Narrador omnisciente
Para Chanyeol la vida no siempre le había dado felicidad, perder a su madre cuando tenía 15 hizo que cambiara dramáticamente. Ya no podía esconderse detrás de alguien, y tuvo que aceptar su destino, lamentablemente. Su vida ya no era normal y él tuvo que acostumbrarse.
Siempre supo a lo que se dedicaba su padre, sabía que lo que hacía no era legal y eso a él no le gustaba. Ver violencia e injusticia era ver sufrimiento y desgracia, desde niño se acompañó de ellas e hizo que las aborrezca. Perder a su madre hizo que cambiara de opinión y se diera cuenta de la crueldad del mundo, lo injusto, lo malo y lo tirano que puede llegar a ser la situación si no afrontas tus responsabilidades y desgraciadamente, al menos para él, esas responsabilidades causaban mucho daño.
"Aún le causan mucho daño"
Las cosas que su padre hacía no eran la causa de la muerte de su madre y él lo comprendía. Lo que no entendía era el porqué de su muerte, aún se le hacía doloroso pensarlo, pero si de algo estaba seguro era que aquellos que le quitaron a su madre iban a sufrir las consecuencias de su dolor.
"Van a pagar por destruir su vida y a su familia" - Contaban sus muchachos.
Lo juraba, aquella idea rondaba su mente y no lo dejaba dormir. Pero debía de cumplirse, su corazón encontraría paz entonces.
Era quizás la razón de su miserable existencia.
Su padre amó a su madre, siempre se lo decía. Él la protegía de todo y de todos, pero no pudo evitar salvarla de un ataque repentino y la entrega que hizo por su hijo, salvando a este con su vida. Chanyeol amaba a sus padres y, cuando su madre se fué, él y su padre se volvieron más cercanos y se acompañaban en su soledad.
Triste y desgarradora soledad.
Su padre le enseñó todo acerca del mundo de las drogas y a pesar de que no le gustase al principio la idea, terminó aprendiendo todo y aceptando lo que era, un narcotraficante.
Un criminal, un monstruo que nunca podría remediar el daño que causa, porque nunca podrian remendar el suyo.
Era un trato justo.
Un año antes de la muerte de su padre, él ya sabía y tenía la experiencia necesaria para manejar todo. Lo que llevó a su padre a retirarse del negocio, dejando a su hijo a cargo de todo. Chanyeol manejaba todo casi como su padre, era increíblemente manipulador y brillante. Logró rodearse de espinas que lo protegían de todo y les brindaba un hogar y una familia. Incluso se llevaba bien con muchos de los magnates mercaderes del negocio y eso le hacía sentirse un poco mejor. Poco a poco iba construyéndose un imperio, asi como rodeandose de enemigos. Poco a poco iba a cumplir su objetivo y aunque tenga que pisotear a algunos lo haría.
"Mi vida va cobrando sentido, se encamina a lo que debe ser."
Fue un viernes cuando el señor Byun, un importante socio de su padre y quizá su posible víctima de un posible chantaje, le invitó a la fiesta de cumpleaños número 15 de su único hijo. Él accedió, aunque no le agradaran las fiestas, sería la oportunidad perfecta para comprometerlo con algo sin que se de cuenta. Los Byun eran buenos amigos, aunque presentía que ésta era sólo una fachada y en el fondo eran quizás animales que merecían lo que les iba a hacer, él tenía que seguir manteniendo buenas relaciones con los antiguos socios de sus padres. Sentía que Byun era un imbecil que sentía que tenía la razón en todo y era un tirano que años atras había puesto a su familia en una encrucijada que les costó muchos hombres. Aunque él no confiara en él, las apariencias lo son todo en este mundo y mas cuando todos quieren el monopolio del comercio en Rusia y en toda Asia.
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▪ Monster (Chanbaek & Kaisoo) ▪
FanfictionDesde que Chanyeol lo vió, juró solemnemente nunca dejarlo ir. Y lo cumplió. Porque los monstruos también se enamoran. Y uno no sabe lo que harán por amor. ________________________________________ #Prohibido copiar o adaptar#