Aerith es una chica que desde muy joven se caso con el hombre quien creía que era el amor de su vida.
Aunque nada es lo que parece.
Lo que parece amor a veces es traición.
Y lo que parecía traicion acabó siendo amor.
El artículo ya estaba publicado. La secretaria de Aiden le pasó varias críticas a su oficina sobre la pasarela entre ellas la de Aerith. Y aunque era fin de semana Aiden fue para un par de horas.
Aiden lo leyó todo y se quedó sorprendido por todas las opiniones sobre la pasarela y las modelos.
Cuando leyó el nombre de su ex-mujer se quedó sorprendido al saber que había estado allí y ni siquiera se había enterado.
Su crítica no era del todo mala. Aerith por otro lado estaba con Leah haciendo galletas mientras que los gemelos estaban dormidos.
- Mamá, ¿pueden venir unas amigas? -Miró a su madre haciendo un puchero.
- Claro -sonrió.
- Te cojo el teléfono para llamarlas -te besó la mejilla a su madre.
- Vale, pronto tendrás teléfono aunque aún eres pequeña -dijo su madre dándole su móvil.
Leah cogió el teléfono y marcó un par de números que tenía Aerith de las madres de sus amigas. Tras hablar con ellas las invitó a casa y por la tarde irían a pasar la tarde con ella.
Los gemelos se despertaron y desayunaron, un zumo cada uno, tostadas y un par de galletas que habían hecho Leah y Aerith.
- ¿Qué planes tenéis para hoy chicos? -Preguntó Aerith.
- Yo voy a salir con unos amigos -dijo Ian que en realidad iba a ir con Emma.
- Yo me iré con Ayla, que vamos a ir al cine -dijo Ethan.
- Pues Leah tiene su día de chicas y yo pues trabajo y pasaré un rato con ellas.
Entre todos limpiaron la casa y Aerith hizo la comida después de comer, los gemelos estaban con el ordenador en la habitación mientras que Aerith y Leah estaban viendo un programa en la televisión.
- Mamá, yo me voy ya -avisó Ian varias horas más tarde.
- Vale cariño, diviértete.
- Adiós chicas -abrazó a su hermana y madre.
Poco a poco fueron viniendo las amigas de Leah, fueron al jardín, estuvieron jugando, bailando, hablando e incluso se bañaron un rato en la piscina.
Aerith les estaba preparando una pizza a las chicas, para que comiesen algo.
Ethan se fue con Ayla, aún no era la hora para entrar al cine pero aun así fueron al centro comercial para pasear por las tiendas.
- Oye Ethan -dijo Ayla llamando la atención de su novio.
- ¿Qué pasa? -la miró.
- ¿Tu hermano y Emma al final qué? -Preguntó Ayla.
- Pues no me ha dicho nada, he hablado con él y no me ha dicho nada -dijo Ethan haciendo una mueca.
- Es una pena, ayer Emma intentaba hablar con él pero Ian o nos hablaba a nosotros o le cortaba la conversación pronto -dijo Ayla apenada.
- Mi hermano es imbécil -dijo Ethan en actitud enfadada ante el comportamiento que había tenido su hermano ayer.
- Un poco si, la chica no es nada mala es todo lo contrario de lo que pensaba y lo único que intentaba anoche era hablar con Ian y el idiota la rechazaba -dijo Ayla haciendo una mueca.
- Tendrás que hablar tú con él porque a mí no me hará caso -dijo Ethan.
- Y lo haré -rodó los ojos Ayla.
- Vamos al cine ya preciosa -dijo Ethan riendo.
- Vamos -le besó la mejilla y fueron hasta el cine.
Entre los dos se pusieron de acuerdo para entrar a ver Spiderman: Homecoming.
Ian por otro lado había decidido preguntarle a uno de sus compañeros de equipo sobre la dirección de la casa de Emma y fue hasta allí, ella misma le abrió.
- Ian si vienes a dejarme en ridículo como hiciste anoche te puedes ir por dónde has venido, que no permitiré que lo hagas más -dijo Emma cerrando la puerta.
- No Emma, vengo a pedirte perdón he sido un idiota de primera y yo no soy así -le impidió Ian que la cerrase.
- ¿Tengo que creerte? Ayer me hiciste quedar como una idiota, Ian. Sólo pretendía hablar contigo, no sé qué tiene eso de malo o que es simplemente que me odias.
- No te odio Emma, es sólo que soy malo para todo esto. Quiero recompensarte por lo de ayer.
- Si lo haces por pena, prefiero que no lo hagas -dijo ella negando con la cabeza.
- No es por pena, quiero hacerlo porque sí, porque quiero conocerte bien y quiero que me conozcas como realmente soy -dijo Ian en un tono suplicante.
- Ian yo... -la interrumpió Ian.
- Iremos donde quieras y cuando quieras -dijo Ian.
- Vuelve dentro de una hora y estaré lista.
- Vale -Ian la iba a abrazar pero Emma se lo impidió y le estrecho la mano.
Ian se ducho y se arregló, se volvió a ir diciendo a su madre que se iría de nuevo con sus amigos. Pasó por la casa de Emma, ella iba vestida con un top blanco con dos tirantes muy finos, unos jeans negros de tiro alto y remangados por los tobillos y de calzado llevaba unas deportivas blanca y su pelo lo llevaba recogido en una cómoda coleta.
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- Wow estas preciosa Emma -alagó Ian a Emma así.
- Tú también estás muy guapo Ian -alagó está vez Emma a Ian.
- ¿Preparada? -Dijo Ian tendiéndole el brazo.
- La pregunta es, ¿estas tu preparado? -Dijo Emma haciendo reír a Ian y cogiéndole del brazo.
- Lo estoy -sonrió Ian.
Fueron hasta un restaurante italiano, estaba todo decorado con cosas italianas tanto que con solo mirar alrededor podrías transportarte allí hablaron de sí mismos con el propósito de conocerse mejor, de sus aficiones y que querían para el futuro.
Ambos lo estaban disfrutando, Ian se había dado cuenta lo idiota que había sido al tratar mal a Emma, era una chica muy dulce aunque era un poco tonta. Pero eso si podías hablar de cualquier cosa con ella, no era como las demás animadoras.
