Estuve forcejeando con aquellos dos altos hombres vestidos de negro y con anteojos de este mismo color que no me soltaban, por un momento creí que me encontraba en una parodia de la película “Men in black” pero me percate de la suavidad que usaban estos hombres para empujarme dentro de una habitación.
Ellos me metieron dentro de la habitación, me quitaron las bolsas que traía y cerraron con un gran portazo, eso no me sorprendió ya que no era tan sorpresivo como lo que mis ojos estaban presenciando.
-No entiendo nada- Dije mirando cada rincón del cuarto.
-¿Para qué quieres entenderlo?- Comentó observándome- Solo ven.
-Está bien- Me acerqué esquivando aquellas puntiagudas figuras de cera roja- ¿Ese es el colchón de tu cama?- Pregunté en una risa cortada viendo aquel colchón cubierto con una manta roja y repleto de almohadones blancos y negros.
-¿Cómo adivinaste?- Rió a la par.
-Es obvio tonto- Lo despeine.
-No me despeines tarde más de una hora en arreglarme- Indicó acomodando su cabello.
-Claro- Sonreí- Oye, ahora que lo recuerdo ¿Arreglaste tu problema?- Dije bajando mi vista a sus pantalones de tela negros.
-Jajaja- Ironizó- No es gracioso.
-Sí lo es- Acomode su corbata roja- Te ves lindo de traje.
-¿Eso crees?- Se acercó un par de pasos a mí.
-Sí, por eso te lo digo- Sonreí.
-También te ves linda de ropa normal.
-Gracias… Creo- Di una carcajada por lo último.
-¿Por el extraño cumplido o por esto?- Dijo apuntando nuestro alrededor.
-Por ambas- Apoye mi mano en su pecho- ¿De dónde conseguiste tantas velas?- Pregunté viendo las a lo menos ciento cincuenta velas rojas que llenaban cada espacio existente en la habitación.
-Mande a Niall a comprarlas.
-¡Niall! ¿Dónde está?- Me exalté tras recordar su mensaje anterior.
-Calma, él está bien- Dijo sentándome en el colchón- Solo fue mi cómplice- Carcajeó.
-Ya entiendo- Dije pensativa- Apuesto saber quiénes eran los hombres de negro.
-Sí- Afirmo- Louis como agente K y Zayn como el agente J.
-Estás loco- Lo abracé.
-Eres la primera persona que me lo dice- Contesto sin soltarme y apoyando su mentón en mi cabeza.
-No te creo- Besé su mejilla.
-No me creas- Imitó mi acto.
-Tú ganas- Repetí otra vez la acción anterior.
-Tengo algo para ti- Se giró y me entregó un gran ramo de claveles blancos y rojos.
-¿Y esto por qué?- Pregunté sabiendo la respuesta.
-______-Tomó mi mano izquierda mientras con su mano restante se rascaba la cabeza nerviosamente- ¿Quieres ser mi novia?
Me quedé callada observando como él me miraba expectante, mire las hermosas flores y solté su mano, con mi mano derecha tomé un clavel blanco.
-Toma- Él me miró sin gesto alguno en la cara mientras recibía aquella flor blanca- Esta flor simboliza mi amor, cuídala, riégala todos los días y por favor no dejes que se marchite- Sonreí.
-¿Eso es un sí?
-¿Escuchaste lo que te dije?- Él asintió- ¿Tú que crees?
-Es un sí- Enmarco una amplia sonrisa.
-Es un claro que sí.
Rápidamente me lancé sobre él, para poder probar sus labios, y en efecto eso hice, exprimí mis labios contra los de él, dejándolos totalmente secos.
-Espera- Me separó de él- Estas aplastando nuestra flor- La dejo sobre la mesita que se encontraba junto a nosotros.
-¡Comida!- Exclamé al ver la mesa con comida.
-¿Tienes hambre?- Yo solo lo miré dándole a entender “Sí-por-algo-dije-comida-tan-efusivamente-captas”- Lo siento.
-Sí me alimentas, te perdono.
-¿Con qué me quieres comer primero?- Abrí grandes los ojos.
-¿Qué?- Pregunté pensando que había escuchado mal.
Liam al instante soltó una carcajada.
-Te pregunté con qué querías probarme primero.
Esta vez estoy segura que escuche bien, y él me estaba pidiendo que me lo comiera, vaya que tentativa oferta.
-No hay mucho para elegir. Solo hay galletas y jugo- Reí.
-Pero son las mejores galletas que probaras en tu vida- Me paso una.
-Wow, tienes razón- Dije cuando acababa de darle una mordida- ¿De dónde las sacaste?
-Prométeme que no se lo dirás a nadie.
-Lo prometo.
-Las hizo Zayn- Al instante me atore.
-¿Es una broma?
-No, de hecho yo vi cuando las hacía.
-No puedo creerlo- Comí otra de las deliciosas galletas.
-Lo mismo dije cuando él me dijo “Oye Liam que tal si preparo unas galletas especialmente para lo de esta noche”
-Estoy sorprendida- Dije abrazándolo por la cintura.
-No me sueltes por favor- dijo rodeándome los hombros con sus brazos.
-Créeme que no tengo planeado hacerlo.
Lentamente Liam comenzó a recostarme en el cómodo colchón. Besó mi frente mientras aún me tenía cobijada por el calor de sus brazos.
-¿Es mi idea o tú esperas que yo pase la noche aquí?
-Mmm… sí.