La besé.
Oh si que lo hice.
Pero todos conocemos a la tierna y dulce Forest. Tan linda y simpática como siempre.
Así que su rodilla se impacto en mi entrepierna y caí al piso de nuevo.
-pensar que eres un mujeriego,-dijo mientras se limpiaba los labios con su mano-y no sabes besar- quitó un mechón rebelde que tapaba su cara.
-¿Que no se besar? -me levanté del suelo furioso- ¿quieres ver que tan bien beso?
-No gracias, chico. -hizo una mueca.
-Vamos, Axel. Necesitas recuperar te de...-miró mi pantalón- eso- hizo una mueca de horror- vamos.
Tomó mi brazo y me jalo directo al segundo piso.
Al llegar a la habitación cerró la puerta detrás de él y me ayudó a sentarme en la cama.
-Quítate la camiseta-dijo mientras buscaba algo en un cajón.
Lo miré pícaro. Él se dio la vuelta y al ver mi cara fruncio el ceño.
-¿Que?-se arrodilló enfrente de mí aún esperando que me quite la camiseta.
-Así que...-hice una pausa mientras tomaba las orillas del final de la camiseta-¿Quieres que me quite la camiseta?
Me miró confundido, después de unos segundo reaccionó.
-Imbécil. A pesar de que estas a punto de morir sigues con tus tonterías- ahora fui yo quien lo miré confundido.
-Es una metáfora...¿Cierto? -el asistió riendo.
-Ya quítate la camiseta- hice lo que me pidió- no se ve taan grave- alargó la "A" en la palabra "tan"- un poco de esto y esto y esto- dijo mientras que ponía alcohol en un algodón-te dolerá -dicho esto puso el algodón en mis heridas. Me miró con el ceño fruncido- ¿Porque no te quejas?-quitó el algodón.
Di un largo suspiro.
-Creeme, no se que es lo que me pasa...-dejé salir otro suspiro.
-Axel, no es que te has enamorado...¿ o si? -alzó una ceja.
-No, en realidad creo que me dolió lo que dijo Lucke. ¿Como pudiste ser amigo de un tipo así de...?-me calló.
-¿de que? ¿Realista? -levante la mirada hacía él.
-¿Lo estas defendiendo? - frunci el ceño.
-Bueno...no he dicho nada.
-Claro que lo dijiste. Estas defendiendo a ese pelirrojo y no a mí ¡Soy tu hermano!
Alex no dijo nada, simplemente se limitó a levantarse y a irse.
Soy un pésimo hermano...
Pov. Forest.
Imbécil.
Lucke se acercó a mí y me abrazó.
-espero que él gilipollas de Alex no lo haya disfrutado.-dijo mientras miraba con enfado la sala.
-No me lo recuerdes ¿quieres? -él asintió y me soltó.
Se escucharon pasos bajando las escaleras para después llegar a la cocina.
-No pense que estaban aún aquí- Alex estaba enfrente, se dio la vuelta al decirnos eso, pero al instante Lucke tomó su hombro para evitar que se fuera.
-Ven acá- Alex se dio la vuelta y lo abrazó.-¿Axel?-él asintió- ese gilipollas...
-Yo me encargo- dije para darle unas palmaditas en la espalda a Alex e ir escaleras arriba.
Al llegar al cuarto entre sin avisar encontrando a un Axel en boxer solamente.
Bien, tengo que aprender a llamar a la puerta.
Axel se dio la vuelta encarandome, me miró de arriba a abajo y después se miró él. Abrió los ojos como platos y se tapó con sus manos su entrepierna.
-¿No sabes que es llamar a la puerta? -Asentí- ¿Y entonces? -rodé los ojos.
-Diablos, no es algo que no haya visto nunca- entre y cerré la puerta detras de mi.
-¿Impresionada por mi físico, pelirroja? -Alzó una ceja.
-¿Físico? ¿Cuál físico? Mas bien pareces un fideo parado. -solté una pequeña carcajada.
-Claro- rodó los ojos y comenzó a buscar algo en un ropero.
-¿Que e hiciste a Alex? -volteo repentinamente hacía mí.
-¿Que te hace pensar que le hice algo?- volvió su vista al ropero.
-Bajó con una mirada que...-me callé- ¿Me éstas escuchando?
Él hizo un ademán de estar hablando, con la mano.
-Idiota.
-Gracias.
-De nada- sonreí.
Del ropero sacó un pantalón y se lo puso.
-Primero que nada- me lanzó una mirada mientras abrochaba el botón de estos- ¿Que tal tus heridas? -dio un suspiro.
-Supongo que bien...Ya no duelen tanto como hace rato- asentí.
-¿Porque Ashton no esta? Pregunté cuando recién llegue. Pero no me respondieron-se sentó en la cama.
-Digamos que tuvimos una pequeña discusión...-dijo tapando su rostro con sus manos- Ashley me golpeó, yo me defendí, Ashton la defendió a ella, discutimos, peleamos y al final se fue por algo que dijo.
-Ahora entiendo...Adiós- dije animadamente mientras salía de la habitación.
Fui con Ashley.
Llamé a la puerta varias veces (para evitar lo que paso hace rato) después de unos segundos se escuchó un "adelante" pasé y cerré la puerta detras mío.
-Hey, ¿Mejor? -ella asintió.
Ella estaba sentada en la ventana mirando hacía a fuera.
-¿Donde crees que éste ahora? -pensé un momento.
¿A donde puede ir un idiota?
-Ni idea- dije sin rodeos.
-Es que...¿Como pudo dejarme? Todo es culpa del estúpido de Axel. Puede que odié al idiota de mi hermano, pero...aún así lo quiero...Maldición, lo quiero.
-Oh, linda. Para sobrevivir en éste mundo tienes que ser una perra sin corazón.- sonrió un poco.
-Lo se. Como sea gracias por estar aquí.
-No hay porque.
Sonrió mucho más.
-Nos estamos haciendo unas cursis- dije riendo.
-Tienes razón- río un poco conmigo-En realidad solo quiero verlo una vez mas. Quiero escuchar sus tonterías y sus estupideces-reí mas fuerte.
-Y que estupideces- dije dándole la razón.
-Da igual, él ya no está. -dijo levantándose mientras caminaba a la cama y se acostaba.-Estoy algo cansada, ¿te importaría?-negué y salí de su habitación.
Bajé las escaleras. En la cocina ya no estaban Lucke y Alex. Me encogí de hombros y caminé a a sala.
Me lancé al sofá, tomé el control remoto y prendí el televisor. Puse un canal cualquiera y me dispuse a ver una película.
Fue un largo día.
Cerré mis ojos dispuesta a dormir.
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¡Alerta Roja!
De TodoLa escuela del norte es una correccional para chicos problemáticos. Sólo hay tres reglas en esa correcconal 1.- no importa lo que hagas, no te metas con un White. 2.-una vez que entras no sales. A menos que tus pases te saquen y paguen...