II.

595 51 1
                                    

Narrador omnisciente

Baekhyun no podía dejar de sentirse observado. Buscó con la mirada a alguien, pero se dio cuenta que muchas personas lo miraban, lo idolatraban. Sonrió engreído, a él le gustaba estos tipos de atenciones.

Muchos lo odiaban, esas miradas llenas de envidia y enojo lo ponían ansioso y a la vez orgulloso, el poder que él tenía sobre ellos era inmensurable y no había mejor sensación que eso. Pero todo esto no era nada comparado con las miradas de hambre y admiración que se dirigían a él. Era gloria pura. Muchos no lo conocían, apenas y sabían su nombre, sabía que su belleza era atrapante y muchos lo deseaban. Sus encantos eran innatos y sabía el porqué era tan popular entre hombres y mujeres.

Llegando al piso y siendo recibido por su padre, él cual hizo un pequeño discurso jactandose de la belleza de su hijo y de lo orgulloso que estaba de él. El señor Byun le dio un delicado beso en sus adorables mejillas y dio por iniciado el festejo.

Esa noche se divirtió mucho, bailó y se divirtió con sus amigos hasta que ya no pudo más. Estaba exhausto; y para cuando el reloj marcaba las tres de la mañana, decidió que era hora de dormir. Todos sus amigos se habían despedido de él agradeciéndole por la maravillosa noche, algunos siendo sinceros y otros simplemente por hipocresía, todo por llevarse bien con él y no correr el riesgo de ser masacrados por su padre.

Muchos de los socios de su padre habían venido también. Si bien todos eran mayores y uno que otro le dedicaba miradas lujuriosasby hambrientas, hubo uno en especial que le quitó el aliento. Era un hombre joven, alto, elegante y tan malditamente caliente que le dejaba con ganas de conocerlo. Pero sabía que tenía sus restricciones, además por ahora no le apetecía tener problemas y ese hombre seguro le traería demasiados.

"Por ahora solo me limitaré a soñar con él."

Cuando estaba por subir las escaleras, ese hombre alto y fornido y ciertamente muy bello, llamó su atención, se estaba retirando del recinto sin ninguna compañía, saludó a su padre y dió un ultima mirada. El hombre volteó y se miraron a los ojos, él tenía una mirada oscura y profunda, no podía descifrar lo que sus ojos le decían. No pudo más y bajó la mirada avergonzado, subió escaleras arriba y se tiró a su cama. Sus pensamientos fueron a parar al extraño hombre con el que había cruzado miradas, decidió dejarlo y olvidarlo por el momento. Pero luego de haberlo observado toda la noche pudo saber que era muy callado y ciertamente intimidante.

Tenía una aura atrayente y eso le asustaba un poco. No sabía quién era ese sujeto ni que podría querer con él, era mejor no pensar en ello.

Después de todo ese gesto no significaba nada, ¿verdad? Dejó de pensar y se quedó dormido, soñando una y otra vez con ese magnífico extraño. Y sus indescifrables ojos.

Al día siguiente despertó muy tarde, era de esperarse porque tuvo una fiesta anoche y él era muy flojo, nadie le obligaba tampoco a ser muy responsable. Se levantó muy desganado y caminó al baño para tomar una ducha.

Una vez duchado y cambiado, bajó las escaleras y se encontró con todos los empleados limpiando los restos de la noche anterior. Tocaron el timbre y él fue a abrir entusiasmado. Como siempre; Tao y Lay, sus dos primos favoritos estaban parados en la puerta. Ambos habían llegado de China hace unos pocos meses, pero se habían ajustado a la vida en Corea y eran sin duda muy atractivos e inteligentes. Estos se despidieron del chofer que los había traído y entraron a la casa Byun. Baekhyun adoraba a sus primos y estos también, sabían que lo tenían todo y que al mismo tiempo no tenían nada. Solo eran ellos tres.

- Veo que ya volviste a despertar Baekie, ¿cómo amaneciste? - preguntó un sonriente Tao - ¿alguna aventura que quieras contarnos?

Repentinamente se acordó de ese hombre pero simplemente negó suavemente. Él no era importante ahora.

