Capítulo 3: La verdad quema [1/5]

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Finalmente pude  dormir,  y al igual que la noche anterior me desperté a media noche, pero, a diferencia de que esta vez no fue precisamente frío la causa de mi desvelo, sino todo lo contario.

Abrí mis ojos y me sorprendí al ver que me encontraba rodeada de llamas, sin dudarlo me levante y ágilmente salí de un salto de la cama esquivando el fuego. Llegue a la puerta pero al tratar de abrirla solo me tuve que conformar con un simple ¡Auch! La manija estaba a no más dar de caliente, solo atiné a sobar mi mano y tomar una polera que estaba tirada en el piso para con ella abrir la puerta.

Cuando llegue a la sala todo estaba oscuro, en el ambiente se sentía el calor pero no había rastros de fuego. Caminé hacia una habitación con la puerta abierta, no había nadie. Lo mismo me pasó con las otras dos habitaciones que revise ¿Dónde estaban todos? ¿Por qué me dejaron sola? ¿Estoy soñando?  Después de pasar por las distintas fases de la confusión fije la vista en una puerta cerrada que se encontraba junto a la de mí habitación.

Abrí la puerta esperando un panorama diferente al anterior con las otras habitaciones, y así fue, la habitación tenía solo dos camas, y en una de ellas se encontraba una guitarra, pero lo más importante era lo que estaba justo a centímetros de aquel instrumento. Cerré la puerta, me adentre en el cuarto y me senté con cuidado sobre la cama.

-Despierta- Acaricié el cabello de Liam.

-¿Qué?- Dijo un poco asombrado de verme.

-¿Dónde están los chicos?

-Salieron a comer- Corrió la guitarra para poder sentarse.

El calor en la habitación comenzó a aumentar, no sabía si era por el incendio que había en mi cuarto o por Liam pero… ¡Rayos! Como pude dejar pasar eso.

-¡Liam!- Dije levantándolo de la cama- Ven. Tras con toda mi fuerza levantar a Liam de la cama lo arrastre hacia la puerta.

-¡Ah!- Me quejé tras quemarme con la cerradura.

-¿Qué pasó?

-Me quemé- Dije viendo como Liam imitaba mi acción y se quejaba, pero difiriendo en que él reitero el acto y como todo un hombre se trajo el dolor y con mucha fuerza empujo la puerta hasta que logró abrirla.

-¿Q…ué?- Titubeó totalmente impactado por lo que sus ojos veían.

-Yo…- Fue lo único que alcancé decir, no sabía que decir. Las llamas ya se habían extendido hasta la sala, ya era demasiado tarde para intentar apagarlo.

-Voy a llamar a…- Dijo sacando su teléfono- ¡No puede ser que no haya señal!

Di un par de pasos y pronto me senté en el piso para poder apreciar las llamas que ya estaban solo a dos metros de alcanzarnos.

-¿Es mi idea o estás disfrutando esto?- Preguntó él sin moverse ni un milímetro de su posición inicial.

-Claro, tú también deberías hacerlo- Dije incitándolo a sentarse a mi lado, cosa que nunca ocurrió- No creo que exista mejor manera para morir que esta.

Definitivamente era así no había nada que anhelara más que morir entre las llamas aunque quizás no a tan corta edad pero si el destino lo quiere así… así será.

-¿Morir?- Dijo sentándose a mi lado para mirarme perplejo.

-Sí ¿Acaso esperas que mágicamente alguien nos saque de aquí?- Dije sin apartar mi vista de las sublimes llamas.

-En realidad sí, eso es precisamente lo que esperaba- Rió nervioso observando conmigo el fuego mientras por su cara se deslizaba una gota de sudor.

Pasaron los minutos y la mitad de los muebles de la casa ya estaban reducidos en cenizas.

Cяσssfιяe [Lιαм Pαγиe, Hαяяγ Sтyles & Tu] terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora