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—¿Y en eso nos vamos?

Estuvo a punto de reclamar si acaso nunca se había subido a un bus para ir a alguna parte, pero se calló al instante antes de abrir la boca al recordar lo pasado de Yesung con ese antiguo dueño que al parecer no le enseñaba nada mas que esperarlo amarrado para satisfacer las necesidades de ese tipo.

El mayor no comentaba como era, ni como se llamaba. No quería asustarlo pero sentía furia de tan solo pensar en eso, le había dejado marcas y ni siquiera se había tomado la molestia para sanarlas, parecía que a ese sujeto le encantaban dejar marcas de cualquier cosa, por eso no se las curaba. Lo bueno es que el se las estaba curando de poco a poco, las marcas seguían pero no tan visibles como antes, el mayor seguía usando el listo alrededor de su cuello pero no en las muñecas.

Negó percatándose de la mirada del contrario, esperando que le diera una respuesta a su pregunta que había realizado segundos antes.

—Solo me sigues. ¿Si?

—Bueno.

—Donde veas un asiento vacío lo tomas, si hay dos, me guardas uno.

—Entendido.—Volvió a afirmar sonriendo para llevar su mirada hacia la calle en espera del autobús.

Debía llevarlo a muchos lugares, primero sería a ese parque de diversiones que SungMin había comentado el día anterior, estaba seguro que YeSung ni siquiera conocía lo que eran juegos a parte de sexuales, ni tampoco conocería lo sería el algodón de azúcar, o la manzana encaramelada, por lo menos un restaurante.

Observó el autobús que venía ya cerca. No tuvo mas remedio que alzar su diestra para hacer la parada, Yesung no se había quedado atrás y terminó imitándolo. Tonto.

—Vamos, sube.—Rió leve golpeando un poco de su espalda cuando el transporte se había detenido.

Yesung asintió animado para subir aquellas escaleras. Sabia que KyuHyun iba a ir detrás suyo, así que no le vio tanta importancia en esperarlo. Recordó lo que el menor le había dicho mientras se encontraban abajo, pero solo había un lugar vacío y era casi el que se apegaba a la puerta de bajada, sin mas remedio caminó hacia este.

El menor se hallaba pagando, y giró la mirada hacia donde Yesung se dirigía. Pudo observar la mirada lasciva de algunos y algunas que le observaron, se le olvidaba que no llevaba mucho tiempo después de su celo y aún tenia ese aroma que podía atraer a cualquiera, no, a la mierda. No iba a permitir que se sentara solo ni mucho menos que se lo estuvieran comiendo con la mirada, maldito celo de Yesung que atraía a muchos, daba gracias al dios de SiWon que solo saliera con el.

Estaba por tomar asiento, pero KyuHyun le tomó del brazo para detenerle. Iba a reclamar que tomaría el lugar cuando este se sentó antes que el tomara ese asiento, no se esperó que lo tomará de la mano para jalarlo y hacer que se sentara sobre sus piernas. Sus brazos pasaron alrededor de su cintura para sostenerlo, muchos los estaban mirando y YeSung no pudo evitarse sentirse apenado, sintiendo como la sangre se le subía a las mejillas sin poder comprender del todo. Intentó removerse pero KyuHyun no deshizo el agarre que tenía alrededor de su cintura sin importarle lo que los otros pensaran.

Lo único que pasaba por la mente de KyuHyun era restregar su felicidad de autoridad ante todos, dejarles en claro de quien era YeSung. . .porque era su mascota, no de los demás.

Cuando observó la mirada del tipo a lado suyo, se sintió tan enojado hasta con la vida, que eso servía para restregarle más en la cara el suceso, mas para su favor cuando había Yesung había parado con esos intentos de levantarse, se veía que no tenia mas opción que quedarse así. A la vista de todos.

Oh, my Neko. [ KyuSung ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora