El gran árbol que se encontraba en el centro de la isla de Nunca Jamás, había pertenecido a Peter Pan durante mucho tiempo.
Había sido su hogar desde que su madre Azalea había abandonado la isla y lo había dejado a cargo de la reina hada. Sin embargo, al ser rechazado por la misma reina, hizo que le llevaran hacia Tierra Firme de igual manera, en donde los humanos se harían cargo de un niño huérfano que necesitaba una familia. Jamás nadie se atrevió a contradecir a la reina sobre sus acciones, así que a Peter Pan no se le vio en la Isla sino tiempo después, cuando curiosamente los hombres de Barba Negra traían consigo, niños de un orfanato de Tierra Firme para esclavizarlos en las minas para que trabajaran ahí.
Fue dentro de las minas de Barba Negra donde Pan y Garfio se habían conocido. Y donde posteriormente habían conseguido su libertad eventualmente. Después de esa época, no volvieron a verse ya que James con sus hombres había regresado a Tierra Firme con Florence y Pan se quedó en la Isla sin saber a donde ir.
La reina Hada estaba enterada del escape de Pan, así que encomendó hadas a cumplir la misión de apoyarle en encontrar un sitio adecuado para que él viviera. El gran árbol del centro de la isla fue el lugar elegido para él.
Ahí siguió viviendo y haciendo amistad con alguno que otro habitante de la Isla. Sin embargo la amistad más poderosa para él, fue la que entablo con Campanita, el hada que se volvería su inseparable compañía. Y gracias a ella, logró en determinado momento atravesar la línea invisible de Nunca Jamás y Tierra Firme para viajar entre ambos mundos. Llevando en muchas ocasiones, niños perdidos hacia la isla que nunca existió.
Todo lo anterior era comentado por un entusiasmado Zheng y una alegre Zarina, quienes unieron sus conocimientos sobre la historia del árbol al que habían llegado para refugiarse después de haber escapado de la fortaleza de los pieles roja. James Garfio confirmo lo que su hada relataba, sobre la parte en la que él y Pan se habían conocido en las minas como esclavos.
Faltaban un par de horas para la media noche. Y después de que los hombres de la capitana Ching Shi y el capitán Zheng Yi si reunieran con abrazos y lagrimas de felicidad por haber sido separados durante tanto tiempo, planearon cuadrillas de patrullaje por el área mientras otros descansaban dentro del árbol a la espera de alguna señal de sus aliados.
Zheng y Ching no se habían separado desde el momento en que se habían reencontrado. Tenían tantas cosas que contarse, tantas lagrimas que llorar juntos y tantos deseos de venganza en contra de Tich por lo que les había hecho, que no se daban cuenta del encantador espectáculo que mostraban a sus compañeros, tomados de la mano en todo momento sin soltarse y sin alejarse uno del otro como si en cualquier momento algo los fuera a separar nuevamente.
Zarina encontró por fortuna alimentos y agua. Y quienes descansaban en el árbol pudieron comer y beber. Algunos piratas chinos les llevaron a sus compañeros del exterior comida y agua para que recargaran energías.
Fueron las curiosas preguntas de Víctor las que despertaron el interés de Zheng y Zarina de comentar la historia que ese árbol compartía con el niño pelirrojo.
Sin importarles un carajo que aquella cama le perteneciera a uno de sus enemigos, Annie y Víctor se recostaron sobre ella para descansar.
Abrazada a Víctor y después de un buen rato llorando el dolor que la embargaba, Annie se abandonó en los brazos de Morfeo poco después de recostarse. Víctor le agradecía en susurros el haberle salvado a vida, a pesar de lo que había ocurrido. Ella antes de caer dormida, le había pedido perdón por haber permitido que sus hermanos murieran. Le pidió perdón cientos de veces entre lágrimas mientras Víctor llorando al igual que ella le aseguraba que el jamás podría odiarla por haberlo elegido a él. Le aseguró que la amaba más que nada en el mundo, y que ella era todo su universo. Le llamó mamá muchas veces más mientras la abrazaba llorando contándole la infinidad de veces que soñaba con que ella lo adoptara algún día para poder ser su hijo para siempre. Annie abrazada a él comenzó a calmar un poco su llanto hasta caer dormida abrazada al niño, pero Víctor estaba demasiado alterado por las circunstancias como para poder dormir.
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Azul Profundo
FantasyGarfio aprenderá que un hombre puede ser salvado del mismísimo infierno de muchas maneras. El misterio que envuelve la vida de una mujer de "Tierra Firme", involucra a los habitantes de "la isla que nunca existió" de una manera inimaginable. Las pro...