Habían pasado varias semanas desde la cena, donde les dieron a los gemelos como regalo el coche. Cuando Aiden fue a avisar a Aerith que se iban escuchó su nombre y se quedó escuchando hasta que intento irse al salón sin hacer ruido cosa que falló. Después de eso Aiden dijo simplemente que se iba y asi fue.
Aerith no quería hablar con él por el momento pero debía hacerlo. Aiden intrigado, en su día libre fue hasta la empresa de Brad, en la que trabajaba Aerith.
- Hola, busco al señor Carter -dijo Aiden a la secretaria guiñándole un ojo.
- Lo siento pero en estos momentos esta ocupado y debe coger cita para poder verlo -explicó la secretaria.
- Es mi suegro, ¿cuando es el descanso?
- Faltan veinte minutos para el descanso -dijo la secretaria mirando su reloj.
Él se fue a una cafetería cercana, se quedó pensado en que sería aquello que le tenía que contar. Aerith era misteriosa cuando se lo proponía h Aiden siempre lo había pensado de ella. Pasados los veinte minutos volvió hasta la empresa con intención de hablar primero con Brad pero al ver a Aerith a lo lejos se acercó hasta ella, la cogió del brazo y antes de que le diera tiempo a protestar entró junto a ella a su despacho, del cual acababa de salir.
- ¡Oye! ¿Aiden? ¿que haces tú aquí? -se quedó petrificada al ver a Aiden delante de ella.
- Tenemos que hablar -se sentó, ella se sentó en su silla.
- ¿De qué? -dijo confundida Aerith.
- Tú lo sabes, yo no tengo ni idea -dijo encogiéndose de hombros.
Aerith se quedó pensado, tenía tantas cosas en la cabeza. Entonces se acordó del embarazo, se puso de pie dándole la espalda a Aiden. Se acercó hasta la cristalera de su despacho. Admiró Nueva York y cerró los ojos intentando que Aiden no notase su mareo.
- Aiden, ¿qué pasó el día de la gala benéfica? ¿me llevaste tú a casa? -preguntó girándose hacia él.
- ¿Y para qué quieres saberlo? -preguntó Aiden frunciendo el ceño.
- Necesito saberlo es muy importante Aiden -dijo Aerith a punto de llorar y de derrumbarse delante de él.
- Te iba a llevar a casa pero tú me dijiste que te llevase a algún bar o algún lado. Te hice caso, allí unas chicas se me insinuaban, tú me besaste y me dijiste al oído que fuésemos a tu casa. De nuevo te hice caso y... -Aerith lo interrumpió.
- Por favor... Dime qué nosotros no hicimos nada -se puso la mano en la frente y cerró los ojos, tenía un nudo en la garganta y estaba al borde de echar a llorar.
- Aerith si que pasó -asintió Aiden.
- ¿Me estas mintiendo? -preguntó con la voz quebrada.
- Te lo digo enserio Aerith -dijo Aiden serio, al ver que casi se cae se levantó de su asiento y la ayudó a mantenerse en pie.
En ese momento apareció Brad, el padre de Aerith, que sin saber que había ocurrido se acercó a su hija y ayudó a Aiden a ponerla en su silla. Aiden le explicó que le había pasado a Aerith. Al final el se tuvo que ir sin saber el misterio que le rodeaba o que el pensaba que estaba metido.
-Aerith, tienes que enfrentarte a Aiden y contárselo. Tiene derecho a cuidar al bebé y también tiene derecho a saber que va a ser padre de nuevo -dijo Brad haciendo que su hija bajase la cabeza casi llorando.
- ¿Y si no es el padre del bebé? -preguntó.- aunque no se que es peor...
- Es mejor arriesgarse Aerith -dijo Brad apenado -podrías hacerle una prueba de paternidad cuando nazca el bebé.
- No sé papá.
- Deberías Aerith, como padre que soy, aunque no haya pasado por eso imagino que sería doloroso que te apartasen de tu hijo. Imagínate que te quiten a los gemelos o a Leah, te dolería bastante deberías de hablar con él. Además es un bebé, es algo importante hija -Brad le puso un ejemplo para que Aerith entendiese que debía decírselo a Aiden.
Brad miró a su hija apenado, estaba muy pálida, su hija siempre había sido una chica muy fuerte que había sufrido mucho, Brad sonrió un poco al ver que su reacción al enterarse del este bebé era muy similar a cuando en su adolescencia se enteró que estaba embarazada, también cuando se enteró del embarazado de Leah, ahí estaba más alegre pero luego se enteró de la infidelidad de su marido y todo fue horrible.
"Aerith tenemos que hablar, creo que hay cosas que me tienes que explicar" le mando Aiden un mensaje a Aerith un tanto intrigado por aquella pregunta que le había hecho. Aerith al leer el mensaje cerros los ojos con fuerza y suspiró sacando todo el aire de sus pulmones.
Decidió no contestar en ese momento, debía pensarlo mucho y como se lo diría. Lo que tenía claro es que se lo diría porque tenía derecho, como le había dicho su padre, de saber que sería padre de nuevo. Una vez que se lo dijese entre los dos tendrían que decidir cómo hacerlo, aunque ella tenía en mente que harían lo mismo que con su hija Leah.
Las emocionada por toda esta situación a pesar que solo se enteraba de la pequeña parte, era la más pequeña de la familia, Leah. Tenía ganas de ver al bebé y ser ella hermana mayor, estaba entusiasmada. Aunque estaba intrigada por quien sería el padre del bebé y los gemelos también estaba intrigados. Aunque ellos más bien estaban mínimamente asustados.
Estos meses no solo serían duros para Aerith, si no que también para todos los de su alrededor, todos tenían que poner un poco de su parte para que todo fuera bien.
Continuará...
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Hilo rojo
RomanceAerith es una chica que desde muy joven se caso con el hombre quien creía que era el amor de su vida. Aunque nada es lo que parece. Lo que parece amor a veces es traición. Y lo que parecía traicion acabó siendo amor.