- O más bien deberías decir atardecido - continuó Lay, a lo que Tao rodó los ojos - ayer estuvo genial

- Pues a decir verdad... Estoy muy feliz - respondió Baekhyun - mi fiesta me encantó, estuvo tal y como la quería, ¿vieron la cantidad de gente que vino?

- Todos tus cumpleaños son así Baekhyunie, pobre de tu padre - interfirió el mayor de todos - de todas maneras, no te metas en problemas cachorro, nunca sabes quién podría traicionar te

- Bueno, él nunca me dijo que no y sabes que me se cuidar bien - respondió Baekhyun para luego sentrase en el sofá, seguido por sus primos - ya saben cómo es él, siempre me consciente y nunca me niega nada.

Sí, a veces su padre exageraba con él. Pero aún así nunca lo había juzgado y no le importaba que hace unas pocas semanas le haya confesado que no le gustaban las chicas.

Su padre solo dijo: "Eres mi hijo y te adoro, no me importa a quién ames. Sólo ten cuidado"

Si, definitivamente amaba a su padre.

Un rugido del estómago de Baekhyun hizo que Tao riera - Veo que no has comido nada desde a noche - dijo este - ¿no has desayunado verdad?

- Pues... No - Baekhyun sobaba su pancita que rugía por comida - vayamos a almorzar, porque el desayuno ya me lo salté

Los tres adolescentes se adentraron al comedor, esperaron sus platos y empezaron a comer. Reían y recordaban lo asombrosa que había sido la fiesta. Comieron y hablaron, hasta que terminaron y el papá de Baekhyun entró, le dio un beso en la cabeza a su hijo y sonrió a sus sobrinos.

- Buenas tardes hijos - saludó este, a lo que los otros tres respondieron de igual forma - no saben lo feliz que me siento, soy un genio.

La cara de felicidad de su padre solo significaba que había hecho un gran negocio o se había ido a divertirse a noche luego de su fiesta.

- ¿A qué se debe tu felicidad papá? - preguntó Baekhyun - ¿acaso vendiste otra enorme carga u otro negocio?

- Algo así - el señor Byun se sentó en su silla esperando su almuerzo - tus tíos y yo cerramos un muy buen trato con Park

Park, ese apellido le sonaba.

- ¿De qué trato hablas tío? - preguntó Lay - N-no nos metimos en problemas, ¿verdad?

A veces olvidaba que Lay era un poco paranoico y le tenía miedo a estos negocios, desde que casi lo raptaron y mataron. Su tío se volvió loco y se lo trajo a Corea junto a Tao, estaban más seguros aqui.

- Sobre un contrato que hicimos con el hijo del señor Park. No te preocupes hijo, esto no es peligroso. Pobre chico, el nuevo Park hizo todo demasiado fácil - respondió este riéndose - lo estafamos y él ni siquiera de dio cuenta, nos quedamos con algunos territorios en Japon.

- ¿Y.... Eso es bueno? - siguió Tao - mi papá me dijo que buscaban un negocio allá, espero lo hayan logrado.

- Digamos que sí, firmamos un contrato en donde saqué provecho y me quedé con unos cuantos millones de dólares más para mí y obviamente tu padre está feliz Tao - le dió una mirada a Lay - no tengas miedo Lay, no te va a pasar nada.

Él sólo se limitó a asentir.

- Me alegro por ti papá - dijo con despreocupación Baekhyun - pero...¿crees que mis primos y yo podamos ir arriba y hablar de nuestras cosas?

No le gustaba recordar que su padre era un criminal y que él también lo era, le dolía el corazón saber que mucha gente moría por su culpa.

- Claro hijo, adelante

Se pararon y agradecieron, y corrieron escaleras arriba. Los tres chicos estaban conversando alegremente en el cuarto de Baekhyun un poco más tranquilos al saber que estaban a salvo. Mientras su padre abajo festejaba su nueva adquisición, no se dio cuenta de que ese fraude era parte del plan maestro de Chanyeol y tampoco se dio cuenta de que había condenado y entregado a su hijo.

Baekhyun ahora estaba dentro del juego de negocios con los Park, entregado por su padre y todo estaba documentalizado. No había marcha atrás. Era un maldito trofeo que Chanyeol había ganado limpiamente.









<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

 ▪ Monster (Chanbaek & Kaisoo) ▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora