Epílogo

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No, no iba dejar de ver a esa cosita enfrente suyo. Esa cosita se movía de un lado hacia a otro de manera torpe que le recordaba a cierto gato del cual estaba profundamente enamorado desde mucho tiempo que llevaba contado.

Sabía que el mayor llegaría tarde. Ese idiota de HeeChul como hace 4 años lo había convencido para se trabajara en su empresa de artes, donde diseñaban y creaban unas grandes ediciones, siempre Yesung llevaba emocionado a casa cuando le tocaba su paga, lo que agradecía de HeeChul era que este pasara a su casa a dejar al mayor, pues no estaba demasiado seguro dejarlo pasearse a solas por la ciudad. Aun creía que este terminaría perdido y no lo volvería a ver, lo admitía. Estaba demasiado paranoico. YeSung tenía la culpa.

Tomó al pequeño entre sus brazos cuando noto que estaba cansado. Había acabado de regresar del trabajo y se lo había encontrado solo: Yesung era un mal madre. Estaba bien que ambos trabajaran, el había conseguido un buen puesto en una empresa de abogados en el que le pagaban demasiado bien, tanto para las donas del mayor. Pero no admitiría que dejara al pequeño Yuu solo en casa como si no importara.

Era el hijo de ambos, debería tener mas consideración en llevárselo cuando sabía que era el cachorro de los dos.

-Cuando llegué mamá, lo castigare. Ya verás- susurró acariciándole el pelaje al pequeño gatito que maullo contra esas caricias-. ¿Cuando te convertirás en humano?, a Papá le gustaría ver eso.

Habló en voz alta cuando el sonido de la puerta le aseguraba que cierto azabache había acabado de llegar. Así que siguió mimando al pequeño de la casa que seguía restregando su cabecita contra la yema de sus dedos que lo acariciaban, le recordaban a YeSung cuando se ponía de meloso. Y hablando de este, era el que le estaba observando con recelo desde la puerta, sosteniendo dos bolsas de mandado en cada una de sus manos.

Sus miradas se encontraron, KyuHyun era normal y Yesung era una mirada fastidiada. ¿Había sido un mal día el trabajo como para que viniera de ese humor?

-Madre irresponsable, ¿Cuando piensas enseñarle a nuestro hijo a convertirse en humano?

Giró la mirada para verle un poco más cómodo, juro ver un tic en el ojo izquierdo del mayor.

-KyuHyun, ya te he dicho muchas veces que ese gato no es un Neko.

-No, pero quien sabe. Tal vez es un joven rubio y bonito.

Se refirió al color del pelaje de aquel minino que había alzado su cabeza para ver al recién llegado. Fantástico, ahora seria una pelea de gatos.

Tuvo suerte de ponerse de pie con el gato entre sus manos antes de que el "Neko" se acercara a el en un intento de tomar a "Yuu" y aventarlo por la ventana dejando relucir su gato celoso que mostraba en esos momentos. Para KyuHyun era divertido, a ver llegado un día a casa diciendo que Yuu seria el hijo de ambos después de haberlo comprado en una veterinaria. La idea había hecho enojar a Yesung pues pensaba que lo estaba remplazando por un vil gato corriente que lo único que hacia era maullar, comer y dormir.

-Creo que te dije que no quería ese gato en casa KyuHyun.

-Si Hyung, pero pensé que tenías un lado materno y. .

-No quiero ese gato, al único gato que puedes tomar así es a mi. ¿Acaso no te gusto yo de gato?, ¿Ese gato es humano?

Rayos, la había cagado de nueva cuenta en ese tiempo. ¿Que si no le gustaba de gato?, por favor. Adoraba y le encantaba verlo de gato, mejor cuando era mitad humano mitad gato, más cuando lo tenía en la cama debajo suyo y gimiendo por pedirle mas de el, ronroneando y sonrojándose cuando llegaba a su punto dulce. Joder, ahora mismo el podía aventar a Yuu, coger al mayor por la camisa y aventarlo a la mesa para que dejara de quejarse que no le gustaba.

Oh, my Neko. [ KyuSung ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora