Capítulo 22

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Aerith estaba destrozada tanto mentalmente como físicamente. Había pasado solamente una semana desde aquellos mensajes, no había podido dormir ni comer bien. Todo este asunto de infidelidad le traía tantos malos recuerdos y tanto dolor que había pasado porque a pesar de que ahora se comportaba indiferente y fría con Aiden en aquel momento sentía tanto dolor porque amaba tanto a Aiden que no podía creerse que aquel hombre al cual le había dado los mejores momentos de su vida le había traicionado de aquella manera.

Sus hijos habían notado esa semana el cambio de su madre y estaban bastante preocupados.

- Abuelo -dijo Ian hablando por teléfono con su abuelo Brad, padre de Aerith.

- ¿Qué pasa? -Preguntó su abuelo en la otra línea.

- No se si lo habrás notado pero mamá está como enferma y aunque le hemos dicho varias veces que vaya al médico no nos hace caso. También le hemos preguntado que si esta bien y ella nos responde que si pero a simple vista se ve que no -explicó esta vez Ethan.

- ¿Y me hará caso a mi? -Dijo Brad riendo.

- Algo más que a nosotros seguro -dijo riendo Ian.

- Ahora hablaré con ella y si no me hace caso la llevaré al médico.

- Vale abuelo, gracias -dijeron los gemelos al unísono para después colgar.

Brad sin esperar mucho llamó a su hija, que estaba haciendo unas compras cerca de su casa, Brad le pidió que si podía ir a su casa y ella aceptó.

- Hola papá -saludó Aerith a su padre cuando le abrió la puerta.

- Hola hija, ¿qué tal?

- Bien -fingió una sonrisa.

Brad la miró de arriba a abajo, los gemelos tenían razón esta Aerith no era la de siempre, se le notaban mucho las ojeras, también parecía que había perdido un poco de peso o al menos lo parecía y muy pálida.

- Aerith, hija no estás bien -negó Brad.

- Papá si que lo estoy -suspiró ella pasando las manos por su pelo.

- Vamos al médico hija.

- Papá... -dijo Aerith.

- Aerith no me lleves la contra vamos, sé que si no voy contigo ahora no irás.

Aerith se dio por vencida porque sabía que su padre llevaba razón. Ambos se subieron al coche de Aerith y condujo hasta el hospital, una vez allí hablo con la recepcionista y le dijo que tendría que esperar media hora. Padre e hija fueron hasta la sala de espera.

- ¿Quieres comer algo hija? -Preguntó Brad a su hija.

- No papá, ¿quieres tu algo?

- No, solo quiero que estés bien. ¿Es enfermedad o algo más? -Preguntó Brad.

- Alguien me mandó la semana pasada unos mensajes que vigilase a Aaron que no es como yo creo, me insinuó que me es infiel y aunque aún no lo sé seguro me pongo enferma de pensar la posibilidad de que sea verdad, lo pasé tan mal cuando me pasó con Aiden que no quiero pasar de nuevo por eso -explicó Aerith con un nudo en la garganta.

- Deberías hablar con Aaron con tranquilidad como dos adultos -dijo Brad a lo que su hija asintió.

Llamaron a Aerith a que entrara a la consulta, Brad se quedó en la sala de espera.

- Aerith Wells, ¿no?

- No, Aerith Carter estoy divorciada -corrigió al doctor.

- Bien, digame porque ha venido.

- Llevo una semana comiendo muy poco, muy pálida, tengo ganas de vomitar y me duele muchísimo la cabeza -explicó Aerith.

- Por lo que me dice parece un simple resfriado pero debe de cuidarse más. La voy a mandar a sacarse sangre mañana, recién despierta, y cuento tenga los resultados la llamaré -dijo el doctor dándole un papel donde había escrito las indicaciones para la enfermera.

Aerith salió un poco desconcertada a la sala de espera, le explicó a su padre lo que le había dicho el doctor y se fueron a casa. Al llegar a casa hizo lo que normalmente solía hacer, colocó la casa entera e incluso tuvo tiempo de ver un poco la televisión.

Al día siguiente se despertó a las siete y media de la mañana, no había desayunado como le habían indicado. Diez minutos más tarde llamaron a Aerith, le sacaron sangre y después se fue junto a su padre al trabajo. Sobre las una y media de la tarde recibió la llamada del doctor para que se pasara por la consulta y de nuevo su padre insistió en acompañarla.

- Me he llevado una gran sorpresa al ver los resultados -comentó el doctor Smith a Aerith a lo que ella asintió.- Por lo que veo no hay ningún problema, tienes que comer bien y cuidarte más. Por lo que veo en tu historial ya has pasado por esto dos veces a si que no hace falta que te de mas instrucciones, ¿verdad?

- Perdone doctor no le sigo.

- Señorita Carter esta usted embarazada, enhorabuena -sonrió el doctor.

- ¿¡Qué!? -Dijo casi sin voz.

En ese momento Aerith se quedó sin habla, la mente en blanco, su corazón latía fuertemente, su respiración era agitada parecía que acababa de correr una maratón, se esperaba todo menos eso. Tenía ganas de llorar pero no le salían las lágrimas, simplemente estaba en shock. No quería que se repitiese de nuevo la historia, como cuando se quedó embarazada de su hija Leah y se enteró de el engaño de Aiden. Si que Leah la quieren ambos pero paso un mal embarazo por esa causa.

Tendría que decirle a Aaron la noticia, lo único que esperaba es que si le era infiel que se lo dijese sincero y sin rodeos aunque le doliese. Salió de la consulta y Brad se levantó de el asiento, Aerith se tiró a abrazarlo y las lágrimas empezaron a caer sin previo aviso.

- Aerith, ¿qué pasa? -Preguntó Brad, este mismo viendo que su hija era incapaz de contestar espero unos minutos a que se tranquilizase del todo.- Venga hija, ¿qué pasa?

- Papá... Estoy embarazada -dijo con un nudo en la garganta.- Embarazada otra vez.

Brad la abrazó fuerte mientras que ella lo único que pensaba era en no desmayarse ahí mismo.

Continuará...

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora