Aiden en cuanto notó que el sol de daba en la cara, sonrió y se estiró en la cama. Notó que tenía a alguien con la cabeza en su pecho, miró a aquella persona y se dio cuenta de que era Aerith. Le besó la cabeza y se levantó de la cama con cuidado de no despertarla.
Aiden se vistió con la ropa de anoche, con su traje, su corbata y sus zapatos. Se fue de su antigua casa hasta su apartamento, una vez allí se ducho y se cambió de ropa. Por suerte ninguno de los dos trabajaba hoy.
Aerith se estiró en su cama y bostezó, se levantó de la cama con las sábanas alrededor de su cuerpo y se desilusionó al ver que estaba sola, se metió a la ducha y se puso unos jeans con una camiseta de Calvin Klein.
Aerith aún creía que con quien había pasado la noche y con el que había tenido intimidad era con Aaron.
Al poco de desayunar los gemelos volvieron a casa, Aerith les contó por encima como fue la gala. Ellos fueron hasta su habitación a ver una serie. Ella cogió el móvil y llamó a Aaron.
- Hola Aaron -saludó Aerith.
- Hola preciosa, debo disculparme contigo pero estoy muy ocupado.
- Oh lo siento Aaron -se disculpó Aerith por interrumpirlo.
- No pasa nada. Luego hablamos -colgó.
Aerith dejó el teléfono y fue al jardín de la casa, una vez en el jardín se puso a arreglarlo, cortando el césped, limpiando la mesas y las sillas que habían ahí, las tumbonas. Limpió las hojas que habían en el sombraje. Por la tarde les pediría a los gemelos que le ayudasen a limpiar la piscina y así terminarían pronto.
Entró a la cocina para hacer la comida, pensó en hacer unos macarrones con tomate. Mientras que estaban al fuego subió a la habitación de sus hijos.
- Chicos, ¿me podéis hacer un favor? -Preguntó Aerith sentándose en la cama de su hijo Ethan.
- Claro, di.
- Como todos los años hay que limpiar la piscina y este año me gustaría que me ayudarais para terminar antes.
- Por mi vale -dijo Ian.
- Pues después de comer me ayudáis. Y mañana ya podéis bañaros y podéis traer a Ayla o a quien queráis -le guiñó el ojo a Ian.
Aiden por su parte había pedido una pizza para él y para su hija. No tenía ganas de cocinar ni de hacer nada al contrario que Aerith que se había levantado muy activa.
- Papá -lo llamó Leah.
- Dime pequeña -palmeó el sofá para que se sentara a su lado.
- ¿Cómo te fue ayer? -Sonrió inocente mientras se sentaba al lado de su padre.
- Muy bien, pequeña. Doné un par de relojes para subastarlos y yo compre un cuadro que está en el coche -sonrió a Aiden.
- ¿Y conociste a mucha gente?
- A un par de personas.
- ¿Y viste a alguien conocido? -Volvió a preguntar Leah.
- Vi a tu madre, a tu abuelo y a unos compañeros de trabajo -dijo Aiden.- Y tu estas muy preguntona señorita -le besó la mejilla a su hija.
- Solo tenía curiosidad -sonrió.- ¿Hablaste con mamá o con mi abuelo?
- Si, hablé con los dos. Pero más con tu abuelo -sonrió Aiden para sus adentros, pues no sólo había hablando con ella.
Llegó la pizza, comieron los dos y después lo recogieron después de comer Leah fue a su habitación para jugar mientras que Aiden recogía.
Por otro lado Aerith estaba limpiando la piscina con los gemelos, a media tarde terminaron de limpiarla completamente. Ambos se ducharon y se fueron con Ayla y Emma. Ian y Emma aún no eran novios querían conocerse un poco más antes de hacerse novios.
Aerith aburrida y agotada se dio un baño y se puso con el ordenador a ver sus redes sociales. Hasta que llamaron al timbre, al abrir se encontró a un compañero de trabajo.
- Hola Aerith -saludó Gabriel.
- Hola Gabriel, ¿quieres pasar? -Ofreció Aerith.
- No tranquila, me ha mandado tu padre que trajera el coche porque ayer te tuvieron que traer a casa -dijo Gabriel dándole las llaves a Aerith.
- Oh muchas gracias, Gabriel -cogió las llaves.- Enserio pasa que te invite a un café -sonrió Aerith.
- No gracias Aerith, me están esperando -dijo Gabriel.
- ¿Y tienes quién te lleve? -Preguntó Aerith.
- Tenía pensado ir andando -se pasó la mano por el pelo.
- Yo te llevo, dame un minuto -le avisó, apago las luces y dejó el portátil encendido.
Cerró las puertas y ambos se subieron al coche. Gabriel le dijo la dirección a Aerith y la verdad estaba cerca pero después de que él le hiciese el favor de traerle el coche quiso llevarlo a casa.
- ¿Tienes familia Gabriel?
- Una hija recién nacida que mi novia quería abortar, conseguí convencerla y ahora la tengo yo.
- Oooh, una niña -dijo tierna Aerith.
A Aerith siempre le gustaba mucho hablar con la gente y también le gustaba mucho los niños pequeños.
- ¿Tu tienes hijos Aerith? -Preguntó Gabriel a ella, el cual llevaba poco tiempo en la empresa.
- Unos gemelos y una niña de nueve años -suspiró melancólica.- Mis gemelos ya son muy independientes y hace nada les estaba cambiando yo el pañal.
- Crecen muy rápido -dijo Gabriel riendo.
- Sí...cuando te vayas a dar cuenta ya la tienes con novio.
Unos minutos más tarde Aerith paró en la dirección que Gabriel le había dicho. Y tras despedirse de él Aerith fue a echarle gasolina al coche.
Al llegar a casa de nuevo se hizo la cena para ella mientras que veía una película. A Aerith le encantaría tener a Aaron con ella en casa para ver películas, ir a cenar, levantarse y tenerlo a su lado, desayunar juntos, pasar tardes en el jardín y en la piscina pero tenían trabajos y cada uno su casa y sus ocupaciones.
Suspiró cansada y dejó de pensar en aquello.
Continuará...
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Hilo rojo
RomantikAerith es una chica que desde muy joven se caso con el hombre quien creía que era el amor de su vida. Aunque nada es lo que parece. Lo que parece amor a veces es traición. Y lo que parecía traicion acabó siendo amor.