocio.
Wendy sopesó la situación unos segundos.
— Pasta de dientes.
— ¿Qué?
— Tu cabello es del color de la pasta de dientes, ¿debería empezar a usar ese apodo contigo? —cuando vió la reacción molesta del contrario, ella soltó una risa burlona y se volvió a poner seria—. Sólo bromeo. Y considero que estaría bien, pero nunca he visto que los héroes reconocidos hagan eso.
— Tú lo has dicho, tonta. Es porque ellos ya son reconocidos. ¿Qué importa si iniciamos diferente a ellos? Lo importante es la meta final —alargó una sonrisa que parecía como si en su mente, imaginara haber realizado ya todos sus objetivos. Su compañera sacó aire, exhausta.
— Quiero dormir.
— ¿Y entonces? ¿Aceptan? —cuestionó con incertidumbre el hombre que había estado esperando a que terminaran de discutir.
— Sí —contestaron los dos al mismo tiempo.
Así, desde ese día en el que con la ayuda del conocido de Deimos grabaron el comercial, se mostraba por todas partes el anuncio de los nuevos héroes de la ciudad, mencionando sus números de contacto, además de cualquier información relevante. El vídeo era de excelente calidad y como Deimos había proporcionado una alta suma para el presupuesto, nada les faltó. Lo malo era la actuación de los chicos. Deimos podía ocultar muy poco su verdadera personalidad narcisista y soberbia y Wendy no tenía emociones en lo absoluto, así que parecía un robot que leía un libreto. ¿Qué loco dejaría su vida en manos de dos chicos inestables como ellos?
La decepción creció en ellos cuando, justo como pensaban, no habían tenido ni una sola solicitud de ayuda.
Ambos miraban una vez más el anuncio en la enorme pantalla de un bar. Deimos tomó su bebida con algo de coraje, pero la bajó con cuidado, para no despertar a su compañera, que se había quedado dormida después de dos tragos.
— ¿Estamos haciendo lo correcto? —se cuestionó el chico, pasando ligeramente un mechón de Wendy por detrás de su oreja. Al instante, recibe la llamada de su novia, Apple, a la que le responde con dudas—. Hola, Apple. Estoy ocupado, ¿podemos hablar después?
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Heroes aren't always nice
AdventureEn el futuro, todo tipo de seres han poblado el mundo y ya no es extraño ver a un humano mitad alíen, mitad demonio. No obstante, este no es el caso de nuestros protagonistas, porque ninguno de ellos es siquiera humano. Deimos y Wendy persiguen obje...