Llegó el día de la gala los gemelos se quedarían en casa de su abuelo paterno ya que se lo dijo a Aiden pero el le dijo que estaba ocupado, sin saber que también iría a la gala benéfica. Leah también se quedaría con su abuelo paterno que era costumbre, siempre la dejaba con el cuando quería salir su padre o quería llevar a alguien a casa.
Los gemelos se habían ido con Emma y Ayla y después se irían directamente a la casa de su abuelo.
Aerith se estaba poniendo un vestido negro largo sencillo, la parte de arriba era tipo corsé y la falda era lisa con una apertura por detrás, destacaba su bonita figura después de dos embarazos. Su maquillaje era sencillo, buscaba destacar sus labios con un rojo pasión y su pelo lo llevaba liso.
Aiden por su parte se puso un traje negro con corbata negra también y fue hasta el evento. Aerith mientras estuvo esperando a Aaron que a los minutos pasó a por ella. Se subió al coche y fueron hasta donde seria la gala. Una vez allí fueron hasta la mesa que le asignaron, que era la misma donde estaba Brad, su padre.
Aiden por su lado le había tocado una mesa con gente de importantes marcas de moda, si hablaba bien de sus modelos conseguiría trabajo hasta en una gala.
Divisó a Aerith en otra mesa y sonrió para si mismo hasta que vio a su lado a Aaron rodeándole la cintura. Eso le hizo cambiar la cara completamente, sería la pareja de Aerith.
- Aiden, ¿Asi qué tienes una agencia de modelos? -Preguntó una señora de alta edad morena, que se le notaban múltiples operaciones, muy bien vestida y elegante que estaba intentando coqueteando a Aiden.
- Sí, señora White.
- Pues estaría muy interesada, la verdad -le guiñó un ojo a Aiden.
- Pase el Lunes por mi oficina y lo hablamos todo -sonrió Aiden intentando disimular una mueca de asco.
- Claro cariño, pero no me trates de usted.
- Si me disculpa, debo ir a saludar a un conocido -se disculpó Aiden.
Aiden se levantó y fue hasta la mesa donde estaba Brad, el padre de Aerith, el novio de Aerith y ella. Pero en aquel momento no estaba Aerith en la mesa.
- Aiden, que alegría verte -sonrió Brad levantándose para darle la mano.- No esperaba verte aquí.
- Hola señor Carter, hacía mucho que no nos veíamos -sonrió amable.
- La verdad es que si, cada vez estás mejor. Espero que disfrutes la gala.
- La estoy disfrutando -Sonrió Aiden.
- ¿Vas a donar algo? -Preguntó Brad.
- Te traído un par relojes para donarlos o subastarlos.
- Pues gracias Aiden.
- No las de Señor Carter, debo volver a mi sitio que van a empezar a subastar cosas -dijo Aiden.
- Claro. Nos vemos más tarde Aiden.
Aiden volvió a su sitio y empezaron a subastar cosas, entre ellas los relojes que el había donado. Conforme iba pasando la noche, menos gente quedaba.
Aiden iba un poco bebido pero no lo suficiente como para caer ante la señora White, que le tiraba los tejos.
- Aiden -se acercó Brad a él.
- ¿Si señor Carter?
- ¿Me puedes hacer un favor?
- Claro, digame.
- Mi hija Aerith ha bebido de más y no está en condiciones para conducir y Aaron se ha tenido que ir, ¿la podrías llevar a casa? -Preguntó Brad.- Mañana alguien llevará el coche a su casa.
- Lo haré encantado señor Carter -Se levantó Aiden y fue hasta donde estaba Aerith.
En cuanto llegó a donde estaba Aerith la levantó de su asiento y le rodeo la cintura con su brazo.
- Eh que me lo estaba pasando bien -dijo riendo bajo los efectos del alcohol.
- Vamos preciosa -dijo Aiden mientras la sacaba del local.
- Yo no quiero ir a casa, aún -dijo como una niña inflando los mofletes y cruzando sus brazos.
- ¿Y a dónde quieres ir? -Preguntó Aiden con una risa grave.
- A un bar -dijo riendo Aerith bajo los efectos del alcohol.
- Pues vamos a un bar -dijo Aiden finalmente subiéndola al coche en el asiento de copiloto.
Seguidamente se subió el al coche y la llevó hasta un bar cercano y en el que había estado antes, donde había buen ambiente y muy buena música. Entraron y fueron directos a la barra tras pedir un par de bebidas un par de chicas se acercaron a Aiden para ligar con él.
Aerith pensado que era Aaron con el que estaba lo cogió de la nuca y lo besó.
- Id a robarle el novio a otra -dijo enfadada Aerith.
Aiden se rió y la volvió a besar, Aerith aceptó gustosa aquel beso.
- Aerith, preciosa, esto aquí no -dijo Aiden abrazándola por la cintura mientras sonreía arrogante al ver que con ese beso ambos ardían.
- Vamos a mi casa -se acercó al oído de Aiden y se lo susurró.
Sin esperar mucho más fueron al coche tras pagar las copas, de nuevo Aiden tenía que ayudar a Aerith porque iba aun peor. Una vez los dos llegaron a la casa de Aerith, en la que una vez estuvieron los dos viviendo Aiden cargó a Aerith en brazos y sacó las llaves del bolso de ella, abrió la puerta de la casa y la cerró con un pie.
Con Aerith en brazos subió hasta la habitación, la dejó sobre la cama. Aiden se quitó la chaqueta del traje, le quitó los tacones a Aerith al contrario que todas las veces que lo había echo con Aerith que era cuidadoso y tierno esta vez iba a ser lo contrario.
Aerith cogió a Aiden por la corbata y lo besó salvajemente.
Continuará...
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Hilo rojo
RomanceAerith es una chica que desde muy joven se caso con el hombre quien creía que era el amor de su vida. Aunque nada es lo que parece. Lo que parece amor a veces es traición. Y lo que parecía traicion acabó siendo amor.