La noche de Ian había ido bastante bien, obviamente había quedado para verse más y conocerse mejor. Emma le gustaba mucho Ian y quería intentar algo más que su amistad aunque tenían que ir poco a poco.
El día de Aerith y Leah fue normal, no hicieron mucho después de que se fueran las chicas vieron una película y estuvieron pintándose las uñas. No mucho después se fueron a dormir agotadas.
Ethan después de la película comieron en un Mc Donald's y después Ayla estaba demasiado cansada, Ethan la acompañó a su casa y volvió a la suya.
Por la mañana Aerith preparó los desayunos y se fue al despacho que tenía en casa para revisar unos papeles y preparar varios temas para escribir en sus próximos artículos.
Los tres se despertaron y fueron a desayunar, aquella mañana fue Ayla cuando llegó ya habían limpiado la casa entre todos y su madre estaba preparando varias cosas para la comida.
Tras hablar un rato con Aerith y Leah, le preguntó a Ian si podía hablar con él. Ian aceptó y subieron hasta la habitación, también fue Ethan.
- Ian lo que hiciste los otros días con Emma estuvo muy mal -Ian la iba a interrumpir pero Ayla lo calló.- No Ian Wells me toca a mí hablar, Emma sólo pretendía ser amable contigo idiota.-Le dio una colleja a su cuñado.
- Ayla por favor, ¿me dejas hablar? -Preguntó Ian.
- Habla -rodó los ojos Ayla.
- Ayer fui a su casa, porque uno de mis compañeros de equipo me dio su dirección, me disculpe con ella y hablamos. Y después le pedí una cita, volví a casa me cambie de ropa y fui a por ella de nuevo -explicó Ian.
Ethan y Ayla se quedaron boquiabiertos.
- ¿Y por qué fuiste tan repelente los otros días? -Dijo Ethan.
- Pensaba que era de otra forma -se encogió de hombros Ian.
- Pues muy mal Ian, no se juzga sin conocer -dijo Ayla mirándolo mal.
- ¿Y cómo te fue idiota? -Preguntó Ethan a su hermano gemelo.
- La conocí y es una gran chica, de verdad que los otros días fui muy idiota. Además de que yo no soy así -dijo Ian mirando a la pareja.
- ¿Tengo cuñada o no? -Dijo Ethan riendo.
- No imbécil -rodó los ojos Ian.
Aerith después de revisar sus documentos, fue al salón donde estaba Leah leyendo.
- Leah cariño -la llamó.
- ¿Si mamá?
- ¿Te apetece ir esta tarde al centro comercial? -Preguntó Aerith.
- ¡Sííí!
- O también podemos ir todos a comer allí y ya después que los chicos hagan lo que quieran.-Dijo Aerith.
- Voy a preguntarles -dijo Leah.
Fue hasta la habitación de sus hermanos, llamó a la puerta y entró.
- ¿Qué pasa Leah? -Preguntó Ian.
- Mamá dice que si nos vamos a comer fuera o si preferís aquí -dijo Leah mirando a sus hermanos.
- A mí me da igual -dijo Ethan.
- Y a mí -dijo Ian.
- Si lo sé no pregunto -rodó los ojos Leah.
- Que mona -dijo riendo Ayla.
Bajó al salón junto a su madre de nuevo y le dijo la decisión que habían tomado los gemelos. Al final entre Aerith y Leah decidieron de comer fuera.
Avisaron a los gemelos y también invitaron a Ayla a comer y aunque lo rechazó Aerith finalmente la convenció.
Todos se fueron al centro comercial y entre todos se pusieron de acuerdo. Al final comieron en una pizzería.
Por la tarde los gemelos y Ayla se fueron por su lado y Aerith y Leah por el suyo. Ellas iban a comprar un par de cosas que le hacían falta a Leah de ropa y Aerith se iba a dar un capricho a sí misma.
Hablando de ella hacia un par de semanas que no veía ni llamaba a Aaron, algo muy raro. Ella misma pensó en llamarlo por la noche.
Mientras que Aerith y Leah estaban en su día de chicas, Aiden estaba planeando su noche. Saldría a cenar con sus amigos y después se irían por los pubs más exclusivos de la ciudad.
Se ducho y se arregló.
Para la hora de cenar fue al restaurante al que había quedado con sus amigos. Una vez que ya estaban todos allí en el restaurante, pidieron la cena.
Leah y Aerith después llegar de su día en el centro comercial, ordenaron la ropa que se habían comprado. Hicieron la cena y cenaron tranquilamente. Los gemelos fueron a su habitación mientras que Leah y Aerith veían una película.
Cuando casi estaba por el final, Leah se durmió. Una vez que había terminado la película, cogió a Leah en brazos y la llevó hasta la habitación.
Arropó a su hija y bajo al salón, apagó la televisión y recogió todas las golosinas que habían comido, fregó los platos. Se puso una serie mientras que no le entraba el sueño.
Sobre las tres y media de la mañana, cuando ya estaba dormida en su cama recibió una llamada. Aún desconcertada por no conocer el número contestó a la llamada.
- ¿Si?
- ¿Es usted Aerith Carter?
- Así es.
- Le llamamos del departamento de policía de Nueva York.
- ¿Qué ha pasado? -Preguntó Aerith preocupada.
- No es nada grave señora Carter, no se preocupe. Pero sí que debería pasar por aquí.
- En diez minutos estoy allí -Dijo Aerith levantándose de su cama a la vez que colgaba la llamada.
Fue hasta su armario y se puso unos vaqueros, una camiseta simple y unas deportivas. Cogió las llaves del coche, se montó en el y condujo hasta el departamento de policía.
Diez minutos más tarde estaba allí, entró sofocada y adormecida.
- Hola soy Aerith Carter, me han llamado hace unos diez minutos pero no me han explicado nada -dijo a uno de los agentes.
- Es sobre su ex marido, ha cometido varios delitos menores, está demasiado borracho y al parecer el único número que se acuerda es el suyo -explicó el agente.
Aerith se frotó la frente cansada.
- ¿Dónde está él? -Preguntó Aerith.
- Esta en una de las celdas, voy a por él.
El agente se fue a por Aiden y cuando volvió con él iba dando tumbos por la borrachera hasta que conectó su mirada con la de Aerith.
Continuará...
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Hilo rojo
RomanceAerith es una chica que desde muy joven se caso con el hombre quien creía que era el amor de su vida. Aunque nada es lo que parece. Lo que parece amor a veces es traición. Y lo que parecía traicion acabó siendo amor.