Aerith y los niños acababan de llegar a Riviera Maya, habían sido tres horas y media de viaje desde Nueva York a México, a Leah y Ethan les había tocado juntos en el avión, mientras que a Ian y a Aerith les había tocado juntos un par de asientos detrás de Leah y Ethan. Aaron le había dicho a Aerith que iría a pasar con ellos un par de días. Cuando llegaron al hotel que Aerith había reservado se quedaron muy sorprendidos, eran un gran hotel, tenía un aspecto muy tropical y lujoso, el encargado les acompañó hasta las habitaciones, Aerith había reservado una habitación para Aaron y para ella y otra habitación para los gemelos y Leah.
- Mamá -llamó Leah a su madre.
- ¿Qué pasa cariño? -Preguntó Aerith.
- ¿Cuando vamos a ir a la playa?
- Ordenamos un poco la ropa y nos vamos a la playa, la habitación tiene unas vistas impresionantes -se asomaron ambas al pequeño balcón que había en la habitación.
- Es increíble -abrazó Leah a su madre.
- Hay que disfrutarlo -sonrió y le beso la cabeza.- En cuanto lleguemos os vais a Miami.
- ¿Y tu que vas a hacer mamá? -Preguntó curiosa.
- Pues estaré con Aaron y tendré que ir a un evento que organiza el abuelo para recaudar fondos.
- ¿Y eso cuando es?
- Creo que para esa fecha ya estaréis aquí -sonrió Aerith.
- ¿Y puedo ir yo? -Preguntó Leah.
- No lo sé cariño, le preguntaré al abuelo. Pero eso suele ser muy aburrido -dijo riendo Aerith.
- Voy a cambiarme para ir a la playa -dijo entusiasmada Leah.
- Vale pequeña.
Aerith colocó un poco la ropa y se puso su bikini y un pantalón corto encima. Pasaron por la habitación de los gemelos, que ya estaban preparados y fueron a la playa.
Allí todos fueron a meterse al mar excepto Aerith, un rato después de estar bañándose, Leah propuso de jugar al voleibol. Y para ir equilibrados iban Ian y Aerith contra Ethan y Leah.
Al final el partido lo ganaron Ian y Aerith, Ethan se picó diciendo que era injusto porque Leah era más pequeña y pidió una revancha.
Estuvieron toda la mañana en la playa hasta la hora de comer, que volvieron al hotel.Aaron vendría los tres últimos días, cosa que a los hijos de Aerith no les hacía ni pizca de gracia. Ni conocían mucho a Aaron pero había algo raro en él.
Después de comer fueron a hacer turismo por Riviera Maya, les parecía un lugar precioso, con unas playas impresionantes y un clima muy cálido, acostumbrados al clima de Nueva York.
Aiden por su parte estaba con una de tantas chicas con las que había estado. ¿Por qué era así ahora con Aerith? La verdad le divertía y cada vez Aerith estaba mucho mejor, a pesar de los años y todos los embarazos seguía con su magnífica figura.
En ese momento Aiden cruzó la mirada con un hombre, que estaba con una de las chicas de su agencia de modelos. No le dio mucha importancia más y siguió a lo suyo.
Cuando volvieron de sus vacaciones con su madre al día siguiente se fueron con su padre en avión hacia Miami por suerte eran menos horas y podrían descansar en el avión.
Al llegar allí hicieron igual que con su madre, colocaron todo y fueron a la playa. Y cuando se cansaron de playa se fueron a la piscina que tenían privada para ellos.
Una cosa que notó Leah los días que estuvo Aaron con ellos, fue que no quería estar mucho con ellos ni hablar y siempre intentaba mandarlos a ellos a bañarse o cualquier cosa para quedarse a solas con su madre.Los gemelos notaron que Aaron siempre hablaba con superioridad ya fuera a su madre o a ellos.
Leah tenía un plan pero ella al ser tan pequeña se lo contó a sus hermanos gemelos. Que tendrían que hacerlo al llegar del viaje y cuánto antes. Aunque ella no quería contárselo a nadie no tuvo más remedio.
Por suerte se lo tomaron mejor de lo que esperaban. E incluso estaban de su parte.
Mientras que sus hijos estaban de vacaciones con su ex marido ella pasó la semana trabajando ayudando a su padre con la gala benéfica, buscando los sitios, haciendo la lista de invitados, viendo que irían a subastar y cosas que iba a donar.
Cuando volvieron sus hijos del viaje aún estaba sumida en aquella gala preparando cosas, lo único que le quedaba cuando estaban sus hijos en casa era mandar las invitaciones y buscar un vestido.
- Oye mamá, ¿y cuando es la gala benéfica que ha organizado el abuelo? -Preguntó Ethan cuando estaban ellos con su madre en el salón.
Leah estaba como de costumbre con su padre.
- Dentro de un par de días -sonrió ella.
- ¿Y tienes ya el vestido?
- No, tengo que ir ahora a ver vestidos.
- Pues ve antes de que cierren -señaló Ian el reloj de la pared.
- Vale, me voy que sino no me da tiempo. Las invitaciones se están enviando en cuanto se envíen todas apagáis el portátil- les besó la mejilla a los dos y se fue hacia el coche.
En cuanto Aerith salió por la puerta de casa y escucharon el ruido del coche irse cogieron el portátil y detuvieron el proceso, añadieron el correo de Aiden entre los invitados y lo apuntaron en la lista de invitados.
Y de nuevo siguieron con el proceso de enviar las invitaciones, el plan estaba saliendo a la perfección. Cuando por fin se enviaron todas las invitaciones apagaron el portátil y al poco llegó su madre con el vestido y unos tacones que iba a juego.
Lo subió directamente a su habitación y lo guardo en el vestidor que antes compartía con su ex marido y que ahora era sólo suyo. Aaron estaba invitado a la gala pero no le había dicho si iría o no.
Y sobre el viaje que iban a hacer solos mientras que Aiden se había ido de vacaciones con los niños, al final no pudieron ir a ningún lado pero por lo menos disfrutaron de tres días en Riviera Maya.
Continuará...
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Hilo rojo
RomanceAerith es una chica que desde muy joven se caso con el hombre quien creía que era el amor de su vida. Aunque nada es lo que parece. Lo que parece amor a veces es traición. Y lo que parecía traicion acabó siendo amor.